Allende GL, Allende Gónzález-Lacarra, es una de las artistas del momento. Y no sólo eso: es artista y periodista. Pero lo que de verdad le representa, por su mente creativa y porque le provoca felicidad, es sin duda la faceta de artista. Hasta hace unos días podíamos disfrutar de su arte en el espacio Espattio, en la calle Monte Esquinza, una exposición que ha ampliado su zona de confort ya que hacía mucho tiempo que no conectaba con la calle. ¿Cómo son sus pinturas? De sensaciones, de sus aprendizajes, de lo que es ella. De la exposición, de sus inicios, hemos hablado con esta pintora riojana. Vamos a conocer más a Allende GL.
Tres profesiones diferentes
Pregunta: Eres arquitecta y periodista, dos profesiones que considero creativas… Tienes una mente prodigiosa, ¿con qué profesión te identificas más y por qué estas dos carreras?
Respuesta: (Risas) Para nada (risas), pero muchísimas gracias, de verdad. Yo creo que lo que tengo es una mente muy inquieta; me gusta mucho estudiar, formarme, aprender cosas nuevas… Siempre me ha interesado mucho todo lo relacionado con el mundo del arte, los espacios, los volúmenes, las formas… y la capacidad que estos tienen de influir en nosotros. Creo que entender un poco más sobre esta relación fue lo que me llevó a estudiar Arquitectura, y al poco tiempo me di cuenta de que una de las cosas que más me fascinaba de este vínculo es que no es más que una forma de comunicación del espacio con nosotros y de nosotros con el espacio, de contarnos una historia, y decidí que era el momento de investigar en esa dirección. Ambas carreras me encantaron y creo que las dos me han ayudado mucho a comprender qué quiero contar y cómo lo quiero contar.
P: A estas dos profesiones hay que añadir la de artista… De las tres, ¿cuál te hace más feliz?
R: Mi día a día, desde hace ya varios años, lo ocupa por completo la pintura, es donde he encontrado la mejor manera de combinar ambas formas de expresión, aunque el periodismo y la arquitectura siempre formarán parte de mí.
P: ¿Qué crees que te ha aportado estudiar cosas tan diferentes? ¿Qué es lo mejor de cada una de ellas?
R: Creo que sobre todo me ha ayudado a tener una visión muy amplia de cómo nos relacionamos con el entorno que nos rodea, con el mundo de la belleza, con la historia… pero también me han ayudado a abordar la realidad desde una perspectiva práctica y funcional, algo que para una persona como yo, idealista y soñadora por naturaleza (risas). Resulta un contrapunto tremendamente útil. Y por supuesto ambas carreras, especialmente quizás Periodismo, que la comencé cuando estaba ya trabajando, me han forjado una capacidad de esfuerzo y de trabajo que me acompañan en cada cosa que hago. Si tuviese que resumir todo lo aprendido en estos años sería: «No te conformes, sigue buscando, porque todas las experiencias son aprendizajes que van configurando quien eres, por eso, sea lo que sea lo que estés haciendo en este momento, hazlo siempre lo mejor que puedas y con la mejor actitud posible, y acabarás encontrando tu camino».
Acuarelas desde pequeña
P: ¿Has pintado desde siempre?
R: Sí, desde pequeña siempre me ha encantado pintar, así que mis padres me apuntaron a clases de acuarela con 5 o 6 años, y ya nunca dejé de pintar.
P: ¿En qué momento decides que tu camino es el de ser artista?
R: Lo cierto es que no estaba en mis planes, nunca pensé «quiero ser artista», yo pintaba para mí, porque me hacía feliz, pero cuando era más pequeña nunca me lo planteé como una forma de vida, hasta que llegó un día en que el volumen de encargos fue tal, que resultó imposible compaginarlo con nada más, por lo que más que una decisión me gusta pensar que fue la propia pintura la que se reivindicó, y por supuesto la gente que me apoyó y confió en mí desde el principio, muchos sin conocerme de nada. Ellos sin saberlo fueron quienes me mostraron el camino y me llevaron a estar donde estoy hoy, y les estoy tremendamente agradecida.
Estilo e inspiración
P: ¿Cómo describirías tu estilo de pintar y tus cuadros?
R: Al igual que un espacio tiene la capacidad de influir en nosotros, una obra también tiene el poder de llevarnos hasta un determinado lugar, a una sensación… Me gusta que mis cuadros ayuden a quienes los contemplan a conectar con una parte de su ser que siempre está en equilibrio, en paz, en calma. Por lo que me gusta la idea de que mis obras no solo hablan de mí, si no que también dicen mucho de quien las contempla.
P: ¿Qué te inspira?
R: Me inspira el mundo de las ideas y de la sensaciones, que mis cuadros tengan algo que contar, que te hagan reflexionar pero siempre desde una perspectiva que aporte algo positivo al espectador. Por ejemplo, en mi última exposición, Dharma, he tomado como punto de partida este concepto que les enseñan a los niños desde pequeños en diferentes países del sudeste asiático, que quiere decir que la forma más directa de llegar a la felicidad es buscando en tu interior aquello que más fácil te resulta hacer a ti de manera natural, y ver de qué manera eso puede ayudar a los demás. Por lo que toda la expo se planteó como un recorrido -buscar, encontrar y compartir- para tratar de conectar con tu Dharma, tu propósito de vida.
P: Hace poco has expuesto en la calle Monte Esquinza, en Espattio, y hacía mucho tiempo desde la última vez… ¿qué supone desnudarte así y conectar con el público de manera tan cercana?
R: Lo cierto es que acostumbrada a mi forma de trabajar en el estudio -tan individual y tan del tú a tú-, salir a la calle es salir totalmente de mi zona de confort, pero merece la pena, porque al final es una ocasión de reunir a tu amigos, a tu familia y a la gente que te apoya, y celebrar con ellos una nueva etapa, y eso siempre es emocionante. Además que la gente pueda ver las obras en persona es algo que me hace mucha ilusión, porque la sensación cambia totalmente, y el poder estar ahí, y pasar un rato hablando y recibir todo el cariño que he recibido de la gente ha sido maravilloso, estoy muy agradecida.
P: ¿Y qué sientes cuando te enfrentas a un lienzo en blanco?
R: Depende de cómo haya sido el trabajo de introspección previo, si tengo claro qué es lo quiero contar y cómo lo quiero contar, la sensación antes de comenzar siempre es de emoción y ganas, pero hay veces que me surgen dudas y me puedo pasar horas tratando de ver cuál es la mejor manera de plasmar sobre el lienzo eso que tengo en la cabeza, por lo que en esos casos lo que más me funciona es alejarme de la obra y volver cuando haya vuelto a conectar con ese sentimiento de paz que hace que las cosas fluyan de manera natural.
Pasado y futuro
P: ¿A qué pintores admiras?
R: Soy una gran amante de los clásicos, creo que en esto tiene mucho que ver mi madre, desde pequeña me ha enseñado a admirar el trabajo de pintores como Murillo, Velázquez, Sorolla, Turner… aunque también me fascinan otros pintores como Rothko, Hilma Af Klint o Zóbel.
P: ¿Con qué nos vas a sorprender ahora?
R: Ahora estoy inmersa en algunas de las obras de mayor formato que he pintado nunca, y me está encantando la experiencia, estoy deseando terminarlas y compartirlas, pero en líneas generales me gustaría seguir evolucionando, creciendo y explorando, aunque siempre sin perder mi esencia, que aunque las obras crezcan y evolucionen conmigo, que siempre haya un algo invisible que las mantenga unidas.