Por fin hay heredero en la maison más transgresora de París. Jean Paul Gaultier ha anunciado el nombramiento del diseñador neerlandés Duran Lantink como nuevo director creativo de la casa, marcando un giro estratégico crucial tras años de experimentación con diseñadores invitados. El enfant terrible de la moda sostenible toma ahora el timón de una de las firmas más irreverentes de la historia, prometiendo una nueva era de creatividad radical y coherencia conceptual.
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Un nuevo capítulo para Gaultier
Desde que Gaultier se retiró de las pasarelas en 2020 con un espectáculo apoteósico, la marca optó por un modelo poco convencional: invitar a diseñadores estrella —como Haider Ackermann, Olivier Rousteing o Glenn Martens— para reinterpretar su legado en colecciones cápsula de alta costura. La fórmula, aunque celebrada por la crítica, carecía de una dirección unificada. Ahora, con Lantink a la cabeza, la maison apuesta por una visión más duradera y estratégica.
«Jean Paul ha sido una inspiración enorme desde mis comienzos. Es un honor y un desafío continuar su legado de libertad, rebeldía y amor por la diversidad», declaró Lantink en un comunicado tras el anuncio.
¿Quién es Duran Lantink?
Nacido en 1987 en La Haya y graduado de la prestigiosa Gerrit Rietveld Academie en Ámsterdam, Lantink ha construido una carrera singular en los márgenes del sistema. Su trabajo es una mezcla provocadora de alta moda y discurso político, con una fuerte orientación al upcycling y la sostenibilidad. Saltó a la fama en 2018 gracias a los infames pantalones vagina diseñados para el videoclip Pynk de Janelle Monáe, y desde entonces ha colaborado con artistas como Billie Eilish y Beyoncé.
Lejos de los cánones tradicionales del lujo, Lantink ha sabido captar la atención de las nuevas generaciones con un enfoque circular: deconstruye prendas de marcas de lujo no vendidas, las recombina y les da nueva vida con una estética punk, irreverente y queer. En 2023 fue galardonado con el Premio Especial ANDAM, y en 2024 recibió el Karl Lagerfeld Prize de LVMH, consolidando su estatus como uno de los diseñadores más prometedores del panorama global.
Alta costura y ‘prêt-à-porter’
El nombramiento también marca el regreso de Jean Paul Gaultier al universo del prêt-à-porter, que había abandonado en 2014 para centrarse exclusivamente en la alta costura y las fragancias. Bajo la dirección de Lantink, la firma lanzará una nueva línea comercial con colecciones previstas para debutar en septiembre de 2025 en la Semana de la Moda de París.
Su primera colección de alta costura llegará en enero de 2026, y las expectativas son altas. Lantink no sólo hereda la visión de Gaultier, sino también una marca cuya historia está impregnada de provocación, humor y un amor sin complejos por la diferencia. Gaultier fue pionero en vestir hombres con faldas, celebrar cuerpos no normativos y poner en escena la belleza andrógina cuando la moda aún no tenía ese lenguaje. Ahora, Lantink recoge ese testigo con una generación que exige aún más: ética, sostenibilidad y acción.
¿Una elección arriesgada o un golpe de genio?
El fichaje de Duran Lantink es una jugada valiente, pero no carente de lógica. Jean Paul Gaultier siempre ha sido sinónimo de ruptura, y su nuevo director creativo comparte ese ADN. Ambos desdibujan los límites entre géneros, reutilizan iconografía con ironía, y celebran la moda como herramienta de expresión, no de obediencia.
El reto, sin embargo, no es menor. Lantink deberá equilibrar su espíritu disruptivo con las necesidades comerciales de una marca global. Todo ello bajo la sombra de un fundador cuya figura sigue viva, tanto en la memoria colectiva como en los archivos de la maison. Pero si alguien puede asumir ese desafío, es él.
Como dijo una vez el propio Gaultier: «La moda debe hablar del ahora, no del ayer». Con Duran Lantink al frente, Jean Paul Gaultier no sólo habla del ahora, grita el futuro.
