Este domingo 31 de agosto de 2025 se cumplen 28 años de la trágica muerte de Diana, princesa de Gales. Y aunque han pasado casi tres décadas desde aquel día en París, Lady Di sigue viva en la memoria colectiva. Su legado no es sólo el de una royal moderna que rompió barreras en la monarquía británica, sino también el de un icono de estilo que, incluso en los gestos más simples, marcaba tendencia.
Uno de esos gestos, convertido ya en anécdota legendaria, es el de la sudadera del gimnasio que llevaba siempre que iba a entrenar. Una prenda gris oscuro, oversize, con el logo de Virgin Atlantic, que se transformó en su uniforme deportivo. No era casualidad. Detrás de esa repetición había una estrategia muy calculada para despistar a los paparazzi.
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Lady Di y la sudadera que engañó a los ‘paparazzi’
Lo contó Jennifer Rivett, la entrenadora personal de Diana: la princesa decidió usar siempre la misma sudadera porque así, cuando los fotógrafos la seguían, las imágenes parecían todas del mismo día. Un movimiento brillante para reducir el valor de esas fotos y quitar atractivo a la persecución mediática.
La sudadera en cuestión había sido un regalo de Richard Branson, fundador de Virgin. Diana, con su habitual generosidad, la terminó regalando a Rivett. Décadas más tarde, esa pieza se subastó y alcanzó los 45.834 €, destinados a ayudar a una familia malaui residente en Sudáfrica. Una historia redonda: un gesto sencillo convertido en símbolo y, finalmente, en ayuda concreta para quienes lo necesitaban.
El estilo deportivo de Lady Di
Lo fascinante es que aquella sudadera no era un disfraz ni un truco frío: era parte de un estilo auténtico. Diana supo llevar el look deportivo con una naturalidad que entonces rompía moldes. En los noventa, ver a una princesa con mallas ciclistas, sudadera ancha y zapatillas no era lo habitual. Ella lo convirtió en icono.
Sus estilismos off duty, esas fotos saliendo del gimnasio en Londres con gafas de sol XXL y calcetines blancos subidos, son hoy material de inspiración en Instagram y Pinterest. Marcas de lujo han reinterpretado ese mismo athleisure que ella popularizó sin proponérselo. Y celebridades actuales, desde Hailey Bieber hasta Gigi Hadid, beben de esa misma estética que Lady Di lucía con frescura hace más de 25 años.
De la discreción a la tendencia global
Lo que nació como un movimiento defensivo frente al acoso mediático terminó siendo un manifiesto de estilo. Lady Di demostró que la ropa deportiva podía ser mucho más que funcional: podía ser elegante, poderosa y COOL. Y lo mejor: podía ser un escudo sin dejar de ser moda.
Tanto es así que incluso actores como Richard Madden confesaron haber imitado su truco: repetir outfit para aburrir a los paparazzi. Esa estrategia que ella inauguró en los noventa sigue hoy vigente.
Una lección que aún inspira
En este aniversario, recordar la historia de la sudadera es recordar a una mujer que siempre iba un paso por delante. Diana supo usar la moda como herramienta, ya fuera para lanzar un mensaje, como aquel vestido negro de la venganza, o para proteger su intimidad, como con su famoso look deportivo.
A 28 años de su muerte, esa imagen de Lady Di con sudadera, leggins y zapatillas sigue conquistando a nuevas generaciones. Porque en ella había algo más que estilo: había astucia, había rebeldía y había una cercanía que rompía con el protocolo.
