Cuando Sofía Urbina, una de las mejores asesoras de arte de España, te propone hacer una entrevista a un pintor, no dudas en absoluto. Nos montamos en el coche y vamos a Getafe, en el sur de Madrid, donde Maíllo tiene su estudio. Allí, entre obras, pinturas y pinceles, Sofía Urbina y Maíllo se sientan para mantener una fluida conversación de la que soy testigo afortunada. Hablan de su proceso creativo, de los temas principales de sus obras o de lo que busca transmitir a través de su pintura. Ambos se sumergen en una maravillosa conversación de arte de la que no quieres perderte nada.
Entrevista entre Urbina y Maíllo
Sofía: ¿Cómo describirías tu proceso creativo desde la concepción hasta la idea final?
Maíllo: Es un proceso que comienza siempre con el dibujo. Parto del dibujo como base, como línea, como hilo argumental que me lleva por diferentes temáticas y vengo al estudio con ciertas ideas que trato de llevar a cabo. Pinto, también escribo poesía… He hecho algún proyecto donde eso estaba presente en la pared de la sala, una mezcla entre poesía y escritura urbana.
«Los cómics son una influencia que tengo desde la infancia y por eso me acabé metiendo en el mundo del arte»
Sofía: Entiendo aparte que tu pintura está muy relacionada con el cómic…
Maíllo: Los miré de joven y se me quedó esa manera y ese procedimiento. En el cómic se separa la línea del color y yo lo adopté. Tengo una mesa de luz donde calco dibujos al estilo cómic. Luego los paso a la tinta y luego trabajo el color en digital en un iPad. Eso luego lo trato de llevar al lienzo. Dejo que la pintura se exprese sola. Ahora mismo no tengo tiempo para mirar cómics, llevo sin hacerlo bastantes años, pero sí es una influencia que tengo muy desde la infancia, y es por eso por lo que me acabé metiendo en el mundo del arte.
Sofía: Me gusta mucho ese matiz de que dejas que la pintura se exprese sola…
Maíllo: Sí, es como que la mancha tiene esa capacidad de ir por libre a veces. Me gusta que me hable y me responda. Es una dicotomía entre la pintura y el dibujo. La pintura es como la parte del estómago, visceral, que se expresa sola. Ese diálogo entre los dos elementos, lo magro y lo grueso del dibujo; y lo graso y expresivo de la pintura.
«Pinto sin tener ni idea de lo que va a pasar e improviso, me dejo llevar»
Sofía: ¿Cuáles son los temas principales, los mensajes que buscas transmitir a través de tu obra?
Maíllo: Desde hace un tiempo no trabajo con un tema claro o una idea fundamental, sino que busco pretextos. Estoy muy interesado en el gusto, la estética, en lo sensible, lo fisiológico, en trabajar la pintura desde una parte menos intelectual a como lo hacía antes. Yo trabajo un poco en esa idea de collage mental donde unifico temas, pero son a posteriori de haberlos pintado antes. O sea, pinto un poco sin tener ni idea de lo que va a pasar e improviso. Me dejo llevar.
Sofía: ¿Cómo ha cambiado tu estilo a lo largo del tiempo y cuáles son los factores externos que han influido en esa evolución?
Maíllo: Yo empecé pintando como un pintor académico, realista, figurativo.
Sofía: Sí, yo he visto un tipo de obras tuyas que era completamente realista. Se nota que controlas perfectamente el dibujo, que sabes dibujar muy bien.
Maíllo: Gracias. Sí. No conocía el arte contemporáneo. También te digo, no había descubierto quién era Francis Bacon. ¿Tenía alguna idea de Picasso? Como tenemos todos, pero no había profundizado en la pintura contemporánea de los 2000 cuando yo pintaba esas obras. Entonces tenemos como pintores españoles la referencia de la historia de Velázquez, Goya, hasta Antonio López, que estaba muy presente cuando yo estudiaba y trataba como de investigar. Eso se me quedó corto en ciertos viajes, ciertas lecturas. Empecé a descubrir el mundo del graffiti, a mezclarlo con el mundo del cómic, con el mundo del arte conceptual. Pero lo que ha cambiado con el tiempo es hacerme caso a mí mismo, escuchar mi propia voz interior, escucharme a mí en un proceso más, digamos, espiritual conmigo mismo, menos intelectual y más fisiológico. O sea, una pintura que tiene que ver con el estómago.
Sofía: Me gusta mucho lo que dices, porque realmente es como tiene que ser la expresión y la evolución del artista.
Maíllo: O sea, tampoco desde una torre de marfil, creo yo, no es esa idea de trabajar fuera del mundo. Estoy muy presente con lo que pasa en la actualidad, la contemporaneidad, los diferentes discursos sociales, políticos o intelectuales que acontecen, y eso me afecta, pero siempre dando una respuesta como propia, muy unívoca, muy desde dentro. Buscar en esa profundidad es un trabajo duro y peliagudo a veces, pero es como mi lucha diaria en el estudio.
«Tengo el poder de utilizar el mercado como una herramienta»
Sofía: En términos comerciales, ¿cómo ves tu relación con el mercado del arte actual?
Maíllo: Tengo el poder de utilizar el mercado como una herramienta, que es lo que es, y me ha ayudado a tener el tiempo y la libertad para dedicarme a esta profesión a investigar, a desarrollar mi carrera, a tener una casa, a almacenar ahí mis libros y a conocer a gente maravillosa que me ha ido apoyando todos estos años.
Sofía: ¿Qué papel juega la tecnología y el mundo digital en la creación y promoción de tu obra?
