Con trazos mínimos y emociones a flor de piel, Óscar Alonso —más conocido como 72kilos— vuelve a tocar el corazón de sus lectores con su última obra, El pequeño libro de las madres, un homenaje íntimo y universal a las madres. Coincidiendo con el Día de la Madre, hablamos con él sobre el poder del arte como refugio, la ternura de lo cotidiano y la evolución de un proyecto que empezó como un reto personal y hoy es una voz imprescindible en el panorama emocional y creativo. «Este libro es para todas las madres del universo, que son el origen de todo», expresa Óscar, destacando la universalidad del sentimiento maternal. Porque a veces, una sola frase basta para decirlo todo. No te pierdas la entrevista completa con el autor y sigue leyendo.
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Todo empezó con una meta muy concreta: perder peso. En 2008, Óscar Alonso decidió cambiar su estilo de vida y fijó su objetivo en la cifra que acabaría dando nombre a su proyecto vital: 72kilos. Pero lo que comenzó como un reto físico acabó transformándose en una revolución emocional. Acompañó su proceso con dibujos sencillos cargados de profundidad, que pronto empezaron a resonar en miles de personas. Hoy, 72kilos es mucho más que una cuenta de Instagram con millones de seguidores: es un lenguaje íntimo, universal y, sobre todo, humano.
«72kilos nació como un reto personal: quería perder peso y empecé a dibujar para acompañar ese proceso», recuerda Óscar. «Pero lo que empezó como algo físico se convirtió en algo mucho más profundo. Me di cuenta de que, al dibujar lo que sentía, conectaba con otras personas que también estaban intentando cambiar algo en sus vidas». No te pierdas la entrevista completa con Óscar Alonso y sigue leyendo.

Su estilo, de trazo simple y colores neutros, se ha convertido en una especie de minimalismo emocional. «Me gusta pensar que dibujo silencios. Que dejo huecos en las frases para que quien lo lea los complete con su historia», explica. No hay lecciones morales, no hay grandes discursos. «No busco dar respuestas, sólo abrir ventanas», dice con esa calma que parece impregnar todas sus obras.
Este enfoque ha madurado con él. «Antes dibujaba más hacia fuera. Ahora lo hago más hacia dentro», confiesa. Si en sus inicios se centraba en logros y cambios visibles, hoy le interesa «lo que no se ve: las dudas, el miedo, la esperanza».

«Me inspira una conversación en la calle, algo que me dice mi madre, una frase que me lanza mi hijo sin querer»
Su fuente de inspiración es tan cotidiana como honesta: «El día a día. Una conversación en la calle, algo que me dice mi madre, una frase que me lanza mi hijo sin querer». También menciona los libros, el cine que deja preguntas abiertas y salir a correr sin auriculares como ventanas a nuevas ideas. «La vida está llena de pequeños empujones invisibles. Sólo hay que estar atento».
Esa atención al detalle ha dado lugar a colaboraciones que trascienden el mundo de la ilustración. Una de las más recientes ha sido con la firma de moda Scotta para el Día del Padre. «Cuando hablamos de hacer algo juntos, enseguida pensamos en el Día del Padre. Queríamos alejarnos del regalo típico y ofrecer algo que tuviera emoción». El resultado fue una camiseta que se agotó rápidamente. «Nos hemos dado cuenta de que va mucho más allá del Día del Padre. Ha sido un regalo para todos»

El arte como refugio
Más allá del diseño y las ventas, lo que más le emociona son las historias que recibe de quienes encuentran en sus viñetas un lugar de calma. «Una vez una persona me escribió desde un hospital. Me dijo que tenía una viñeta pegada en la pared, y que cada mañana la leía como si fuera un mantra. Era una frase que yo casi había olvidado. Me recordó que lo que para mí es un dibujo más, para alguien puede ser un refugio».
Aunque confiesa que intenta no pensar en esa responsabilidad mientras crea, sí se toma muy en serio el impacto de lo que publica: «Si empiezo a dibujar para gustar o para acertar, pierdo la verdad. Pero sí siento la responsabilidad de cuidar lo que publico, de no ser frívolo con lo que duele».

«Este libro es para todas las madres del universo, que son el origen de todo»
Con trazos sencillos y mensajes profundos, Óscar Alonso, conocido como 72kilos, presenta su nueva obra, El pequeño libro de las madres, un tributo ilustrado que celebra la figura materna en todas sus formas. El libro, reúne viñetas que reflejan el amor, la dedicación y la presencia constante de las madres en nuestras vidas.
«Este libro es para todas las madres del universo, que son el origen de todo», expresa Alonso, destacando la universalidad del sentimiento maternal. A través de sus ilustraciones, el autor busca conectar con los lectores, evocando recuerdos y emociones compartidas.

El pequeño libro de las madres se presenta como un regalo ideal para el Día de la Madre, ofreciendo una colección de pensamientos y dibujos que invitan a la reflexión y al agradecimiento. Con su estilo característico, 72kilos continúa explorando las emociones humanas, esta vez centrando su atención en la figura materna y su impacto en nuestras vidas.
Más allá del Día de la Madre
Óscar no descarta explorar otros lenguajes. «Me interesa mucho la escritura, el teatro, incluso el cine. Hay historias que piden otros lenguajes. Poco a poco, me gustaría atreverme con ellos». Pero hay algo que no cambia: «Sigo dibujando cada día con la misma ilusión de cuando empecé».

Para quienes sueñan con vivir del arte, su consejo es claro y honesto: «Que no tenga prisa. Que se equivoque, que copie, que pruebe. La voz aparece cuando dejas de buscarla y empiezas a escuchar lo que te emociona».
Óscar Alonso no dibuja para explicar el mundo, sino para acompañarlo. En sus silencios hay palabras que reconfortan, y en sus trazos, abrazos invisibles que muchos encuentran justo cuando más los necesitan.