Cristóbal Balenciaga es uno de los diseñadores de moda ahora mismo… Pero es que ya lo fue en los años 50. Para muchos es el creador más importante de la historia de la moda, y para muchos es un gran desconocido. Sabemos la historia de Gabrielle Chanel o de Christian Dior, pero hay quien ve desfilar el nombre de Balenciaga sobre la pasarela y desconoce que el que dio nombre a su firma nació en el pueblo de pescadores de Guetaria. Fiel a su esencia, los diseñadores antes mencionados veneraban y admiraban su trabajo. Por esa razón, y alguna más, la periodista y escritora María Fernández-Miranda acaba de publicar ‘El enigma Balenciaga’ con Plaza y Janés. Vamos a conocer más de su historia.
Pregunta: No es tu primer libro… ¿Qué diferencias encuentras con los anteriores? ¿Es más difícil narrar la vida de una persona que imaginar o soñar con otras vidas?
Respuesta: «No madres. Mujeres sin hijos contra los tópicos» era un trabajo muy periodístico, en el que combinaba la entrevista y el reportaje. Con «El verano que volvimos a Alegranza», mi novela, me volqué totalmente en la ficción. En «El enigma Balenciaga» hay un poco de todo. Por un lado, recreo de manera narrativa ocho escenas clave en la vida y la obra del maestro; por otro lado, incluyo declaraciones, datos y anécdotas reales fruto de la investigación que he llevado a cabo para afrontar este proyecto. Y sí, es más difícil enfrentarte a un personaje que existió de verdad, porque debes ir con mucho tiento para no desvirtuar su figura.
P: ¿Por qué Cristóbal Balenciaga ha sido el elegido para protagonizar este último libro?
R: Es un personaje que siempre me ha generado mucha curiosidad. Lo sabemos casi todo sobre Christian Dior y Coco Chanel pero Cristóbal Balenciaga siempre ha permanecido más oculto, a pesar de que, como reconocían los propios Dior y Chanel, profesionalmente era muy superior a ellos.
P: Muchos jóvenes conocen la firma Balenciaga y compran accesorios y lucen sudaderas, y sin embargo, desconocen que el diseñador fue español… ¿Este libro es también para ellos?
R: Sí, totalmente. Me encantaría que todos esos jóvenes que hoy en día se mueren por tener unas zapatillas de Balenciaga leyeran el libro para conocer el origen de esa marca que veneran, para descubrir que hubo un chico salido de un pueblo español de pescadores que acabó cambiando el curso de la historia de la moda. Me parece un gran ejemplo para las nuevas generaciones: Cristóbal Balenciaga es la demostración de que, al final, lo que importa no son las apariencias, sino defender tu propia esencia.
P: ¿En quién has pensado a la hora de escribirlo? ¿Es solo una lectura para gente de la industria?
R: ¡Todo lo contrario! No es un libro pensado para expertos, sino dirigido al público general. Ya existen magníficas publicaciones especializadas (las de Miren Arzalluz, Pamela Golbin, Marie-Andrée Jouve…) sobre Balenciaga. Ni siquiera hay que ser aficionado a la moda para leer mi libro, porque Cristóbal es un personaje que engancha. Cuando sabes un poco sobre él, quieres saber cada vez más y más.
P: Supongo que habrás investigado mucho para conocer aun más la figura del creador… ¿Qué ha sido lo que más te ha sorprendido? ¿Cómo ha sido esa investigación?
R: He leído prácticamente todos los libros que se han escrito sobre él y hasta la tesis doctoral que sobre su trabajo presentó la investigadora Ana Balda. Y me he pasado muchos viernes por la tarde encerrada en la Biblioteca Nacional para repasar las crónicas periodísticas de su época. También he visto reportajes de televisión y documentales, he visitado su Museo en Guetaria… Y he entrevistado a varias personas conocedoras de su trayectoria, desde los diseñadores Lorenzo Caprile, Fernando Lemoniez, Stéphane Rolland y Rosa Clará hasta clientas como Sonsoles Díez de Rivera y Carmen Martínez-Bordiú, además del comisario de exposiciones de moda Eloy Martínez de la Pera, compañeros periodistas… Lo que más me ha sorprendido es el enorme respeto que despierta Cristóbal Balenciaga entre todos aquellos que se han acercado a su obra.
P: ¿Por qué Balenciaga no ha sido tan reconocido en nuestro país cuando hasta Coco Chanel le enaltecía?
R: Supongo que debido a que él mismo no quería trascender. Pero también creo que los españoles no defendemos lo nuestro tan bien como lo hacen los franceses.
P: ¿Podrá haber otra historia como la de Cristóbal Balenciaga en el mundo de la moda?
R: Ojalá. Le he dedicado mi libro a mi ahijado Álvaro, que tiene 11 años y cuando se queda a dormir en mi casa me la deja inundada de bocetos de diseños de moda que se inventa él mismo. Hay que fomentar el lado creativo de los niños y no llevarles únicamente a extraescolares de fútbol o inglés. Cristóbal Balenciaga probablemente no habría llegado a nada si no se hubiera topado a los 12 años con una marquesa que se dio cuenta de su talento y le envió a formarse a una sastrería de San Sebastián.
P: Con los diseñadores que hay en la industria… ¿Crees que hay alguien con su visión?
R: Stéphane Rolland es uno de los que mejor defienden su legado. Cuando le entrevisté, me comentó que Balenciaga era su brújula.
P: ¿Tu experiencia en revistas de moda te ha servido a la hora de escribir?
R: Desde luego. He ocupado cargos de responsabilidad en Yo Dona, Elle y Cosmopolitan, y esa experiencia me ha ayudado a entender mejor el mundo de la moda. Se tiende a ver este ámbito como algo frívolo, pero, como decía Cecil Beaton, «el que ignora la moda se ignora a sí mismo».
P: ¿Cómo definirías al diseñador?
R: Hay muchos adjetivos que podemos adjudicarle sin miedo a equivocarnos: temperamental, elegante, religioso, ambicioso, metódico, perfeccionista, generoso… Y muy enigmático, de ahí el título de mi libro.
P: ¿Qué querías conseguir con este libro?
R: Que los lectores se enamoren de Cristóbal Balenciaga tanto como yo me he enamorado de él.