La clave de un aspecto de buena cara y piel jugosa está en el iluminador, en dar puntos de luz estratégicos sobre el rostro. Así es como se consigue suavizar los contornos y difuminar las arrugas, además de realzar determinadas zonas de la cara que deseemos destacar o, bien, disimular: pómulos, labios, nariz… Hablamos con Natalia Belda, maquilladora responsable de muchos de los looks que han hecho historia en la red carpet de nuestro país, para que nos dé las claves y algunos trucos de cómo potenciar nuestra belleza sin necesidad de utilizar mucho maquillaje y sin complicados procesos y técnicas.
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Natalia Belda es la responsable de la mayoría de los looks de la actriz Blanca Suárez, pero también de editoriales de moda. Se caracteriza por crear maquillajes que potencian la belleza de cada persona.
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Hace un par de años, Natalia publicó Maquilla.Te, un libro donde comparte sus secretos, uno de ellos es la técnica y los productos que utiliza para aplicar el iluminador. Nos cuenta que la mayoría de las mujeres no saben diferenciar entre iluminador y corrector. «Ambos productos pueden tener una función similar, la diferencia es la textura que sea más cubriente o más ligero».
El iluminador es más ligero que el corrector pues su principal función no es la de cubrir, sino la de iluminar. Existen diferentes fórmulas, en polvo, crema, líquido. Natalia recomienda para las pieles maduras «evitar las texturas en polvo pues tienden a resecar y, por tanto, terminan marcando la arruga». En crema o gel, con un nivel de brillo medio o bajo, son los más recomendables.
Los iluminadores pueden ser blancos, dorados rosas… Con el color «puedes llevar el maquillaje a una tonalidad más cálida o fría».
Puntos estratégicos del rostro
El iluminador se debe aplicar en los puntos altos del rostro; es decir, sobre los huesos «y evitando las líneas de expresión». «En lo alto del pómulo, debajo de la ceja, en el lagrimal, nariz y arco de cupido para realzar los labios».
Natalia defiende que el arte del maquillaje no consiste en tapar imperfecciones, sino en resaltar lo demás. «Por querer tapar, por ejemplo, una ojera muy marcada terminas haciendo que se vea más».
Con el iluminador puedes incluso corregir visualmente la forma de la cara. Por ejemplo, si pones un punto de luz en la barbilla y otro en la parte alta de la ceja, conseguirás alargar las facciones.
Modo de uso
El iluminador se debe aplicar haciendo pequeños toquecitos. «Yo lo suelo ponerlo con los dedos porque me permite una mayor precisión, además de controlar mejor la cantidad de producto», explica la maquilladora y añade que «hay que evitar arrastrar la base de maquillaje aplicada previamente».