Es probable que muchos sepáis de qué fotografía os hablo si os digo que fue publicada el 2 de octubre de 1932 por el New York Herald Tribune, y en ella aparecían once obreros almorzando con aparente tranquilidad en una viga con Nueva York a sus pies. La imagen, conocida como ‘Lunch atop a Skyscraper’ (‘Almuerzo sobre un rascacielos’), fue tomada durante la construcción del 30 Rockefeller Plaza en el piso 69, a 240 metros de altura. Nueve décadas más tarde, ‘The Beam’ recrea la icónica imagen de quienes construyeron este edificio en Nueva York. Ubicado en el Rockefeller Center, entre la Quinta y la Sexta Avenida, se ha abierto al público esta nueva atracción.
- A la venta por 57 millones la impresionante mansión Rockefeller en Manhattan
- El sofisticado restaurante con el plato de trufa más famoso de Nueva York
La nueva experiencia se llama ‘The Beam’ (‘La viga’) y se encuentra en el lado norte de la misma planta en la que los trabajadores se hicieron la foto. Esta vez, la estructura se levanta sobre un soporte mecánico que asciende hasta los casi cuatro metros.
El procedimiento de esta atracción consiste en que los visitantes se sientan en la viga que tiene un pequeño respaldo con un cinturón parecido al de los coches. La estructura se eleva hasta la cima del Top of the Rock con el fin de dar una vuelta de 160º que sitúe a los turistas de cara a los rascacielos más esbeltos de la ciudad, frente a Central Park. Segundos después, da la vuelta de nuevo para que puedan hacerse una foto desde las alturas.
Ver esta publicación en Instagram
La experiencia es simple y efectiva. Difícilmente generará sensación de vértigo porque el suelo se encuentra a solo un salto de los pies y la fijación es muy segura. Cabe mencionar que no se puede subir el móvil en la atracción. Esto nos obliga a algo a lo que cada vez estamos menos acostumbrados, a disfrutar del momento con nuestros propios ojos.
La experiencia, que ha causado auténtica sensación entre turistas y neoyorquinos, es una de las novedades estrella del proyecto de remodelación del Rockefeller Center; una iniciativa que pretende mejorar la visita de los turistas e incitarles a descubrir detalles y rincones inéditos de uno de los edificios más icónicos de la ciudad.
Ver esta publicación en Instagram
La entrada al ‘The Beam’ cuesta 25 dólares (23 €). Desde aquí podrás identificar las estructuras más conocidas, como el Empire State. En un día despejado, el ojo humano llega a vislumbrar figuras en el horizonte a 128 kilómetros de distancia.
New York continúa desafiando los límites de las terrazas turísticas en rascacielos. El ‘Edge’ de Hudson Yards ofrece paredes transparentes y escalones al aire libre que desafían el vértigo, mientras que ‘City Climb’ invita a los valientes a escalar el exterior de un rascacielos de más de 1,200 pies… ¿Te animas?