Cuando decimos que un sitio es trend no sólo estamos advirtiendo que está de moda y que ha pasado a formar parte de la lista de hot points de un destino. Hablamos de que acceder a su oferta resulta casi imposible, porque las listas de espera crecen al mismo ritmo que su fama. Hoy nos centramos en Madrid y en todos estos puntos de la ruta gastronómica que quedan fuera de los planes improvisados. Bien porque las listas de espera abarcan varios meses o porque los turnos se acumulan en largas colas a las puertas de estos locales ante la imposibilidad de reservar. Aquí la suerte y la paciencia son dos pasos previos para poder disfrutar de los sitios de moda de Madrid.
- Los 13 restaurantes en Madrid donde comen los ricos
- Restaurantes de moda en Madrid que conquistan a la ‘jet set’ y hacen más llevadero septiembre
Okio Asian Street Market
Okio Asian Street Market tiene dos cosas que pocos lugares tienen: una ubicación excepcional en pleno barrio Salamanca, en el número 41 de la calle Serrano, y la magia de transportar a sus comensales directamente a la auténtica esencia callejera asiática. Vale que tanto la comida asiática como los viajes a este continente están de moda, pero vivir la experiencia de poder disfrutar todo esto con sólo diez minutos de viaje hasta el local es algo que ha revolucionado el panorama gastronómico madrileño.
La clave del éxito se encuentra en los profesionales que dan forma a sus cocinas. Expertos en cada una de las elaboraciones que sirven sobre la mesa elaboraciones inspiradas en las calles de Seúl, Kioto o Taiwán. Este concepto también se encuentra en Madrid, en ubicaciones como Azca y el Centro Comercial Palacio de Hielo y en Barcelona. Pero, a diferencia que en las sedes de Azca y Barcelona, en Okio Asian Street Market de Serrano no se admite reserva, ¡así que toca correr para coger sitio!
Por el día cuenta con 10 puestos gastronómicos que representan distintos países y, por la noche, se transforma en un espacio de ocio para poder disfrutar de sesiones de DJ que mantienen la vida madrileña activa hasta las 3:00h.
Ver esta publicación en Instagram
Plaza Mahou
Estamos ante un hito en la gastronomía: el primer estadio de fútbol con una fábrica de cerveza en su interior. Claro que este capítulo de la gastronomía nacional sólo podía estar escrito por dos gigantes como son el Santiago Bernabeu y Mahou. Juntos han dado forma a un espacio de unos 700 m2 que cuenta en su interior con una fábrica con capacidad para producir 30.000 litros anuales.
No solo hay cervezas, su carta se acompaña de pequeños bocados para saciar el aperitivo y de una agenda cultural de la que ya han formado parte grupos como Siloé. Para entrar solo hay que ir al estadio y acudir al acceso de la Plaza de los Sagrados Corazones, de lunes a jueves, en horario de 12 a 23h y de viernes a domingo, de 12 a 00.30h.

Biri Biri
La propia página web de reservas te lo advierte: «Si no encuentra disponibilidad, apúntese en la lista de espera». Eso es porque conseguir un sitio libre para poder disfrutar de este lugar se ha convertido en todo un reto entre los foodies. Queda por supuesto descartado incluir este lugar en los planes de «hoy para hoy», porque su éxito es algo que lleva cocinándose todo el verano en este local de la calle de Belén, 6.
Aquí la comida es argentina, al igual que el ADN de este proyecto femenino capitaneado por las chefs argentinas Manuela Lorenzo y Sofía Cicinelli. Y en la simplicidad y el biri biri reside la clave del éxito de su carta, conformada por vinos naturales y platos generalmente pensados para compartir. Y lo del biri biri viene por el sabor, donde su carta se organiza en platos con mucho o menos biri biri. ¿Qué quiere decir? Sólo probando su carta puedes entender su secreto.
Ver esta publicación en Instagram
Biang Biang
Muchas veces en la simplicidad de la carta está el éxito de un restaurante. Quizá por eso las colas de Biang Biang sean algo tan característico en este restaurante como sus fideos. Aquí sólo puedes probar tres entrantes y los fideos biang biang, característicos de la zona de Xi’an, elaborados de cinco formas diferentes.
Y estos fideos son reconocibles, ya que son los únicos de Madrid especializados en la elaboración de esta especialidad, donde cada plato lleva un único fideo caracterizado por su grosor. Hasta el punto que son reconocidos como los fideos cinturón. Puedes encontrar sus locales tanto en el mercado de Vallehermoso como en la calle Pelayo 8. Pero independientemente de cuál sea la elección del establecimiento hay que tener clara una cosa: sin reserva no se come. Y cuidado con cancelar a última hora, ya que esto puede suponer un coste extra.

Swiss Butter
Swiss Butter es el ejemplo de que sólo hace falta una cosa para hacerse viral: la salsa secreta. Tal es el misterio de la elaboración de esta receta que parece haber tomado el protagonismo de la carta y haber relegado a la carne al papel de actor secundario. Con todo lo que eso conlleva, que sea un lugar del que todo el mundo habla y al que todo el mundo quiere ir a comer.
Se encuentra en Calle Zurbano 95, cerca de Nuevos Ministerios, y funciona sin reservas, teniendo cocina continua y una gran terraza para hacer que cualquier momento del día sea el indicado para acercarte a probar su secreto mejor guardado. Sin embargo no es algo nuevo, ya que Swiss Butter repite en Madrid el éxito que ya tuvo en ciudades como Londres y Dubái.

Casa Canito
Seguramente hayas pasado por delante y no te hayas fijado en este local. Porque desde fuera sólo tiene un pequeño cartel de los de antaño como indicativo de que en ese local se encuentra Casa Canito. Claro que la historia cambia cuando pasas por la acera un día en que el restaurante esté abierto. Ahí es imposible no fijarse en la gran cola que preside su puerta, porque Casa Canito no acepta reservas y, sí, está de moda.
El local recupera la estética ochentera de los bares de tapas, pero con una vuelta hacia la gastronomía más actual a manos del chef Patxi Zumárraga. Se encuentra en la calle Recoletos 11 y no responde a un simple tapeo, sino a la representación más pura de la gastronomía española: la degustación de grandes elaboraciones en pequeños bocados
Ver esta publicación en Instagram
Caja de cerillas
El nombre no miente, Caja de cerillas es un restaurante pequeño, de sólo ocho mesas, que supone otra de las andaduras de los propietarios de Hermanos Vinagre. Esta vez, para dejar que la austeridad se apodere también de una carta donde las tapas populares y el recetario «de casa», austera, configura toda su oferta.
Es por ello que no vas a encontrar las elaboraciones de moda, pero sí los sabores que siempre apetece probar. Con especial atención al producto, algo que ya se ha convertido en un sello indiscutible del grupo. Este local se encuentra en la calle de Donoso Cortés 8 y también es uno de esos lugares en los que conviene hacer una llamada para asegurarte el sitio antes de llevarte la decepción de encontrar sus mesas abarrotadas.
