El icónico Museo Reina Sofía y la Fundació Antoni Tàpies han organizado una de esas exposiciones que no nos podemos perder. Recién estrenada, el museo madrileña alberga una de las muestras más importantes de este artista catalán. En la exhibición podremos disfrutar de 220 obras, que no solo surgen de museos de todo el mundo, también de casas y colecciones privadas… Que probablemente, en algunas ocasiones, no han visto antes la luz. ‘Antoni Tàpies: la práctica del arte’ es la exhibición más grande que se ha realizado del artista hasta la fecha. Obras que van desde 1943 hasta el 2012, año en el que falleció. Nos vamos al museo.
Quién era
Pero antes de todo, aunque resulte una obviedad, ¿quién era Tàpies? Nos responden desde el Museo Reina Sofía: «Era un artista autodidacta, gran melómano y bibliófilo, Tàpies escribió y reflexionó con profusión sobre la condición humana, su situación histórica y la práctica artística, especialmente sobre los límites y contradicciones de la pintura».
¿Y cómo era su obra? «Sus inicios están marcados por la herencia de las vanguardias históricas y su vinculación, hasta principio de la década de 1950, con el grupo vanguardista catalán Dau al Set. A partir de entonces, Tàpies inicia una prolongada etapa de experimentación con la materia —caracterizada por el uso de materiales ajenos a la práctica artística como el polvo de mármol o el cemento— que le otorga el reconocimiento internacional», desarrollan.
Hay quien no sabe que Tàpies, por un grave enfermedad pulmonar de joven, empezó a copiar dibujos de Van Gogh o Picasso, a realizar autorretratos, a inspirarse en Matisse. El arte fue su refugio durante esos años… Lo que marcó su obra, siendo esta introspectiva. Siendo ya un artista más maduro, Miró o Paul Klee le influyeron, configurando la primera etapa artística. Pocos años después, en 1948, se une junto a otros artistas para formar el grupo vanguardista antes mencionados: Dau al Set.
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La vida de Tàpies
Tiempo después es becado en París y ahí es cuando conoce a Picasso, que le inspiró en esos primeros años. Es en esos años cuándo él empieza a reflexionar sobre lo que ocurre en el mundo, ese movimiento político propio de sus obras… Y así sucesivamente, porque la vida de Tàpies, y su obra, es una continúa evolución. En los últimos años, antes de morir, le inspiraba la melancolía. Cada etapa tiene sus musas.
«‘La Práctica del Arte’ no sólo recoge una selección de la obra pictórica de Tàpies, también pone de relieve la importancia de sus trabajos sobre papel y cartón, que quizás no han recibido aún la atención que merecen en el conjunto de su producción. Según el propio artista, a través del dibujo y del grattage pudo emprender una pintura exenta de pincelada que se escribió e inscribió en el soporte», explican desde el museo. Por lo que en esta exposición no solo hacemos un recorrido por sus obras, vemos algunas antes no expuestas, pero también técnicas a las que no se les dio la importancia en su momento. Tenemos hasta el inicio del verano para disfrutarla.