Las marcas de moda francesa han tenido su auge en los últimos años en base a los grandes talentos que existían en la moda, todo ellos provenientes de una cantera en la que aprendieron de grandes nombres como Karl Lagerfeld, Jean Paul Gaultier o Stella McCartney, entre otros muchos. La moda es algo que puedes aprender, desde diseño, hasta patronaje o cualquier otra enseñanza, pero realmente es vocacional y hay que sentir una pasión y tener una sensibilidad que es difícil de encontrar. Algunos de ellos ni siquiera tenían formación en moda, como puede ser el ejemplo de Giorgio Armani, que realmente comenzó la carrera de Medicina, pero luego terminó construyendo un auténtico imperio de la moda, al igual que Thierry Mugler, conocido por sus diseños poco ortodoxos, tenía una curiosa habilidad por el dibujo y comenzó a sumergirse en el mundo del diseño.
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Uno de esos aprendices que, realmente, sí que podemos decir que estaba enfocada a la moda es la creadora Phoebe Philo. Nacida en París pero de ascendencia británica, Philo fue acérrima a la moda desde pequeña, la diseñadora comenzó a customizarse sus prendas a la corta edad de 14 años, cuando su amor por este arte comenzó a despertar. Poco después comenzó sus estudios en Central Saint Martins, una de las escuelas de moda más prestigiosas del mundo, de la que han salido grandes talentos como Alexander McQueen o John Galliano, entre otros, presentando una colección final en la que medios británicos de referencia la calificarían más tarde como “una colección con influencia latina y enormes joyas de oro”.
Al poco tiempo, en 1997, se unió a la casa francesa Chloè, donde pasaría a ser la mano derecha de la reconocida diseñadora británica Stella McCartney, no sabiendo que esta era la oportunidad que iba a catapultar su carrera. Grandes personalidades como Naomi Campbell o Madonna, eran musas de la casa.
Corría el año 2001 cuando Philo fue nombrada directora creativa de la casa francesa dejando el pabellón alto y creando colecciones que marcarían un rumbo para la maison francesa, dejando la dirección creativa en 2006 para dedicarse a su hija y a su familia. En su legado dejó creaciones como el bolso paddington o los looks de pantalón alto combinados, se fusionaron con vestidos drapeados a la cintura con semitransparencias y looks estilo crucero con pantalones blancos y camisas de rayas con amplio escote de pico.
Muchos deseaban su vuelta y pocos lo esperaban hasta que, por sorpresa, reapareció en el mundo de la alta costura francesa de la mano de Cèline, la casa francesa que la nombró directora creativa en el año 2008, presentando su primera colección con la marca en 2009. Desde entonces, se convirtió en el paradigma de la sofisticación, lo cool y el buen gusto, y en una de las grandes creadoras de tendencias de los últimos años. Todo lo que tocaba lo convertía en tendencia y era reproducido, casi de inmediato, por las grandes cadenas de moda.
Sus diseños estaban inspirados en mujeres fuertes y seguras, basando sus líneas de diseño en un proceso basado en la seguridad el sentimiento y el pensamiento, son dejar de lado la inteligencia emocional que hay que transmitir con las prendas. En su etapa de Cèline creó más it bags que otros muchos diseñadores, siendo todavía tendencia hoy en día. También es una de las culpables de la tendencia de las sneakers blancas, ya que salía siempre a saludar con las míticas Stan Smith blancas de Adidas, cuyo color fue incorporando en sus colecciones como calzado para el día a día.
Su objetivo con la maison era crear una casa de lujo silencioso, que no necesitara Instagram o grandes repercusiones, si no que conservara la esencia pura de la moda, como comentó en varias ocasiones “El verdadero chic, no es aparecer el primero en Google”. Ella no quería viralizar las prendas y muchos afirman que uno de los motivos de su salida a finales de 2017 era esta discrepancia que tenía con el grupo LVMH con respecto a la presencia digital de la marca en las redes. Una salida que tuvo bastante repercusión ya que el grupo de lujo intentó renovar la imagen de la marca junto a otro diseñador y don detalles como quitar el acento francés al logo, lo cual creó un enorme revuelo en las redes sociales.
Su desaparición de la moda se sumió en un perfil bajo, ya que no muchos supieron de ella hasta que, en 2021, LVMH le propone volver a la moda con su propia marca Phoebe Philo, una noticia que tuvo gran impacto en la moda. Convertida ya en una diseñadora de culto, lanzará su primera colección en solitario en septiembre de 2023 bajo una gran expectación, ya que todos sus fans y el mundo de la moda está impaciente porque ese día llegue.
La gran pregunta es, ¿volverá Phoebe Philo a crear tendencia?.
