Blanca Pons-Sorolla publica Sorolla íntimo, un libro que incluye cartas y pinturas inéditas de su bisabuelo Joaquín Sorolla. Es algo así como una ventana al alma del pintor, donde los rayos de su arte iluminan no sólo sus lienzos, sino también las cartas, gestos y momentos cotidianos que marcaron su vida. Una obra de edición limitada que celebra al genio valenciano en su faceta más personal. Fruto de una colaboración exquisita entre Artika, el Museo Sorolla y Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del artista, esta colección nos transporta al mundo privado del pintor, donde el arte y la familia se entrelazan. Hablamos en exclusiva con Blanca para conocer de cerca a su bisabuelo, el célebre pintor.
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El lanzamiento de Sorolla íntimo, que coincide con el centenario del fallecimiento del pintor, se presenta como un homenaje imprescindible para comprender su legado.
La edición de Sorolla íntimo está limitada a 2.998 ejemplares numerados a mano, lo que lo convierte en una pieza de coleccionista única. La obra está compuesta por: Un libro de arte, que incluye 71 dibujos, muchos de ellos inéditos. Un estudio riguroso con textos y análisis de Blanca Pons-Sorolla y un equipo de especialistas, y un facsímil del epistolario que reproduce cartas inéditas que Sorolla escribió a su esposa Clotilde.
«Sorolla quería trasladar a través del lápiz, la pluma, el pincel, todo aquello que le emocionaba»
Blanca Pons-Sorolla, bisnieta del maestro y presidenta de la Comisión Permanente de la Fundación Museo Sorolla, destaca cómo esta obra conecta con la esencia más profunda del pintor:
«Estoy convencida de que no es necesario que yo se lo desvele, que cualquiera que vea esta obra será capaz de entender el cariño que Sorolla tiene por los suyos y la habilidad de transmitirlo a través de sus obras».
El libro recopila 71 láminas de dibujos íntimos y cotidianos, muchos inéditos, seleccionados tras un riguroso proceso de trabajo conjunto entre expertos como Inés Abril y Mónica Rodríguez Subirana, investigadoras de la Fundación Museo Sorolla.
«Estamos hablando de los 5.000 dibujos que se conservan en el museo. Yo colaboré mucho con ellas y conocíamos bien el material con el que contábamos cuando abordamos esta selección, que no fue nada fácil», detalla Blanca.
Estos dibujos muestran a Sorolla capturando momentos efímeros de la vida familiar con lápiz y pincel, plasmando con una espontaneidad única miradas, juegos y gestos de su esposa Clotilde y sus tres hijos, María, Joaquín y Elena.
«Dibujar, como pintar, era un impulso irreprimible en Sorolla. Quería trasladar a través del lápiz, de la pluma, del pincel, todo aquello que le emocionaba, que le llegaba al alma, que le sorprendía», explica Blanca.
«Las cartas nos permiten conocer a Sorolla y entender su pasión por la pintura y por su familia»
Otro tesoro que incluye la colección es el epistolario entre Joaquín y Clotilde. A través de estas cartas, cargadas de amor y complicidad, podemos conocer a un Sorolla apasionado, no sólo por su arte, sino también por su familia.
«Las cartas nos permiten conocer a Sorolla y entender su pasión por la pintura y por su familia. Eso ayuda a que entendamos con mayor amplitud su obra», afirma Blanca.
Esta correspondencia, que abarca tres décadas, revela también la dedicación de Clotilde hacia su esposo, quien le facilitó las condiciones para que él pudiera centrarse plenamente en su pintura. Blanca comenta que conoció esas cartas y su contenido en la segunda parte de la década de los años 80. «Las leí acompañada por mi padre en su despacho entonces en el Museo Sorolla, en los que fueron sus últimos años de lucidez, y descubrí las facetas humanas de ambos…».
Reconoce que lo que más le sorprendió fueron las cartas de su bisabuela. «Era discreta, trabajadora, ordenada y se dedicó a facilitar la vida a su marido desde que se casaron para que pudiera dedicarse al cien por cien a la pintura, que era su gran pasión», señala.
«No es sólo ver; también es necesario saber lo que piensa como hombre y como pintor»
Más allá de la técnica y el color, Sorolla íntimo ofrece una dimensión emocional y personal al legado del artista. Según Blanca:
«Son las miradas, los gestos, los juegos arrebatados de su intimidad lo que representan estos dibujos bellísimos sobre su familia. No es sólo ver; también es necesario saber lo que piensa como hombre y como pintor, sus luchas y fracasos, sus éxitos… en eso los epistolarios son fundamentales».
Con esta obra, el maestro de la luz no sólo nos deslumbra con su habilidad artística, sino que nos invita a conocer su corazón, donde el arte y la familia siempre ocuparon un lugar inseparable.
Como hemos comentado al principio, Blanca es presidenta de la Comisión Permanente de la Fundación Museo Sorolla y bisnieta del artista, y a la pregunta de cómo ha influido esta conexión familiar en su vida y carrera, contesta: «En relación con el arte, tengo claro que hay varias cosas fundamentales: la formación, el trabajo y el amor por lo que haces. A nivel familiar, ojalá todo el mundo pudiera encontrar y disfrutar de su media naranja toda la vida…».
