La manicura semipermanente parecía intocable… Hasta que Bruselas ha puesto fecha de caducidad a dos de sus ingredientes estrella. El 1 de septiembre la Unión Europea ha vetado el uso del TPO y la DMTA, dos compuestos habituales en esmaltes y geles que ahora se clasifican como potencialmente peligrosos. ¿Significa esto el fin de las uñas perfectas y duraderas? Nada más lejos. Para saber cómo respira el sector y qué futuro aguarda a nuestras manos, hablamos con Reyes González, fundadora de Selvarrosa, un oasis de belleza entre Justicia y Chueca, y con el equipo de Arpías, firma que nació con la misión de dignificar el cuidado de las uñas. Entre la prudencia, la ciencia y la oportunidad, ambas voces explican por qué el semipermanente sigue vivo… Y más seguro que nunca.
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El 1 de septiembre no mató la manicura semipermanente
La Comisión Europea clasificó el TPO y la DMTA como sustancias CMR, es decir, potencialmente cancerígenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción. Estudios recientes apuntan a que la exposición continuada podría acarrear riesgos para la salud, especialmente entre profesionales que manipulan estos productos a diario. La normativa, publicada en mayo, fijó el 1 de septiembre como fecha límite para retirar del mercado cualquier esmalte que los contenga.

«La prohibición de las sustancias TPO y DMTA no nos ha pillado por sorpresa», Reyes González, fundadora de Selvarrosa
Ubicado entre Justicia y Chueca, Selvarrosa es mucho más que un salón de uñas. «Aspiramos a ser un espacio de referencia para todo el que desea cuidarse», resume Reyes González, responsable del centro. Cuando los titulares sobre la prohibición acapararon la prensa, sus clientas comenzaron a preguntar. Reyes responde sin titubeos:
«La prohibición de las sustancias TPO y DMTA no nos ha pillado por sorpresa. Desde mayo, cuando la Comisión Europea aprobó la ley, contactamos con los fabricantes para conocer de primera mano la situación. Las firmas con las que trabajamos son líderes en el sector y nos confirmaron que desde hace tiempo no incluyen estas sustancias en sus productos».

En Selvarrosa, explican, la seguridad es un pilar irrenunciable. «Nosotras apostamos por productos de máxima calidad y es fundamental la seguridad tanto para nuestros clientes como para nuestros trabajadores», enfatiza Reyes. La noticia, lejos de generar alarma, ha reforzado su estrategia:
«Es normal que, al publicarse ahora, haya clientas que nos pregunten por los ingredientes. Pero pueden estar tranquilas: seleccionamos siempre a los mejores proveedores, que cumplen con todas las normativas».
La responsable detalla el papel de estos compuestos: «El TPO es un fotoiniciador que hace que el esmalte se seque y endurezca bajo la lámpara LED. El DMTA ayuda al esmalte a adherirse mejor sobre la uña, evitando que se levante». Aun así, la transición ha sido fluida: «Llevamos más de un año trabajando con esmaltes libres de esas sustancias y la calidad y el resultado final es el mismo».

«Si se prohíbe es porque existen riesgos, en usuarios esporádicos pueden darse irritaciones cutáneas», responsable de Arpías
A pocos kilómetros, Arpías reivindica otra manera de entender la manicura. «No somos otro salón de uñas, somos una marca que nace con la misión de dignificar el sector y evolucionar el cuidado de las uñas a través de talento, bienestar e innovación», explican desde el equipo. Para ellas, la normativa tampoco es un terremoto:
«Desde que abrimos, la mayoría de nuestros colores ya eran libres de TPO. Verificamos y certificamos que todos los pedidos cumplen esta condición. Trabajamos con una marca americana de alta calidad que lleva meses adaptando sus formulaciones, así que podemos asegurar que en Arpías se puede seguir haciendo manicura semipermanente TPO-free sin problema».

La visión de Arpías es pragmática: «El TPO es un fotoiniciador; las aminas como la DMTA se usan como aceleradores de polimerización. Son útiles, pero si se prohíben es porque existen riesgos». Sobre los efectos adversos, añaden:
«En usuarios esporádicos pueden darse irritaciones cutáneas, dermatitis de contacto o alergias puntuales. En profesionales, por la exposición continua, hay riesgo de alergias crónicas, problemas respiratorios o dérmicos. Por eso, aunque corresponde a la comunidad científica evaluar, a los salones nos toca aplicar la normativa para cuidar de clientas y manicuristas».
La fecha del 1 de septiembre no les pilló a contrapié. «La medida fue aprobada en mayo y recogida en el Reglamento (UE) 2025/877. Había margen para adaptarse». Y el mensaje es claro:
«Sí se pueden seguir haciendo manicuras semipermanentes. Lo que se ha prohibido es el uso de TPO y DMTA. La alternativa es utilizar esmaltes, bases y top coats libres de TPO, que siguen garantizando durabilidad y brillo. En Arpías todos los productos son TPO-free, de marcas como The GelBottle y Ice Gel».
Una oportunidad de profesionalizar el sector
Ambos centros coinciden en que la prohibición abre un debate sobre la calidad y la seguridad en un sector con fuerte competencia. Para Reyes González, la clave está en «ofrecer el mejor servicio y cuidar el bienestar de las trabajadoras. La transparencia es fundamental». En Arpías subrayan el efecto arrastre: «Algunos fabricantes deberán reformular sus productos e invertir en investigación. Los distribuidores retirarán esmaltes con TPO y los salones que no hayan hecho la transición tendrán que cambiar de proveedores. Puede suponer costes, pero a medio plazo es una oportunidad para ganar confianza».

El impacto, además, tiene perspectiva laboral. La exposición diaria a compuestos potencialmente dañinos es un riesgo real para miles de manicuristas. La normativa, al elevar los estándares, «dignifica el oficio y protege la salud de quienes están cada día frente a una lámpara LED», apunta el equipo de Arpías.
El futuro de las uñas semipermanentes en Europa
El cliente final busca dos cosas: seguridad y resultado. Los testimonios de Selvarrosa y Arpías demuestran que es posible mantener el brillo y la durabilidad característicos del semipermanente sin recurrir a fórmulas cuestionadas. «La calidad no se pierde por retirar el TPO», recalca Reyes. «El resultado final es el mismo», corroboran en Arpías.

«La calidad no se pierde por retirar el TPO. El resultado final es el mismo»
El reto ahora es comunicativo. Con titulares alarmistas que hablan de prohibición de la manicura semipermanente, muchos consumidores creen que se acabó el servicio. Nada más lejos de la realidad: lo que cambia son los ingredientes. El esmalte semipermanente continúa, pero con mayor seguridad.
«El mercado se orientará hacia productos más responsables y eso es positivo para todos».
Para los salones que, como Selvarrosa y Arpías, anticiparon el cambio, la prohibición es más bien un espaldarazo. «Es un paso necesario para que las clientas sepan que su salud y la de las profesionales importan», resume Reyes González. En Arpías lo ven incluso como un motor de innovación: «El mercado se orientará hacia productos más responsables y eso es positivo para todos».