Una exposición de Eusebio Sempere (Alicante, 1923-1985), en la madrileña galería Guillermo de Osma -que inaugura el año Sempere conmemorando el centenario del nacimiento del pintor- reúne por primera vez 40 obras, algunas inéditas. Esta recopilación está compuesta principalmente por collages, gouaches y óleos de su época en París. En COOL hablamos con el historiador de arte y galerista Guillermo de Osma durante la presentación. «Este artista es reconocido pero que hay que volverlo a visitar, con más motivo este año, que es el año Sempere, que se inaugura -por cierto- con esta exposición, lo cual es muy bonito y agradable», comenta.
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Hijo del dueño de un taller de muñecas, pese a nacer ciego de un ojo, su vocación artística, le viene desde niño. «Los primeros años en París trabaja durante el día para sobrevivir cargando camiones y envolviendo naranjas, y por las noches crea sus primeros gouaches en su mesa con un flexo…, dice Rosa María Castells , la directora del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, explicando los nada fáciles comienzos del artista, con una cartulina negra. «Esta exposición se centra en los años de París», dice De Osma. «Sempere es uno de los primeros artistas geométricos españoles, muy sui generis, y muy riguroso trabajando».
En su primera época en la capital francesa, que fue financiada con una beca del Sindicato Español Universitario, llevó a cabo un trabajo inclinado a la abstracción e inspirado en la obra de Mondrian, Matisse, Kandinsky o Braque, a quien visitaba en su taller. En ese momento coincidió con otros importantes artistas españoles como Chillida o Palazuelo. «Este trabajo de casi miniaturista, de superponer linea tras linea, es lo que le va a llevar a la escultura», explica De Osma.
Estilo geométrico
Con el paso del tiempo, sus experiencias vitales y las personas que influyeron en su obra -Auguste Herbin, Josef Albers, Sonia Delaunay y la artista cubana Loló Soldevilla, con quien entabló una importante relación personal- le llevaron a separarse definitivamente de la figuración y a desarrollar un estilo puramente abstracto y cada vez más geométrico.
Plasmaba estos conceptos en dibujos sintéticos, estructuras con dos o tres planos superpuestos a modo de celosías y otras composiciones lineales ejecutadas en papel o a través del collage, el relieve y el óleo. Toda esta producción fue un preludio de los móviles y otras esculturas cinéticas que a partir de los años sesenta empezó a producir en metal.
Regresó a España en 1960. Entre 1963 y 1966, Sempere consiguió una beca de la Fundación Ford. Así pudo viajar por Estados Unidos, se inspiró en movimientos como el minimalismo y participó en exposiciones colectivas en el MoMA. En Nueva York se organizó una de sus primeras muestras individuales, en la prestigiosa Bertha Schaefer Gallery.
Tanto su obra escultórica como plástica evolucionó entre lo geométrico, lo cinético y lo óptico con un estilo muy personal que la hacen siempre reconocible.
El método de trabajo de Sempere era muy minucioso y laborioso, creando línea por línea, con su famosa regla, unas superficies sutiles y poéticas, pero contundentes y ricas, donde la interacción de la línea y el color con la luz es de suma importancia. Así, el artista consideraba que sus esculturas eran pinturas en tres dimensiones. «Era un miniaturista», explica el galerista sobre el minucioso trabajo del artista.
Sus estancias en París y Estados Unidos le dieron la posibilidad de emprender, a partir de los años cincuenta, una pausada labor de investigación plástica que culminó en un reconocimiento internacional. Su obra se conserva en algunas de las instituciones más importantes del mundo como el Reina Sofía, el Pompidou, Harvard, el MoMA, la Fundación Juan March o el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca.
Algunas de las obras de esta exposición, provienen de la importante colección del estadounidense Edward Helig. «A mí -si me preguntas-, de esta exposición…, me quedaría con los óleos de la colección de Helig«, comenta el galerista tras un ligero instante pensativo. También se incluyen en esta muestra dos esculturas: ‘Órgano’, giratoria pequeña, que se realizó igual pero a gran escala para la Fundación Juan March, en cuya sede madrileña se encuentra actualmente. Y la popular Reja, pieza de hierro negro que corona la muestra.
Sempere, al igual que otros grandes artistas de la abstracción española, siempre ha estado presente en los proyectos de la galería Guillermo de Osma, que en esta ocasión le rinde un homenaje especial. Hasta el 21 de abril en Claudio Coello 4, Madrid.
