Toulouse es de esas ciudades que fascinan a quienes la visitan porque desborda ocio, cultura y gastronomía. Toulouse es uno de esos destinos que se adapta al viajero y al tipo de experiencia que cada uno busca. La Ciudad Rosa es el lugar perfecto para aquellos viajeros que buscan el encanto de Francia sin las multitudes de su capital. Si todavía no te has aventurado a descubrir Toulouse hay algunas direcciones imprescindibles que te aconsejamos visitar. Hoy en COOL the lifestyle os compartimos varias razones por las que considerar Toulouse como el destino perfecto para una escapada de puente o de fin de semana. Podrás disfrutar desde un restaurante del siglo XIX hasta una simulación de vuelo espacial a 4.000km/h, pasando por un espectáculo callejero con máquinas gigantes.
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48 horas en Toulouse: qué hacer y qué ver en la ‘Ciudad Rosa’
Dónde alojarse en Toulouse
La llamada Ciudad Rosa ofrece una multitud de hoteles fascinantes, con una mezcla de esencia española, arquitectura italiana y el característico savoir faire francés. Sin embargo, de entre todos ellos, os invitamos a descubrir Mama Shelter, con 120 habitaciones con camas espaciosas y dotado de todo el confort moderno. ¿Lo mejor? Su ubicación central ideal: 54 boulevard Lazare Carnot.
Día 1
- Halle de la Machine
Situado sobre la pista histórica que ha visto despegar a los pioneros de L’Aéropostale, actualmente conocido como Pista de los Gigantes, la Halle de la Machine invita a sus visitantes a descubrir la escudería de máquinas de espectáculo callejero, concebidas por François Delaroziere y fabricadas por La Machine. De entre ellas podemos destacar, por ejemplo, un minotauro de 14 metros o Lilith, la Guardiana de las Tinieblas y última creación. Una vez cada unos cuantos años las calles de Toulouse son el escenario de un gran espectáculo de calle ideado por la compañía.
- Almuerzo en el centro, en el restaurante Bibent
Este restaurante es un must para todo viajero. Se trata de un lugar cuya historia se remonta a 1843. Renovado por primera vez de 1881 a 1882, su decoración barroca y art nouveau es característica de la Belle Epoque. El edificio fue inscrito como monumento histórico en 1975 por su decoración interior. Bibent es el lugar perfecto para hacer la parada de descanso, tanto para disfrutar de la comida o para tomar un té helado, un chocolate caliente o café, acompañados de las pastas típicas para endulzar el primer día en Toulouse.
- Crucero en el Garona y Canal du Midi
Los cruceros por el río Garona ofrecen una experiencia única a bordo. El paseo por el río nos sorprende, así como los puentes Pont Saint-Pierre y Pont Neuf, que reclaman la atención de los locales y no locales. Un viaje de 30 minutos con guía te permitirá descubrir el casco antiguo de Toulouse.
- Toulouse Gourmet Tour
De entre todas las visitas guiadas que podréis encontrar en Toulouse, os recomendamos Toulouse Gourmet Tours, una experiencia única en forma de ruta gastronómica en el entorno del Mercado de Carmes. El chef español, Alejandro Javaloyas, narra la curiosa historia y la rica gastronomía de Toulouse en 7 paradas de un paseo por los barrios de Carmes y Saint-Etienne. Durante el recorrido podréis degustar los productos más relevantes de su gastronomía y disfrutar de un showcooking de lo más cool.
Día 2
- Visita a la Cité de l’Espace
Cuna de la aviación y el espacio, Toulouse cuenta con uno de los parques tecnológicos más avanzados en materia de investigación. La Ciudad del Espacio os permitirá observar una auténtica piedra lunar, estudiar los pronósticos meteorológicos y vivir, gracias a LuneXplorer, un viaje hasta la luna a 4.000km/h, tal y como un astronauta.
- Visita a Aeroscopia
Enfrente de la fábrica de Airbus se encuentra Aeroscopia, el museo aeronáutico de Toulouse, el cual reúne en su espacio de 7.000 metros cuadrados los aviones más emblemáticos de la historia.
- Visita de la Fundación Bemberg
No sólo la industria aeronáutica es el motivo principal de la mirada de los viajeros a Toulouse a esta ciudad francesa, sino también su arte y museos. Descubrir el arte de la Fundación Bemberg es una parada obligatoria. Pero, debéis saber que antes de ser la Fundación Bemberg en 1995, fue el Hôtel d’Assezat, construido en 1555 para Pierre d’Assezat, uno de los comerciantes de pasteles más ricos de Toulouse. En este museo, ubicado en el palacete más hermoso de la ciudad, encontraréis obras renacentistas e impresionistas de reconocidos artistas como Monet, Renoir y Gaugin.
