El imaginario de Vermeer a través de su exposición en Ámsterdam
Si Ámsterdam siempre atrapa, estos días mucho más. Frente al museo Rijksmuseum, la meca de la pintura del Siglo de Oro holandés, los visitantes contemplan la puerta de entrada con fascinación, sabiendo que dentro vivirán un ‘evento único en la vida’. La actual exposición de Johannes Vermeer presenta la mayor cantidad de obras del artistas jamás reunidas. Una muestra que, según los responsables, no se volverá a repetir. Un total de 28 cuadros de los 36 reconocidos del maestro holandés, cedidos por museos y colecciones privadas internacionales que invitan a quien las observa a adentrarse en el imaginario de un genio cuya técnica transformó la realidad.
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La exposición estará abierta al público hasta el próximo 4 de junio y, estos días, el museo ha decido ampliar el horario hasta las 23.00 h para que los amantes del arte puedan contemplar las obras como el pintor abstracto español, Fernando Zóbel, siempre defendió, «lenta, sosegada y analíticamente».
¿Cuántos cuadros realizó Johannes Vermeer?
La cifra de pinturas oficialmente atribuidas son 36, aunque gracias a actas de subastas se sabe que el número real asciende a 60. Aún así es un número reducido en comparación con otros artistas de la época. Mención especial se merece ‘Muchacha leyendo una carta’ que gracias a una restauración en 2021 se descubrió que en la pared de la obra había un cuadro de Cupido que fue tapado. Hoy en día se puede observar en todo su esplendor en la exposición.
La obra consigue acercarnos a la escena, pero también alejarnos. Por un lado, muestra a la chica en su habitación, en un momento de intimidad, y nos convierte (al espectador) en un voyeur… como si estuviéramos ocultos tras la cortina verde.
Artista de lo cotidiano
Durante su vida, la sensibilidad y destreza de la obra de Vermeer apenas llegó a traspasar las fronteras de su ciudad natal, Delft, llegando como mucho a La Haya. Tras su muerte (1675), su obra quedó en el olvido hasta que unos historiadores lo descubrieron en la segunda mitad del s. XIX.
La exposición, simplemente llamada ‘Vermeer’, reúne prácticamente todo el arte del artista reconocido hasta la fecha, donde no faltan obras como ‘Vista de Delft’, ‘La lechera’, ‘La chica de la perla’ o ‘La callejuela’. En esta última obra se une lo cotidiano y lo eterno, y al contemplarlo te traslada a la Holanda del s.XVII.
La cámara oscura de Vermeer
Johannes Vermeer es un gran representante del arte holandés del barroco. En sus lienzos plasmó paisajes de su ciudad, escenas de su casa y de su día a día. Representaba pequeños detalles con gran realismo.
Sus pinturas evocan la luz con efectos sutiles, casi tangibles. A menudo mezclaba la pintura para suavizar los bordes entre las formas, y otras veces dejaba un espacio casi imperceptible. Según la luz en el momento en el que pintaba, transformaba los tonos de los objetos.
Para conseguir tal precisión de los detalles y la luz usaba una cámara oscura, un aparato anterior a la fotografía, que permitía el paso de la luz por un orificio al cual iba acoplada una lente en el interior. Según las investigaciones del Museo Nacional de Ámsterdam fueron los jesuitas quienes enseñaron al pintora usar esta cámara, herramienta que, sin duda, marcó su estilo realista debido a que servía para observar la luz.