El Festival de Venecia llega hoy a su fin tras días de grandes proyecciones. En este marco, el cineasta y pintor Julian Schnabel, figura clave del arte contemporáneo y del cine de autor, ha recibido en la 82ª edición del Festival de Venecia el Cartier Glory to the Filmmaker Award en reconocimiento a su brillante trayectoria. El galardón coincidió con la presentación fuera de competición de su esperada nueva película, En la mano de Dante, un proyecto que llevaba más de quince años gestándose y que ya se percibe como una de las propuestas más ambiciosas de la Mostra.
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Una experiencia cinematográfica hipnótica
La cinta se revela como una apuesta soberbia en todos sus apartados. La fotografía deslumbra con su fuerza plástica: los pasajes en color irradian vitalidad, mientras que el blanco y negro del presente confiere una atmósfera de purgatorio densa y cargada de simbolismo. La música, compuesta por Benjamin Clementine, subraya cada escena con una intensidad poética y emocional que multiplica el efecto hipnótico del relato.
El argumento traza un juego narrativo entre dos planos temporales: un presente en blanco y negro, concebido como purgatorio, y un pasado en color que permite a un Dante reencarnado en pleno siglo XXI atravesar el infierno, superar el purgatorio y alcanzar el cielo. La historia viaja entre Venecia, Sicilia, Nueva York y Florencia, envolviendo al espectador en un recorrido estético y espiritual que se experimenta como un viaje iniciático.

Con sus dos horas y veinte minutos de duración, la película exige paciencia y entrega. Su ritmo es deliberadamente lento, casi contemplativo, pero esa cadencia no resta, sino que intensifica su profundidad. Es cine que requiere preparación y disposición, pero cuya recompensa es innegable: una obra que se anuncia ya como imprescindible.
Un reparto estelar y una sorpresa inesperada
El elenco, de auténtico lujo, constituye otro de los grandes atractivos del film. Oscar Isaac, en el papel de Dante, firma una interpretación que muchos ya señalan como digna de Oscar. A su lado, Gerard Butler se muestra imponente, mientras que Gal Gadot, Jason Momoa, John Malkovich y Al Pacino enriquecen la narración con registros muy distintos y complementarios.
La gran sorpresa llega de la mano de Martin Scorsese, que por primera vez se coloca delante de la cámara, además de ejercer como productor ejecutivo. Su papel, breve pero intenso, lo presenta con una imagen insólita (barba larga y presencia casi de maestro espiritual) que ha generado un revuelo especial en Venecia. Schnabel, en rueda de prensa, definió su participación como un gesto de complicidad artística y un regalo para la película.
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Entre la libertad y la experimentación
En la mano de Dante no es un filme convencional. Schnabel apuesta por una narración fragmentada, libre, con ecos de improvisación jazzística, donde las imágenes importan tanto como las palabras. El resultado es un cine poético, experimental y arriesgado, que divide a la crítica pero que confirma la audacia de su autor. Para algunos, el relato puede parecer excesivo o incluso caótico; para otros, constituye una experiencia estética única.
Una noche marcada en la Mostra
A la première acudieron invitados de todo el mundo. Entre ellos, nuestra compañera presentadora y escritora María Zabay, invitada especial del certamen. La pudimos ver en la alfombra roja y realizando una entrevista exclusiva a Julian Schnabel en formato televisivo para El Foco, fuera del circuito habitual de ruedas de prensa y encuentros con medios escritos. Durante el festival, Zabay también conversó con Oscar Isaac, Jason Momoa y otros grandes protagonistas de la Mostra, entrevistas que pronto verán la luz y prometen ofrecer nuevas miradas sobre el cine y sus creadores.

También destacó la presencia de la actriz española afincada en Hollywood Silvia Kal, a quien pudimos ver la alfombra roja.

La proyección se cerró con un largo aplauso y con la sensación de haber asistido a un acontecimiento cultural de primer orden. Una obra difícil, sí, pero también luminosa, que confirma que Schnabel sigue siendo un creador capaz de conjugar arte, riesgo y belleza en cada plano.