De ‘Sexo en Nueva York’ a ‘And Just Like That’, así ha evolucionado el estilo de las protagonistas
Hay series que marcan nuestras vidas, mientras que otras pasan más desapercibidas. Las que son auténticos iconos nos hacen soñar con romanizar nuestros días, con levantarnos de forma idílica y tomar el café mientras vemos el horizonte, hasta aquellos momentos con amigas, confesiones y los mejores cócteles de la ciudad. Sexo en Nueva York es una de ellas, una serie que nunca ha pasado de moda y que podemos ver cientos de veces sin cansarnos de sus historias. Carrie Bradshaw y sus amigas son la referencia perfecta de muchas vidas, y han puesto muchas tendencias de moda. Así han avanzado las protagonistas desde Sexo en Nueva York hasta And Just Like That.
Carrie Bradshaw
La protagonista y la que da forma a esta trama, interpretada por la actriz Sarah Jessica Parker, ha sido, es y será un referente en el mundo de la moda. En la apertura de la serie, estrenada en 1997, el personaje corre por las calles de Nueva York con una camiseta básica en rosa empolvado, combinado con un tutú en clave mini, ataviado con una cinturilla en satén crudo. El personaje ha crecido y su estilo ya es otro. Los 90 y los 2000 fueron una época complicada para la moda, puesto que los diseñadores innovaban sobre un objetivo de crecimiento creativo. Un ejemplo fue ese look icónico de Bradshaw, firmado por Galliano para Dior, el cual parecía que estaba hecho con recortes de periódicos.
Poco a poco, según avanzaban las temporadas, marcas como Fendi conquistaban su armario y el famoso bolso baguette morado de la casa italiana se convirtió en un icono que, hoy en día, sigue vivo. De los vestidos mini ajustados y marcando figura con unas gafas XXL, Patricia Field (directora de vestuario de la serie), comenzó a usar volúmenes como el peplum, estampador de diferentes tipos e incluso piezas de alta costura de Dior o Vivienne Westwood.
Sí que es verdad que las prendas super ajustadas nunca se irán del diccionario de las tendencias, pero es mejor evitarlo. Con la continuación de sus tramas, Carrie ya es una mujer adulta y Sexo en Nueva York, ahora es And Just Like That. Otra vida y otros estilismos, pasamos de la juventud de Versace a la elegancia de Oscar de la Renta y de las prendas ajustadas a los volúmenes con color. Ha conseguido desarrollar un personaje maduro, pero con un amor lógico con la moda, sin intentar rejuvenecer la edad real del personaje. En definitiva, un vestuario acorde a una fashion victim de más de 50.
Miranda Hobbes
La abogada corporativa que nos deslumbraba con un estilo de moda mucho más básico. Su corte de pelo no era habitual de la época, puesto que no lo tenía largo y eso descuidaba un poco con los cánones estéticos de los 90 y los 2000. El personaje interpretado por la actriz Cynthia Nixon, la cual también fue candidata a la alcaldía de Nueva York, presumía de un estilo masculino, puesto que quería competir con los hombres más poderosos del bufete de abogados en el que trabajaba.
Patricia Field, diseñadora de vestuario de Sex and the City decide que el primer estilismo con el que haga su aparición Miranda Hobbes sea un blazer negro con una camisa a rayas celeste, lo que nos da el indicio sobre la estética minimalista y atemporal que llevaría en el programa. Clásica, athleisure y funcional, la protagonista nos conquistó con outfits que, aun en la actualidad, funcionarían a la perfección para ir a la oficina, como camisas blancas en picos, blazers con hombreras ligeramente suntuosas, looks monocromáticos y trajes con corbata, que son tendencia este año. Las marcas que dominaban su armario eran Eileen Fisher, Donna Karan o Jil Sander, para combinarlo con zapatos de Saint Laurent.
