«La Galería de las Colecciones Reales es el proyecto museístico más importante en España en décadas», explican desde Patrimonio Nacional. Lo que explica la envergadura de una colección que se ido gestando durante cientos años… Rey tras rey, monarca tras monarca. Eso sí, hasta llegar a nuestros días así no ha tardado tanto, pero casi, porque el trabajo de restauración que se ha hecho por los empleados de Patrimonio Nacional ha sido exhausto. ¿El resultado? Unas colecciones maravillosas que, según explican, se disfrutan en dos horas. Hacemos spoiler: para comprobar la belleza y la importancia de todo lo que vamos a encontrar… Se necesita mucho más.
Todo comenzó después de la Segunda República, es en este momento cuando surge la idea, pero no se retomó hasta 1998. Es entonces cuando Patrimonio Nacional empieza a restaurar libros, mapas, tapices, armaduras, carruajes, cuadros… De la época, sobre todo, de los Austrias y de los Borbones. De hecho, es un reflejo de la labor que hace, precisamente, Patrimonio Nacional. Las Colecciones Reales son fruto del trabajo de unas personas que llevan años y años cuidando el patrimonio del país. Ahora esas 650 piezas -de los últimos cinco siglos-, que estaban guardadas, salen a la luz para el disfrute de todos nosotros.
Y según nos cuentan trabajadores de Patrimonio, no está todo fuera, pero sí encontramos fantásticas piezas destacadas que merece la pena dedicar unos cuantos minutos: el único carruaje negro del mundo de la época de los Austria, el cuadro de Louis Michael van Loo, de Isabel de Farnesio, de 1737; la silla de manos de la Reina Bárbara de Braganza, el cuadro del caballo blanco de Velázquez, de entre 1634 y 1638; la armadura de Mülhberg del rey Carlos V -de pequeño tamaño, claro, era la época-, la epatante escultura del arcángel San Miguel venciendo al demonio… Obra de Luisa Roldán, la primera mujer escultora de la Corte. Todo esto forma parte de ese tesoro por descubrir que son las Colecciones Reales.
¿Y algo que es mucho más antiguo? El edificio salvaguarda el origen de Madrid. Quizá esta sea la mejor manera de empezar el recorrido. ¿Nuestra recomendación? Disfrutar del Patrimonio de nuestro país muy poco a poco. Quizá una primera visita, para ver todo el recorrido, y centrarse sobre todo en la exposición temporal ‘En movimiento’, con algunos de los carruajes más bellos de Patrimonio. Después, una visita a los Austrias. Y en la tercera, una visita a los Borbones y un paseo por el Campo de Moro, al que se tiene acceso directo por la planta más baja. La Galería de las Colecciones Reales, estamos seguros, batirá récords de visitas, pues cuando fuimos -un jueves a horas intempestivas- estaba repleto de madrileños y extranjeros curiosos. No hay excusa para no sentirse orgulloso de nuestro Patrimonio.
