El final del verano se acerca, y con él, la temida vuelta a la rutina. Pero si hay algo que queremos conservar más allá de los días de playa, los cócteles al atardecer y los baños de sol, es el moreno que tanto nos ha costado conseguir. Porque, seamos sinceros: vernos con buena cara, con ese tono dorado y saludable, mejora cualquier regreso a la oficina. La buena noticia es que sí, es posible mantener el bronceado y alargar el moreno durante semanas (incluso meses) si se siguen los trucos adecuados.
Aquí te damos las claves para alargar el efecto vacaciones todo lo posible y que septiembre no te pille con cara de lunes.
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Trucos para alargar el moreno
Hidratación, el mantra postverano
El sol, el mar y el cloro resecan la piel, así que el primer paso para alargar el moreno es mimarla. Una piel hidratada retiene mejor el color, evita la descamación y se ve más luminosa.
¿Con qué hidratar? Apuesta por fórmulas ricas en ingredientes como aloe vera, manteca de karité o aceites naturales. Un aftersun como After Sun Tan Prolonging Moisturizer de Sisley o After Sun Repair de Augustinus Bader, dos tratamientos de alta gama que calman, hidratan intensamente y prolongan el bronceado con ingredientes de lujo y texturas sensoriales, serán tus mejores aliados. Si quieres ir un paso más allá, los aceites secos (como el Huile Prodigieuse de Nuxe) aportan un extra de nutrición y un toque glow irresistible.

Exfoliar sí, pero con mimo
Puede parecer contradictorio, pero exfoliar la piel ayuda a mantener y alargar el moreno. ¿La razón? Elimina las células muertas que apagan el tono y permite que la piel se renueve de forma uniforme.
Eso sí, evita los exfoliantes agresivos: mejor uno suave una vez a la semana. Prueba con un exfoliante enzimático o uno a base de azúcar como el de Brown Sugar Body Polish de Fresh, o incluso uno casero con aceite de coco y café molido.

Alimentación que potencia el bronceado
Lo que comes también influye. Algunos alimentos ricos en betacarotenos y antioxidantes estimulan la producción de melanina y ayudan a prolongar el bronceado desde dentro.
Haz hueco en tu nevera a zanahorias, tomates, pimientos rojos, albaricoques, sandía, espinacas y aguacates. También puedes incorporar complementos alimenticios específicos como Oenobiol Autobronceador, formulado con licopeno, luteína y fitopigmentos naturales.

Autobronceadores: el secreto sin sol
Cuando notes que el bronceado empieza a desvanecerse, recurre a los autobronceadores para mantener el tono. Los hay de efecto gradual, en bruma o incluso gotas que se mezclan con tu crema habitual.
Algunas opciones naturales y fáciles de aplicar:
- Sérum Facial Autobronceador con Tanbest DHA de Skin Generics (gotas autobronceadoras para el rostro).
- Gradual Tan de St. Tropez (loción de cuerpo con efecto progresivo).
- Glow Oil de Bali Body, con un acabado brillante y dorado ideal para el día a día.
El truco está en aplicarlos con un guante y de forma uniforme, preferiblemente después de exfoliar e hidratar bien la piel.

Rostro dorado (sin filtros)
La piel del rostro pierde el color antes que la del cuerpo, ya que la limpiamos más a menudo. Para compensar, puedes usar productos con color como cremas con pigmentos o iluminadores cálidos.
Recomendados:
- D-Bronzi Anti-Pollution Sunshine Drops de Drunk Elephant, que se mezclan con tu hidratante.
- Les Beiges Healthy Glow Bronzing Cream de Chanel, para un efecto piel besada por el sol.

Ritual de noche
Adopta una rutina de noche específica para prolongar el tono: exfolia suave una vez por semana, aplica sérums antioxidantes y nutre con una buena crema. Y si quieres ir al siguiente nivel, prueba mascarillas nocturnas hidratantes como Water Sleeping Mask de Laneige.
