Cuando se menciona la palabra subasta, sabemos que algo bueno está por venir. Aunque son muchas piezas las que salen a puja, surgen ocasiones en las que objetos históricos de coleccionista cobran presencia y son dignos de tener su espacio en nuestro armario. Hemos visto cómo los relojes de Elton John triunfaban ante los fanáticos de Rolex o Ferraris abandonados en un garaje, que han escrito parte de la historia de la propia marca. En esta ocasión, los amantes de la moda toman el relevo y las miradas están puestas en la subasta de este Birkin de Hermès.
Es el modelo más icónico de la casa francesa y ya hemos hablado en anteriores ocasiones de lo complicado que es conseguirlo. Tal es el punto que, para los entendidos de moda, esta pieza alcanza un estatus de objeto del olimpo, es decir, muchos lo quieren, pero pocos lo pueden tener. Su filosofía va en contra de lo que otras marcas promulgan y es que, en este caso, ellos son los que deciden quién lo puede tener y en qué momento. Eso sí, no sin antes haber comprado otros productos de la marca.
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El nacimiento de este modelo se da en pleno auge de la moda, justo cuando los diseñadores comenzaron a innovar, de tal manera que las líneas que marcaron los 80 y los 90 fueron decisivas para las tendencias de las próximas décadas. Hubo una época en la que era un simple accesorio, pero sus cameos en Sexo en Nueva York e incluso una canción de rap en su honor le hicieron ser el icono del momento, de tal manera que ahora es un objeto de deseo y en reventa su precio se triplica.
En 1983, Jane Birkin, famosa por su belleza y frescura, se embarcó en un vuelo a Londres. Nunca encontraba un bolso lo suficientemente grande para sus cosas, por lo que siempre iba con una bolsa de la compra. Aunque esta sufrió un atropello por el que, por entonces, era su marido, Jacques Doillon. Al final, se le cayó su cuaderno Hermès y comentó que ningún bolso era lo bastante grande para guardar todos sus papeles. Por una casualidad de la vida, Jean-Louis Dumas, entonces director general de Hermès, estaba sentado al lado y sugirió a Birkin que buscara un bolso con bolsillos para acomodar su exceso de papelería. De ahí hicieron el primer boceto y nació el famoso Birkin de Hermès. Quizás incluso podríamos decir que con este también cobró forma el lujo silencioso, puesto que carece de logos vistosos.
Con los años, su popularidad comenzó a crecer, y no sólo porque se le mencionara en series que son referentes para los amantes de la moda, sino que tenía el tamaño perfecto y servía tanto de bolso de día a día como también para hacer viajes. En la cuarta temporada de la serie, la publicista Samantha Jones se enamora de un Birkin 35 rojo y le dice a Carrie: «Cuando me pasee por la ciudad con ese bolso, sabré que lo he logrado». Un diseño que consiguió, alegando que era para la actriz Lucy Liu.
Son muchos los modelos que han ido cobrando vida durante todos estos años, tanto en tamaño como en tonalidad, pero hay un modelo único y original, que es el de Jane Birkin. Este 10 de julio, Sotheby’s París será el escenario de una subasta sin precedentes en el universo del lujo y sale a puja el primer bolso Birkin de la historia… Sí, el que perteneció a la modelo. Aunque se ha especulado que se trataba de un ejemplar especial o una edición limitada, la realidad es que es el bolso que llevó la francesa hasta el día de su fallecimiento el 16 de julio de 2023.
Pujar por él no es sólo adquirir una pieza de coleccionista, sino que significa poseer un modelo que habla del auge del lujo silencioso, de la elegancia en sí. Un icono que fue diseñado sin querer y que surgió a través de una necesidad. No es la primera vez que se vende y es que, en 1994, fue subastado por la propia Jane para recaudar fondos destinados a la lucha contra el sida y, después de ello, en el 2000, pasó a manos de la coleccionista Catherine Benier. Este lo ha conservado como un auténtico tesoro, pero ha decidido deshacerse de él.
Aunque la sede francesa de Sotheby’s no haya desvelado aún el precio de salida de este Birkin en subasta, hagamos un rápido análisis. Estamos hablando de que el modelo básico, en reventa, supera los 18.000 € y hay otros más extravagantes como el Birkin Himalaya, el cual se vendió en subasta por casi medio millón de euros. Si hacemos una estimación, siendo el primer ejemplar que existió y perteneciendo a su dueña original, estamos seguros de que superará el millón de euros.
