Las cejas son el marco del rostro y tienen el poder de transformar por completo la expresión. Personalidades como Nieves Álvarez o la Reina Letizia, que cuentan con el asesoramiento de grandes profesionales, nos enseñan cómo un diseño bien trabajado puede iluminar la mirada y ofrecer un aspecto juvenil y descansado. La clave está en apostar por la naturalidad y la personalización, como nos explica Valentina Troni, CEO de Tebori Brows. Te descubrimos los secretos detrás de unas cejas que rejuvenecen, adaptándose a cada rostro sin caer en estereotipos.
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El arte del diseño de cejas ha evolucionado notablemente en los últimos años y ahora, más que nunca, busca resaltar la naturalidad y preservar la frescura del rostro. Lograr una mirada joven y descansada es posible a través de un diseño de cejas personalizado, donde los parámetros rígidos del pasado han dado paso a una visión más individualizada.
La forma del rostro ya no es lo más importante
En el pasado, el diseño de cejas se basaba estrictamente en la forma del rostro: cejas más curvas para caras redondas, más rectas para rostros ovalados, entre otras reglas genéricas. Sin embargo, Valentina Troni, CEO de Tebori Brows explica que esa forma de trabajar ha quedado atrás. «Hoy en día, el arte de las cejas ya no tiene tan en cuenta la forma de la cara. Entre otras cosas porque es difícil encasillar a una persona en parámetros tan genéricos como rostro ovalado, redondo o rectangular». Según Valentina, lo esencial ahora es observar la estructura ósea y la ceja existente.
El enfoque ha cambiado hacia algo más individualizado, prestando atención a los huesos del rostro y la zona periocular para conseguir unas cejas que se adapten a las características únicas de cada persona. «Si una persona tiene cejas y buscamos un resultado natural, mejoramos la simetría, el grosor y la forma, pero sin alterar su posición de manera drástica», aclara Troni. Además, subraya la importancia de evitar la depilación excesiva para respetar la ceja natural, algo que muchas veces se descuidaba en los métodos tradicionales.
Errores a evitar
Con el envejecimiento, las cejas tienden a perder densidad y caerse, especialmente en la parte final o cola de la ceja. Esto es un fenómeno natural que ocurre debido a la menor irrigación sanguínea en esa zona y al descolgamiento de la piel del párpado, lo que puede provocar una mirada más cansada o triste. Valentina explica que el diseño de cejas debe adaptarse a estas necesidades, evitando soluciones drásticas y priorizando la sutileza.
Según la experta hay que evitar tres cosas: cejas con cola exageradamente alta, dan un aspecto extraño; en forma de V invertida, ofrecen una imagen de mala; y la cola muy abajo porque esta entristece.
«Depilarse lo mínimo y dejarse asesorar por un experto es clave a cualquier edad», afirma. A partir de los 30 años, las cejas deben cuidarse con mayor delicadeza, ya que depilarlas mal o en exceso puede hacer que dejen de crecer, especialmente en personas con piel grasa, donde el folículo puede obstruirse.
Según qué color y grosor pueden hacerte mayor
A medida que envejecemos, una de las mayores recomendaciones de Valentina Troni es evitar maquillarlas demasiado oscuras. «Las cejas deben ser ligeramente más claras que el cabello de la cabeza», aconseja. Oscurecer en exceso las cejas o seguir la tendencia de las cejas demasiado finas añade años al rostro. La clave para mantener un aspecto juvenil es la naturalidad: cejas densas y bien diseñadas, pero sin exageraciones.
Las cejas muy finas, que fueron populares en décadas pasadas, hoy son un error común que añade años a la expresión. «Las cejas finas ponen años a todo el mundo», advierte Valentina.
El poder de la naturalidad
Para aquellas personas con cejas densas, Valentina asegura que están en su mejor momento: «Las cejas densas están de enhorabuena. Sólo necesitan darle forma y pulirlas con un buen diseño». A ella le gusta trabajar el diseño con hilo, un método que deja una ceja limpia y bien definida sin necesidad de tratamientos invasivos.
Respecto a los tratamientos más avanzados, como el microblading, Valentina explica que ya no lo recomienda debido a los problemas que puede generar a largo plazo. «Si no se hace bien, la tinta puede migrar y perder el efecto pelo a pelo», señala. La técnica que ella aconseja es el hair strokes, una opción menos invasiva y más natural que evita cortar la piel, no migra la tinta y asegura un resultado más duradero.
Esta técnica de maquillaje semipermanente crea trazos finos que imitan la apariencia natural del vello. Advierte que las personas con la piel grasa o poro abierto deben abstenerse a hacerse este tipo de técnicas. Como Valentina Troni recuerda, no se trata de seguir normas rígidas, sino de encontrar el equilibrio perfecto para realzar la mirada y mantener un aspecto fresco y juvenil.