El ‘stiletto’ perfecto existe, por Raquel Oliva

Foto: Isabel Abdo
Foto: Isabel Abdo
  • Raquel Oliva
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El stiletto, o zapato de tacón de aguja, se ha convertido, sin ningún tipo de duda, en la expresión de máxima feminidad en calzado y no es para menos. Con este tipo de zapato, que ocupa un lugar privilegiado en cualquier vestidor, conseguimos no solo crear looks con una elegancia de ensueño, también conseguimos estilizar la figura, alargar la silueta y crear un auténtico efecto de piernas kilométricas, ¿quién puede resistirse?

Ni las grandes firmas han podido caer rendidas ante los también llamados salones, que tradicionalmente han sido un signo de nobleza, poder y riqueza. Son muchas las grandes marcas que han apostado por el stiletto como eje central de sus colecciones. De hecho, fue Roger Vivier en la década de los 50 quien tras trabajar junto a Christian Dior en su primera colección, encumbrando este tipo de zapatos.

La unión de ambos genios en 1952 hizo posible el nacimiento del llamado “stiletto de Vivier”, con un largo recorrido por las grandes y principales capitales de moda. Un término, stiletto, que traspasa fronteras y se sigue utilizando en medio mundo.

Foto: Raquel Oliva
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O lo amas o lo odias…

Foto: Raquel Oliva
Foto: Raquel Oliva

Casi 70 años después este icono de la moda ha estado dentro y fuera de ella. En los años 50, los stilettos de 10 centímetros encontraron a su influencer perfecta para darse a conocer en todos los niveles. Marilyn Monroe manejaba y combinaba como nadie estos salones, que le permitieron perfeccionar su famoso y seductor caminar.

Con la llegada de los 60 apareció el revestimiento aspiracional de Hollywood, dando paso a la accesibilidad, convirtiéndose el zapato de tacón de aguja en la elección preferida por la mayoría del público femenino.

Pero la década de los 70 dejó al stiletto fuera de la moda… El movimiento feminista los rechazó y ridiculizó por considerarlos un calzado que no solo les resultaba incómodo, si no que les entorpecía el movimiento…

Con la llegada de los 80 el stiletto resurgió y, finalmente, volvió para pisar aún más fuerte con la serie de culto “Sexo en Nueva York” (Sex and the city), con la gran Sarah Jessica Parker, en su papel de Carrie Bradshaw, como perfecta embajadora, tal y como ocurriera casi cuarenta años antes con Marilyn Monroe.

En la actualidad, el stiletto se mantiene como un básico de las mejores pasarelas. Un sello de identidad de diseñadores como Jimmy Choo, Oscar de la Renta y, por supuesto, Christian Louboutin, que en 1993 añade la suela roja, detalle que hoy define su marca.

En nuestra memoria, siempre quedarán creaciones como las botas de Armadillo de 30 centímetros de la colección de Alexander McQueen de Primavera-Verano 2010. Sus botas fetiche que no solo figuran entre las creaciones más notables de genio, también porque Lady Gaga y Daphne Guinnes, que las lucieron fuera de la pasarela, resaltaron la improbable comodidad, además de su inestable inclinación.

Stilettos made in Spain

Stilettos de ISABEL ABDO
Stilettos de ISABEL ABDO

Pero si encontramos referentes internacionales especializados en este tipo de calzado cuyo tacón suele oscilar entre los 2,5 y los 12 cm de altura, en el plano nacional llega una nueva firma que ha nacido de la debilidad de su diseñadora por los salones.

Con su inspiracional lema love one, love them all, Isabel Abdo, profesional y amante del mundo de la moda, lleva más de 30 años dedicándose a su gran pasión.

Desde un punto de vista tanto profesional como personal lanza su marca que nace con una pretensión clara, conseguir que toda mujer pueda acceder a unos buenos tacones con unos precios accesibles. Y, además, que el precio de estos zapatos no impida que sean de primer nivel.

Un calzado atemporal, que no es presa de la moda pasajera y que, además, por su diseño aporta un increíble poder de transformación, consiguiendo que un look simple y aburrido puede convertirse en sexy y sofisticado.

Isabel Abdo consigue crear una colección ideal para utilizar las 24 horas del día durante los 7 días de la semana. La clave para conseguirlo está en encontrar la forma de dar apoyo al arco del pie, quitando la presión de los dedos y el talón, con lo que se permite que el zapato se mueva con el cuerpo y no contra de este.

Y, ¿cómo consigue Isabel hacerlo posible? Entre otras razones gracias a su elaboración artesanal, con materiales de primera calidad. Cada stilleto de la colección está realizado con la mejor horma posible, fruto de la experiencia de la diseñadora, que, además, se encuentra reforzado para conseguir alcanzar el máximo confort.