Hablar de Elsa Schiaparelli es hablar de atrevimiento, distinción y creatividad. Es una de las diseñadoras más importantes de la historia al conseguir que la moda fuera entendida como arte. A punto de cumplirse el 50ª aniversario de su muerte, París le rinde homenaje con una exquisita exposición en el Museo de las Artes Decorativas, que estará abierto al público hasta el próximo mes de enero. ‘Shocking! El mundo surrealista de Elsa Schiaparelli’ muestra su fantasía innovadora, su gusto por el espectáculo y su modernidad artística. Es un recorrido por toda su trayectoria, centrándose en la relación que tuvo la diseñadora italiana con algunos de los artistas más relevantes del s. XX.
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Si tienes planeado una escapada a la ciudad de las luces y amas el arte y la moda, esta es una parada obligada. Un total de 520 obras se exhiben de manera cronológica dentro del Museo de las Artes Decorativas de París. Casi trescientas de ellas son diseños y pertenencias de Elsa Schiaparelli, el resto son pinturas, esculturas, joyas, fotografías… de sus amigos y artistas como Dalí, Picasso, Andy Warhol o Jean Cocteau.
El poeta Jean Cocteau regaló dos dibujos a Elsa, a quien consideraba «la más excéntrica de todas las creadoras», y la diseñadora los trasladó a un abrigo de noche y una chaqueta de traje de la colección de 1937.
Un cuello creado con la técnica del trampantojo con juego de transparencias, apliques y bordados. Esta prenda es un ejemplo del espíritu libre de la diseñadora.
Amiga del dadaísmo y el surrealismo
Para entender el mundo de Elsa Schiaparelli hay que remontarse a sus orígenes. La diseñadora creció en un mundo vinculado a la cultura y las ciencias, y pronto entabló amistades con artistas de movimientos como el dadaísmo y el surrealismo. Animada por sus colegas, a principios de los años 20, inauguró una boutique en París que estuvo abierta hasta 1954.
Siempre a contracorriente y lejos de las convenciones, sus creaciones siempre estaban más cerca de lo artístico que de lo funcional. Junto con Dalí, Schiaparelli creó sus piezas más icónicas, como el sombrero con forma de zapato o el Lobster Dress.
Coco Chanel hablaba de Elsa Schiaparelli como «la artista italiana que diseña ropa». Sus creaciones siempre eran llamativas, llenas de detalles e innovadoras en cuanto a patronaje. Creó un nuevo lenguaje que tenía mucha teatralidad.
El legado Schiaparelli
Diego Della Valle compró la firma en 2012 y resucitó el espíritu Schiaperelli gracias al fichaje de Daniel Roseberry como director creativo. Roseberry asegura que la diseñadora «fue una maestra de la modernidad, su trabajo refleja el caos y la esperanza de la turbulencia era que vivió».
En la colección de Alta Costura de 1951, Schiaparelli usó el plisado para crear efectos gráficos con sorprendentes combinaciones de colores y contrastes de materiales