El universo de la belleza lleva varios años en auge y es que su crecimiento ha sido exponencial, hasta tal punto que hay marcas que están dominando el mercado, por encima de la moda. Durante muchos años ha sido un lenguaje universal que se ha extendido a hombres y mujeres, casi por igual. Un detalle que hemos de matizar es que, dependiendo de la zona, los conceptos cambian. En Europa nos estamos adaptando al conocido skincare coreano y sus rutinas de belleza se están implementando a un espectro superior. Hay otros niveles del mundo beauty que debemos conocer y tener en cuenta, como el escandinavo.
Cuando conocemos cualquier marca de beauty, es primordial saber quién está detrás, puesto que los productos son el reflejo de una persona que, de normal, suele buscar algo que se salga de la norma. En este caso, Gabriella Elio es una maquilladora profesional que quería desarrollar un punto más limpio, que hablara de naturalidad y lograra el estilo de «maquillaje sin maquillaje».
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Cuando conocemos cualquier marca de beauty, es primordial saber quién está detrás, puesto que los productos son el reflejo de una persona que, de normal, suele buscar algo que se salga de la norma. En este caso, Gabriella Elio es una maquilladora profesional que quería desarrollar un punto más limpio, que hablara de naturalidad y lograra el estilo de maquillaje sin maquillaje.
Con base en Suecia y más de dos décadas de experiencia, todo comenzó de una manera casual. Ella estaba buscando algo para sus clientas que no existía. «Llevo 24 años en la profesión y, antes de todo, trabajé en una marca de belleza. Lo que más me gustó fue ver a mujeres día a día, que iban a por maquillaje y siempre les pedía cinco minutos para probar colores en ellas. Al final, conseguía encontrar el tono perfecto y la satisfacción era cuando se iban completamente satisfechas y llenas de confianza», nos confiesa la fundadora.

«La belleza coreana es líder en manufactura, reforman productos constantemente. La escandinava es más minimalista: se fija en el producto, sus propiedades y la calidad»
Cuando estás tan sumergida en ese universo y tienes tantas pieles que maquillar, llega un momento en el que no encuentras esos productos concretos que deseas, así que Gabriella Elio decidió crear Sweed Beauty. «Todo empezó con unas pestañas postizas. Yo quería dejar looks más naturales, pero no encontraba la manera de poder hacerlo, ni los productos, así que decidí crear mi propia marca», nos cuenta. Con el tiempo, esta idea creció y desarrolló una línea de maquillaje que se posiciona en un concepto que en España no es muy conocido.

Es un universo nicho que nos obsequia con formulaciones únicas y es verdad que todavía necesita asentarse más en nuestro país. Eso sí, entre todo el skincare coreano y la belleza francesa, estas marcas están abriendo un camino que nos enseña a tener un tipo de piel diferente. Byredo ha aportado fama en cuanto a la perfumería se refiere, pero Sweed Beauty lo que ha hecho es colocar el concepto del maquillaje a otro nivel. «No he creído nunca en las tallas, sólo creo en los clientes y en que estén contentos», afirma.
Siguiendo la conversación, nos surge una duda y es la diferencia que existe entre la reconocida cosmética coreana y la escandinava, puesto que son conceptos que miran el universo de la belleza desde diferentes puntos de vista. «La belleza coreana está claro que es líder en cuanto a manufactura, puesto que están reformando productos de manera constante. Tenemos productos que están formulados en Corea, pero a nuestro estilo», afirma Gabriella Elio. «Cuando hablamos de belleza escandinava, vemos que tiene una base propia que es más minimalista. La mujer que usa nuestra cosmética se fija más en el producto, sus propiedades y la calidad. Por ejemplo, mi marca es vegana, con conciencia con el medio ambiente. Con cada máscara de pestañas que vendemos, se salva una tortuga», afirma.

Al fin y al cabo, muchas veces consumimos productos acordes a las tendencias del momento y es verdad que varios usuarios adquirían cosmética coreana por la moda. La escandinava es algo nuevo y un concepto más limpio. La cuestión es: ¿Es mejor la belleza coreana que la del norte de Europa? A eso, la fundadora de Sweed Beauty nos responde: «Realmente todo se basa en el estilo. Aquí somos más minimalistas y ellos tienen otro tipo de productos. En cuanto a tecnología, sí que es verdad que están muy por delante de Europa», confiesa.

«Cuando era pequeña, miraba la bolsa de maquillaje de mi tía y vi esos productos de Dior… era algo especial, misterioso y bonito. Eso es lo que he querido plasmar en mi marca»
De una manera objetiva, a mucha gente le puede gustar esa glass skin que consigues con productos coreanos, pero las tendencias se están enfocando a una belleza natural, por lo que marcas escandinavas como esta se encuentran ganando terreno.

Con la llegada del otoño, le preguntamos sobre la rutina que nos recomienda para este otoño, en cuanto a maquillaje se refiere, puesto que es el momento perfecto para implementar nuevos productos y comenzar a preparar la piel para el frío. «El objetivo es conservar el moreno del verano y es lo que queremos todos (se ríe). Por ejemplo, nosotros tenemos el miracle powder, que da un toque natural a la piel y recomiendo que se aplique un poco más oscuro, porque así nos vemos más morenas», nos cuenta.

La esencia de la marca radica en el slow beauty, es decir, que no fabrican a nivel masivo. «Lo que quiero son productos que te duren el máximo tiempo posible. Cuando era pequeña, miraba la bolsa de maquillaje de mi tía y vi esos productos de Dior, con ese azul de los 90, y recuerdo que fue algo especial. Era misterioso y bonito a la vez, un detalle que he querido plasmar en mi marca», confiesa.
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En resumen, la belleza escandinava ha venido a quedarse y a hacer un hueco en nuestros neceseres. Está claro que no es algo nuevo, pero sí poco conocido y, con respecto a esas pieles y esos maquillajes tan característicos que han inundado nuestros cajones reproduciendo rutinas enormes de belleza coreana, la tendencia cambia. Lo natural, lo transparente y desvelar nuestra esencia es lo que se lleva.