Si a estas alturas aún no te has enterado de que Zara celebra su 50 aniversario, es que no eres de este mundo. La firma gallega más internacional, emblema del fast fashion reconvertido en aspiración, ha querido marcar su medio siglo de vida con una declaración de estilo tan ambiciosa como rotunda. Para ello ha contado con el legendario Steven Meisel, uno de los fotógrafos de moda más influyentes de todos los tiempos, que ha dirigido un fashion film protagonizado por 50 supermodelos de distintas generaciones para hablar de su pasado y presente. Un pasado marcado por grandes hitos, como que vistió los Premios Oscar de 2023. ¿Lo recuerdas?
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El casting del fashion film es simplemente histórico: Naomi Campbell, Linda Evangelista, Carla Bruni, Amber Valletta, Marisa Berenson o Cindy Crawford, entre muchas otras, desfilan con la elegancia de los iconos para rendir homenaje a una marca que ha sabido evolucionar sin perder su esencia. El resultado es una pieza visual poderosa que celebra el estilo sin necesidad de discursos ni artificios. Un mensaje claro: Zara no es sólo una marca de moda, es parte del imaginario global del estilo contemporáneo.

Zara ha sabido conquistar el mundo desde su Galicia natal hasta el corazón de las grandes capitales de la moda. Con más de 2.000 tiendas en casi un centenar de países, su facturación alcanzó los 23.761 millones de euros en 2023 y 38.632 millones de euros en 2024, lo que supone un crecimiento del 7,5% respecto al año anterior. Su estrategia, basada en la rapidez de respuesta, el control del ciclo de producción y una estética cada vez más depurada, ha hecho que el gigante fundado por Amancio Ortega se mantenga en lo más alto del juego de la moda durante décadas.
Vistiendo al ‘backstage’ de Oscar
Y aunque conocemos de sobra sus logros empresariales, su revolución en los procesos logísticos o su capacidad de anticiparse a las tendencias, hay un detalle que quizás se nos haya escapado: Zara se coló en los Premios Oscar. Y no hablamos de una colaboración con celebridades o una colección cápsula con diseñadores de renombre.
En 2018, en la 90ª edición de los Premios Oscar, fue la encargada de vestir al equipo que trabajó entre bambalinas durante la gala. Más de 500 personas forman parte del personal técnico y de producción que hace posible este gran evento, y fue Zara quien diseñó y proporcionó los uniformes para todos ellos.

La noticia se conoció pocas horas antes del inicio de la ceremonia, cuando la propia marca lo anunció a través de un tuit en su cuenta oficial: «Zara se complace de haber colaborado con la Academia para vestir al equipo del backstage en los Oscar de esta noche». La firma acompañó esta colaboración con la publicación de tres imágenes de los diseños seleccionados: vestidos midi elegantes y funcionales que, en ese momento, aún no estaban disponibles en su tienda online.
Aunque no fue una aparición convencional, esta colaboración supuso un reconocimiento importante al estilo y la proyección global de Zara, que logró estar presente en uno de los eventos más mediáticos del mundo de la cultura y el espectáculo, reafirmando su capacidad para integrarse en contextos sofisticados sin renunciar a su identidad.

Este movimiento confirmó lo que muchos dentro del sector ya intuían: Zara había cruzado la frontera entre el prêt-à-porter y la aspiración. Ya no se trataba solo de vestir a millones de personas con ropa accesible y de tendencia, sino de crear piezas capaces de dialogar con el lenguaje del lujo, sin el precio ni la ostentación.
La Reina Letizia, la mayor embajadora de Zara
Si hay una figura pública que ha contribuido, sin proponérselo, a reforzar la imagen de Zara como símbolo de elegancia accesible, esa ha sido la Reina Letizia. A lo largo de los años, la monarca española ha demostrado que el estilo no entiende de precios ni etiquetas, y ha lucido en repetidas ocasiones prendas de la firma gallega.
Letizia ha elegido Zara tanto para actos institucionales como para momentos más informales, y cada una de esas apariciones ha generado titulares y agotado existencias en cuestión de horas. Uno de los ejemplos más recordados fue su vestido rojo que llevó en la entrrga de Las Medallas de Oro al Mérito en Las Bellas Artes. Se trataba de un diseño de la colección Zara x Narciso Rodriguez que desapareció de las tiendas en tiempo récord.

El efecto Letizia ha sido clave para consolidar el posicionamiento de Zara como una firma que equilibra tendencia, calidad y asequibilidad, capaz de vestir desde reinas hasta ciudadanas anónimas con la misma naturalidad.
El nuevo lujo del siglo XXI no sólo se mide por etiquetas o exclusividad, sino por el impacto, la estética y la narrativa. Y Zara, con su 50 aniversario como excusa, ha logrado contar una historia que combina legado y modernidad.