Meghan Markle vuelve a brillar con luz propia en la reciente gala benéfica del Hospital Infantil de Los Ángeles, una de las citas más importantes del año, donde acudió sin la compañía del príncipe Harry. Aunque su estilo suele ser objeto de admiración y análisis, esta vez Meghan logró acaparar aún más atención con un truco de moda que demostró su capacidad para renovar y reinventar su propio vestuario. El vestido que eligió para el evento no era una pieza nueva. Se trataba de un Carolina Herrera que ya había lucido en 2021 en otra gala benéfica, en Nueva York. Sin embargo, Meghan decidió darle un giro sorprendente para esta ocasión, te lo descubrimos.
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Meghan siempre acapara miradas gracias a su impecable estilo, pues equilibra simplicidad y sofisticación. Desde sus apariciones en la realeza hasta su vida más privada en California, la duquesa de Sussex opta por piezas que destacan por su funcionalidad y belleza.
A menudo recurre a siluetas minimalistas y diseños que pueden ser fácilmente reutilizados. Su capacidad para transformar un vestido con ligeras modificaciones refleja no sólo su conocimiento de la moda, sino también un enfoque más sostenible, algo que la Reina Letizia también suele hacer.
Como comentábamos al principio, Meghan Markle acudió a la gala benéfica en Los Ángeles con un vestido rojo amapola de Carolina Herrera que utilizó en 2021 y para darle un twist nuevo y actual, la duquesa de Sussex eliminó la sobrefalda del diseño original. Esta pequeña alteración transforma el vestido en un look completamente diferente, aún más elegante y moderno.
Cierto es que con la sobrefalda original, Markle desprendía un halo de glamour de lo más favorecedor, pero sin ella su silueta se ve más fluida, la figura más alargada y le da un toque más sexy.
El vestido original de Meghan Markle en 2021
El vestido en cuestión se trata de un diseño creado por Wes Gordon, el director creativo de Carolina Herrera, al que bautizó como Plunging Pleated Overskit Bustier Gown. Como es de imaginar, el vestido ya no está disponible en tienda pero sí en webs multimarca de lujo a un precio de 2.000 euros (originalmente costaba 6.000 euros).
El diseño presenta un escote corazón bastante pronunciado con dos tiras sobre los hombros. Lo que lo hace realmente especial es el bustier, que se une a una cinturilla de la que originalmente caía una sobrefalda plisada con forma acampanada. El hecho de haberla quitado para volver a ponerse el vestido no sólo resalta su enfoque consciente hacia la moda sostenible, sino que también subraya su estilo sofisticado.
Markle suele confiar a menudo en los diseños de la venezolana Carolina Herrera, diseñadora que ha construido un inspirador imperio en la moda. Sus diseños se caracterizan por sus líneas limpias, siluetas clásicas y un aire de lujo discreto (o lujo silencioso) que sigue fascinando a la realeza.