El cambio de formato y la avanzada edad de las protagonistas han hecho que el personaje evolucione hacia un estilo más maduro. Su pelirrojo característico ha desaparecido y ahora el corte estilo bob es lo que triunfa. De las faldas corte lápiz y los trajes con aire masculino, el personaje pasa a los conjuntos ligeros de dos piezas y vestidos ajustados a la cintura, pero con vuelo. La moda ya no forma tanta parte de su vida, pero sigue siendo fan de dos marcas, que se adaptan a su nueva personalidad: Calvin Klein y Diane Von Füstenberg. Toda una evolución, que nos muestra que cada edad tiene una silueta y que la moda se adapta al handicap que nos puede marcar la edad.
Charlotte York-Goldenblack
La eterna enamorada, que nos mostraba esa parte más dulce de la serie. Charlotte era corredora de arte y vendía grandes obras a grandes fortunas, pero para ella, lo importante, era encontrar el amor verdadero. Su gusto por la moda es exquisito y lo muestra con el avance de las temporadas. Aunque el personaje evolucionaba, su estilo seguía siendo femenino, recatado e incluso algo romántico, sin dejar de lado las tendencias de cada temporada. A menudo llevaba prendas básicas de Ralph Lauren, Prada y Oscar de la Renta, además de usar chaquetas a medida y vestidos femeninos. Su estilo en Sexo en Nueva York se caracterizaba por líneas limpias, siluetas clásicas y zapatos elegantes.
Su gusto por el vintage lo vimos según avanzaron las temporadas y nadie pudo olvidar esa falda vintage de Valentino que se terminó manchando de pintura en la segunda película. Sus looks fueron evolucionando según el personaje cumplía años y de las rebecas atadas hasta arriba y las chaquetas de abotonadura completa, comenzó a cobrar presencia el escote, feminizando más su armario. Hay algo que no cambió y fueron los accesorios, puesto que los bolsos de Dior, Saint Laurent o incluso sus Birkin de Hermès, seguían siendo eternos en su armario.
Vimos su faceta de soltera y, con el final de la serie original, pudimos descubrir a una Charlotte convertida en madre. En el nuevo reboot, su figura sigue siendo impecable y combina esas prendas que ajustan su figura con elementos más ligeros como las faldas largas de tablas. Conjuntos de tweed de Chanel, bolsos de Louis Vuitton o vestidos de noche de Oscar de la Renta coronan la imagen del personaje interpretado por Kristin Davis. Lo que queda claro es que han sabido cuidar la esencia de su estilo, pero lo han evolucionado a un nivel superior, estando casi al mismo nivel de moda que el personaje de Carrie Bradshaw.
Samantha Jones
La relaciones públicas de Nueva York por excelencia, que huía de las relaciones serias, o eso creíamos. Su estilo en Sexo en Nueva York era muy característico, puesto que las prendas ajustadas y los escotes pronunciados eran los protagonistas de cada escena. Era una mujer empoderada, y los colores vivos o las mezclas cromáticas eran lo que más complementaba a la personalidad de la misma. El personaje interpretado por la icónica Kim Catrall se ha adelantado a la tendencia y ha creado pura moda como el estilo mermaid core, los vestidos lenceros de Calvin Klein o las gabardinas de Michael Kors.
Las tendencias eran lo suyo y Patricia Field supo destacar esa gran personalidad con combinaciones cromáticas, cortes asimétricos y prendas como aquella chaqueta amarilla de la subasta en la primera película, de la que todos nos quedamos prendados. Su estilo era vibrante y sus trajes fucsias terminaron en pasarelas como la de Valentino. Todo esto sin olvidar la increíble colección de bolsos de Chanel, de Fendi a incluso aquel famoso Birkin que tanto le costó conseguir. Un icono de Sexo en Nueva York.
Aunque el personaje no renovó para And Just Like That de HBO, la esencia de la misma siguió viva en varios detalles a lo largo de los capítulos. Aunque había rumores de que en la primera temporada iba a aparecer, los fans tuvieron que esperar al cierre de la segunda para presenciar esos 20 segundos de gloria que, además, le hicieron ganar casi un millón de euros. Otra de sus exigencias es que tenía que volver Patricia Field, la creadora del estilo de todos los personajes, para que el personaje de Samantha siguiera en su línea y acertó con un top rojo, una chaqueta metalizada, complementado por un bolso verde lima de su firma favorita, Fendi.