Maíllo: Es una cuestión ambivalente para mí porque utilizo ciertos elementos tecnológicos. Antes nombraba el iPad, una mesa de luz, un proyector. Estoy al loro de lo que las marcas de pinturas te ofrecen, como pinturas iridiscentes que cambian de tono según las dé la luz. Pero la tecnología de la pintura ha avanzado poco. Usamos lino, un grafito, carboncillo y pigmentos mezclados con óleo que se llevan usando 500 años. Hay un divorcio entre mi pintura y las pantallas.
Tenemos la capacidad de usar Internet, pero es un elemento distractorio que hay que controlar con cuidado. Picasso, por ejemplo, no tenía relojes en el estudio. Se distraía y no quería que le regalaran relojes, le distraía el tic tac de las manecillas. Imagínate las notificaciones, emails... Ese mundo de información a velocidad absoluta es una temática que he trabajado en otros proyectos porque me genera ansiedad toda esa vorágine, esa velocidad del mundo contemporáneo.
«Mi pintura es un reposo ante todo ese marasmo digital»
Sofía: Te entiendo.
Maíllo: Es un reposo. Mi pintura es un reposo ante todo eso. Ante ese marasmo digital, miras un cuadro mío y te puedes ir a dormir más a gusto, más conectado contigo mismo. Una especie de meditación ante todo eso.
Sofía: ¿Qué importancia le das al desarrollo de tu marca personal y cómo afecta a tus relaciones con compradores y coleccionistas?
Maíllo: No le he dado mucha importancia. Creo que he creado mi marca personal desde niño. Siempre diferenciándome de los demás. No he encajado muy bien dentro del arte ni tampoco he encajado muy bien fuera del arte. Soy un bicho raro. Mi marca personal… ¿Quizá es esa, la de algo diferente? No lo sé.
Sofía: Bueno, eso es parte de lo que quieren hacer los artistas, del objetivo de los artistas, ¿no? Que sean diferenciales frente a otros, aunque tengan influencia con un artista pasado.
Maíllo: Eso es, dar gracias por las influencias, por el legado, por el pasado, pero siempre con una visión a futuro e interior propia. Todavía no tengo 40 años y estoy en ello. Todavía construyéndome, como estamos todos.
Sofía: Bueno, eres joven, te queda por delante. ¿En qué te enfocas al comercializar tu trabajo en este mercado tan competitivo?
Maíllo: Me enfoco en los afectos de la gente que sabe sobre marketing, sobre ventas. O sea, me he relacionado con gente maravillosa. Por ejemplo, en mi galería Ponce+Robles, contigo, que sabéis mucho de esto, yo no tengo ni idea. No puedo saber de todo.
Sofía: ¿Cuál ha sido el impacto del coleccionismo privado, galerías o museos en el éxito de tu carrera?
Maíllo: Ha sido un pilar fundamental. De puertas afuera, de hacer estudios se han encargado mis galeristas José y Raquel, desde Ponce+Robles o diferentes galerías que han acudido a ver mi trabajo para promocionarlo, y sobre todo los coleccionistas que me han apoyado. Y poco a poco estamos haciendo un trabajo que va entrando en instituciones importantes, en grandes colecciones y es cuestión de tiempo que acabemos en museos internacionales.
«Nunca sabemos lo que está bien o está mal en el arte. Es el tiempo el que lo legitima»
Sofía: Bueno, porque aparte, tu coleccionismo no es solamente nacional, estás en varias colecciones a nivel internacional, varias obras de Estados Unidos en las que te he posicionado yo en colecciones importantes. Tienes mucha presencia en Perú, en México, en otras ciudades y países europeos. ¿En la colección internacional tienes mucho coleccionismo detrás que te apoya?
Maíllo: Por suerte, sí.
Sofía: ¿Cómo visualizas el mercado del arte en los próximos años y qué oportunidades o desafíos crees que surgirán para artistas como tú?
Maíllo: Pues el arte como que se legitima con el tiempo. Nunca sabemos lo que está bien o está mal en el arte. Es el tiempo el que lo legitima. Entonces, no tengo ni idea de por dónde tirará. Ha habido un boom en la pintura estos últimos años y ha pasado algo que es de agradecer, y es que han tenido mucha visibilidad ciertos artistas españoles en el contexto internacional y eso yo creo que es bueno para todos. Teníamos poca presencia en colecciones internacionales y en galerías internacionales y ahora la cosa está cambiando. Pero yo me visualizo seguramente viviendo fuera de España, seguramente en Estados Unidos y atendiendo al mundo, igual que atiendo ahora, pero poniendo mi trabajo en diferentes contextos, que es lo que me interesa.
Sofía: ¿Cuáles son tus objetivos a corto y a largo plazo, tanto en términos comerciales como en términos creativos?
Maíllo: Quizá mi objetivo sea tener un estudio más grande, un equipo más grande de personas trabajando a mi lado para producir obras con mayor intensidad, tener más libertad. Ese es mi objetivo, escalar lo que hago ahora. Pero sería un poco lo mismo que llevo haciendo desde que tengo 15 años, simplemente dándole una escala más global.
Sofía: Muchísimas gracias por tu tiempo, me encanta verte siempre, ver tus obras… En mi proceso comercial me salen ideas sobre nuevas colecciones y coleccionistas que pueden estar interesados en tu obra y sé que estás muy enfocado, que llevas muchos años enfocado y te deseo muchísima suerte porque de verdad, tienes mucho talento.
Maíllo: Muchísimas gracias Sofía, muy amable y muchas gracias por vuestra visita.
Sofía: De nada. Gracias a ti.