Cuando se habla de Sarah Jessica Parker, poco hay que decir. La actriz estadounidense llegó a nuestras vidas en los años 90, cuando encarnó al icono de moda y periodista, Carrie Bradshaw. A pesar de haber hecho más papeles en su carrera, ese fue el que marcó un antes y un después, e incluso le ha llevado a ser un icono de la moda. Se aleja mucho de esos clichés de las tendencias y ella consigue que las mezclas más excéntricas puedan respirar lo que significa la palabra moda. Hace unos días nos lo volvió a demostrar y lo hizo junto a la reina Camila.

En un encuentro en Londres, la actriz formó parte del jurado del prestigioso Premio Booker, un galardón literario que se otorga anualmente a la mejor novela en inglés escrita y publicada en el Reino Unido o Irlanda. Sería la versión británica de nuestros Premios Planeta. Festejado en Clarence House, la residencia oficial de los actuales reyes de Inglaterra, la velada fue compartida con otros personajes, que son referencia en su campo, pero lo que también destacó fueron los estilismos de dos de las mujeres a la moda.
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Aunque Camila no es lo que podríamos llamar un referente estilístico, es verdad que, en esta ocasión, nos dio una sorpresa con un conjunto de lo más destacado. ¿Estábamos ante un duelo de moda entre la reina de Inglaterra y la reina de Nueva York? Parece que sí. La monarca británica llevaba un look sencillo, pero con toques de moda. Un vestido básico negro superpuesto, combinado con una camisa blanca de seda ornamentada con diminutos lunares, terminado con unas botas slouchy que, ahora mismo, están en tendencia y una pulsera de Van Cleef & Arpels.

Pero está claro que la que ganó la batalla fue Sarah Jessica Parker. Su estilo es imbatible y no atiende a tendencias, sino que está puramente inspirado en la moda. La actriz apostó por algo infalible, una pieza que es un elemento de fondo de armario y que nos puede salvar de muchas situaciones: el vestido negro. En esta ocasión, haciendo referencia a Dior, escogió un diseño midi, con cuerpo ajustado y falda voluminosa, que combina con una chaqueta de manga abullonada y botones joya. Destaca un detalle de brillantes flores azules, verdes y rosas, que le da un toque final al estilismo y eleva el resultado a un nivel superior.

Otro detalle que destaca es el de los zapatos. Recordemos que la actriz tuvo su propia marca, la cual desapareció después de varios años en el mercado, y hemos seguido viendo cómo luce esas creaciones. En este caso, la observamos combinar el outfit con unos zapatos de tacón en un tono fucsia y, para terminar de rematar el conjunto, lo complementó con un collar de piedras, a juego con estos y un bolso de Sonia Rykiel, con incrustaciones de cristales que nos hace ver que Carrie nunca saldrá de Sarah Jessica Parker y viceversa.

En definitiva, hemos de admitir que es muy complicado competir contra la reina del estilo y es que, haga lo que haga, siempre termina dando lecciones de moda y tendencias a mujeres, da igual que estén en los 30 o en los 60.
