El juego de las sillas vuelve a estar en movimiento. Después de unos meses frenéticos en los que las principales casas de moda, las que marcan la tendencia cada temporada, hicieran cambios masivos en las direcciones creativas, se nos quedaron algunos cabos sueltos. Uno de ellos partía de la casa Valentino para emprender una nueva aventura, pero todavía no sabíamos cuál era su destino definitivo. Uno de los últimos movimientos de la industria se ejecuta y se acaba de anunciar que Pierpaolo Piccioli asume la dirección creativa de Balenciaga.

En una tarde de primavera del 2024, la primera sorpresa de muchas aterrizaba en una industria que no sabía lo que se le venía encima. El director creativo de Valentino, ese que había redefinido la imagen de la marca italiana, adaptándola a la tendencia, incluso haciéndola viral, salía de la firma sin un rumbo fijo, después de 25 años. Una noticia que nos dejó boquiabiertos, ya que es el tipo de perfil que piensas que terminará su carrera ejecutando diseños para la firma en concreto. El comienzo de un juego reestructuraría la moda tal y como la conocemos.
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Las dudas ya quedan resueltas y esta misma tarde el Grupo Kering ha lanzado un comunicado notificando que el italiano sucedería a Demna, el cual se ha trasladado a Gucci, otra marca del conglomerado, como director creativo. Es verdad que la industria de la moda ya estaba ansiosa por saber el destino de Piccioli, ya que en marzo de 2025 conocíamos la noticia del movimiento del ya antiguo director creativo de Balenciaga. El motivo principal es que el italiano llevaba más de un año sin un rumbo fijo y las dudas recaían sobre su dudoso destino.

Al igual que comentamos anteriormente, la estética de Demna Gvasalia que hemos visto plasmada en Balenciaga era muy particular, llegando a lanzar bolsas de la compra o toallas cosidas como faldas para la casa que lleva nombre español. Ahora mismo nos cuesta pensar la forma de aplicarlo a Gucci, pero dentro de poco saldremos de dudas.

Igual pasa con la estética personal de Pierpaolo. El diseñador ha estado más de dos décadas creando piezas que quitan el sentido en la italiana Valentino, llegando a patentar dos colores de Pantone para la marca, llevando uno incluso el nombre de PP. Recordemos que él fue quien recuperó el fucsia (registrado como Valentino Pink PP) en la temporada de otoño/invierno 2022-2023 y devolvió el color a una época en la que los tonos crudos y los marrones son los protagonistas. Su especialidad es la alta costura aplicada sobre un cuerpo femenino, usando colores y formas para crear vestidos que quitan el aliento, algo que se aleja bastante de la estética actual que lleva el Balenciaga de Demna que hemos conocido.

Aunque pensemos que puede haber un cambio en esa estética, Pierpaolo Piccioli lo ha dejado muy claro en unas palabras a Vogue Business: «Quiero abrazar el pasado, porque creo que es muy importante respetar lo que Nicolas Ghesquière y Demna hicieron antes que yo. La historia de Balenciaga es una historia de diseñadores a los que respeto. Esto es más un paso de antorcha que un juego de sillas, y me siento muy afortunado de formar parte de él», algo que nos deja claro que apuesta por la continuidad en la línea de diseño, eso sí, sin perder su propio toque.

El que compartió experiencias con Maria Grazia Chiuri, antes de irse esta a Dior, se siente muy cercano a Cristóbal Balenciaga porque, como bien ha comentado, ambos vienen de un lugar pequeño y a los dos les gusta representar el cuerpo femenino a través de siluetas definidas, pero sin dejar ese toque disruptivo de lado. Una nueva era para Balenciaga, que viene de la mano de alguien que entiende la marca como era antaño. ¿Podría volver la casa española a recuperar su resplandor original? Sólo nos queda esperar, ya que, según el comunicado, la primera colección de Balenciaga bajo la dirección creativa de Piccioli se presentará en octubre de 2025.