Desde su taller con alma mediterránea y afrancesada, Nuria Hernández, fundadora de Polin et Moi, lleva una década revolucionando el armario de la mujer real. Con una propuesta que combina comodidad, elegancia y versatilidad, su marca se ha convertido en un imprescindible para invitadas que quieren sentirse ellas mismas, sin disfrazarse ni renunciar al estilo. El gran punto de inflexión llegó en 2023, cuando la princesa Leonor lució uno de sus vestidos durante la confirmación de su hermana Sofía. Desde entonces, Polin et Moi se ha colado en el radar de muchas y sus diseños son los favoritos de las invitadas de la jet set.
En esta entrevista, Nuria nos habla del origen de la firma, de cómo ha evolucionado el concepto de invitada en los últimos años y de las tendencias que marcarán el 2025: desde los colores más buscados hasta los patrones que mejor se adaptan al cuerpo femenino (incluyendo embarazadas), pasando por los accesorios clave, la producción Made in Spain y su gran sueño: ver a la Reina Letizia luciendo uno de sus vestidos.
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Han pasado diez años desde que Nuria Hernández, fundadora de Polin et Moi, decidió dar un giro a su carrera profesional y apostar por un proyecto muy personal. Proveniente de una familia ligada al mundo de la moda (su madre tenía tiendas de ropa), encontró en esa herencia y en su deseo de crear algo propio el caldo de cultivo perfecto para una marca que hoy viste a miles de mujeres en toda España. Y no sólo en su día a día: también en esos eventos tan especiales donde todas queremos destacar sin renunciar a ser nosotras mismas.

«Polin et Moi nació con la idea de crear una marca afrancesada, con un aire mediterráneo, que apostara por una tendencia suavizada y atemporal», explica Nuria. Y así ha sido. En su ADN se entrelazan la comodidad, la feminidad y una sofisticación sutil que no grita, pero sí deja huella.
«Hemos pasado de un consumo más masivo a una clienta más selectiva, que quiere prendas de calidad»
En estos diez años, el universo invitada ha cambiado radicalmente. Nuria lo tiene claro: «Hemos pasado de un consumo más masivo a una clienta más selectiva, que quiere prendas de calidad, duraderas y versátiles». Frente a los looks que sólo servían para una boda y luego quedaban olvidados en el armario, Polin propone vestidos que se puedan usar más de una vez, adaptándolos con los accesorios adecuados para una cena, una comunión o incluso una noche especial.

«Nosotras creemos mucho en esa versatilidad. Es más, nuestras clientas nos lo dicen constantemente. Compran un vestido para una boda y luego se lo ponen para otros eventos o incluso para salir a cenar», afirma.
«En Polin vendemos el conjunto completo y animamos a nuestras clientas a que cuiden esos detalles. Unas buenas sandalias y unos pendientes llamativos marcan la diferencia»
«Este año estamos viendo muchísima tendencia romántica, colores pastel, corales, anaranjados, combinados con tonos rosados… También destacan los azules petróleo y otras gamas frías que aportan un punto de sofisticación», nos cuenta Nuria. En cuanto a patrones, la firma apuesta por la innovación con cuellos halter, asimetrías, drapeados y líneas menos rectas, que realzan el cuerpo sin encorsetarlo.

¿Y qué pasa con los accesorios? «Una invitada se construye también desde los pies. Hay una tendencia clara a olvidarse del zapato adecuado, y eso puede arruinar el look. En Polin vendemos el conjunto completo y animamos a nuestras clientas a que cuiden esos detalles. Unas buenas sandalias y unos pendientes llamativos marcan la diferencia».
«Que la reina Letizia llevase un Polin, me haría una ilusión enorme»
Aunque muchas famosas han lucido Polin et Moi (incluida la Princesa Leonor, que llevó uno de sus vestidos en la confirmación de su hermana Sofía), Nuria tiene claro cuál sería su sueño: «Que la reina Letizia llevase un Polin. Me haría una ilusión enorme».

Lo que inspira sus colecciones, sin embargo, no son celebrities ni pasarelas, sino su propia clientela. «Ellas nos dicen qué les ha gustado, qué funcionó la temporada pasada, qué echan de menos. Escucharlas es fundamental. Queremos que cada mujer encuentre algo que le favorezca, que le guste, y con lo que se sienta bien. Por eso hay variedad de colores, patrones y tejidos».
«Personalmente soy sobria, me gustan los colores cálidos, los verdes, los estampados pequeños»
«Personalmente soy sobria, me gustan los colores cálidos, los verdes, los estampados pequeños. Seguramente llevaría un vestido con cuello halter y hombros al aire, quizás algo con lurex o con un tejido con caída si fuese una boda de noche. Para una boda de día, algo más romántico y vaporoso».
