En el amplio espectro que se incluye en la palabra belleza, cada vez son más las opciones que cubren todos los ápices del rostro. Al margen de los tratamientos faciales que hayamos podido, la variedad crece y no sólo se centra en lo cutáneo. Como bien dicen, los ojos son el espejo del alma y hay una manera en la que nuestra mirada puede cobrar relevancia, llegando incluso a cambiar el rostro, siempre a mejor. Sobre estas líneas, hablamos con Almudena Bereciartúa, experta en pestañas.
Desde liftings hasta sérums, los cilios, es decir, esos pequeños pelos que se asientan en la mirada, han cobrado importancia en nuestra vida, sobre todo una vez hemos sabido lo que pueden llegar a potenciar. Al margen de ser una parte del atractivo individual, cumplen funciones de protección para los ojos, como un escudo físico contra polvo, suciedad y otras partículas. También son un sensor de alerta que activa el parpadeo reflejo ante objetos cercanos. Además, reducen la evaporación de las lágrimas, lo que ayuda a mantener los ojos lubricados y protegidos de la sequedad.
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Pestañas Premium es un nombre que resuena entre la jet-set de Madrid y es que este centro de belleza ubicado en el corazón de la calle Serrano cuenta con una clientela de lo más exquisita. Su manera de trabajar se basa en la artesanía y eso significa que cuando tienen que hacer los abanicos de pestañas, cada diseño se realiza de manera personalizada basándose en la necesidad individual de la clienta.
Esta moda es prácticamente reciente y es que volvió a la palestra de las tendencias a finales de los 90 y principios de los 2000. El juego comenzó con las pestañas postizas y ahora es todo un universo con su propio vocablo. Aunque el concepto de alargar las pestañas existe desde hace siglos, la primera patente de pestañas postizas de tira fue registrada por la inventora canadiense Anna Taylor en 1911. En 1916, el director de cine D.W. Griffith popularizó su uso en Hollywood con la misión de realzar los ojos de las actrices en pantalla.
«Los dos tratamientos más demandados son el lifting y las extensiones»
De ser un accesorio para lucir los fines de semana, se ha convertido en un permanente, puesto que queremos que nuestra belleza sea diaria y no ocasional. Bereciartúa comenzó este proyecto de mano de su madre por una experiencia, es decir, querían un lugar en el que sus clientas se sintieran como en casa y que el espacio fuese su edén de belleza. Después de varios años de experiencia, preguntamos a la fundadora de Pestañas Premium sobre tendencias y lo que se lleva: «Sin duda, los dos tratamientos más demandados son el lifting y las extensiones. Con el primero conseguimos curvar las pestañas naturales sin añadir postizos y el resultado es magnífico cuanto más largas son nuestras pestañas. Con el segundo, te olvidas del rímel, no necesitas prácticamente utilizar sombra y, recién levantada, ¡te ves increíble!», nos cuenta.
Hay que tener cuidado con el volumen porque si no, puede quedar excesivo
La demanda es bastante amplia, pero, ¿qué se hacen realmente las clientas? Cada una conoce bien su rostro y lo que quiere transmitir. Preguntamos a Almudena lo que suele ser más tendencia en la actualidad. «Dentro de las extensiones, nuestro look más demandado es el volumen light, un resultado que aporta mayor densidad sin perder la elegancia. Sobre todo, lo que busca la clienta es un lugar donde se trabaje con el volumen manual, una técnica mucho más compleja al tener que formar nosotras mismas los ramitos, pero que aporta un resultado muchísimo más natural. Hay que tener cuidado porque si no, puede quedar excesivo», confiesa.
Los tratamientos se trabajan dependiendo del ojo. ¿Qué se quiere decir con esto? Todos sabemos que los rostros son imperfectos y unas pestañas colocadas correctamente pueden equilibrarlo, pero también influye la forma del ojo que tenemos. Como bien afirma, «Lo primero que necesitamos saber es el efecto que queremos conseguir y si nos apetece dejar de lado la máscara de pestañas».
«En las extensiones de pestañas, podemos jugar con largos, grosores, curvaturas y formas»
Una vez decidido eso, entra en juego la labor de nuestras especialistas para diseñar una mirada impactante. «Dentro de las extensiones, podemos jugar con diferentes largos, grosores, curvaturas y formas para conseguir que nuestro ojo resalte de la mejor manera posible e incluso podemos mejorar visualmente aquellos ojos con el párpado superior ligeramente caído, ojos saltones, abrir o rasgar la mirada, entre otros». Sobre estas líneas, la experta nos comenta los siguientes:
- Párpado caído: El diseño se tiene que aplicar con una curvatura mucho más pronunciada, sin rasgar excesivamente el ojo. De esta manera, equilibramos la estética sobre este.
- Ojo saltón: El diseño cuenta con una curvatura menos pronunciada, rasgando el ojo al final. Esto produce un efecto que provoca que el ojo destaque menos y se revierte el efecto óptico que da sin el diseño.
- Ojo asiático: El objetivo de este es hacer la mirada más grande, por lo que el diseño más habitual que se usa es uno adaptado en ‘V’.
- Ojo occidental: Hay muchas clientas que quieren un ojo más rasgado, por lo que se opta por largos más pronunciados en las esquinas, para conseguir ese efecto visual más alargado.
Son muchas las miradas que han pasado por su centro y entre ellas han sido la de Paula Echevarría, que nos confiesa que su tratamiento favorito es el lifting de pestañas, o Sara Carbonero con las extensiones. Laura Escanes opta más por lifting y laminado, e incluso se ha visto a Penélope Cruz pasando por su espacio.
Por último, le preguntamos si hay tendencias navideñas sobre estos tratamientos y su afirmación es rotunda. «En Navidad, la gente se atreve con todo. Buscan mucho más volumen, lo cual aporta densidad y destaca la mirada. También piden lifting de pestañas, que curva estas sin añadir postizos». En definitiva, estos tratamientos ya no son algo secundario, sino que muchas mujeres y hombres han visto cómo pueden cambiar su mirada e incluso su expresión facial con un simple tratamiento.
