Villa Mayfair, mansión única en Barcelona, por Raquel Oliva
España está llena de lugares y rincones únicos. Grandes obras de arte que llenan nuestras calles. Ciudades repletas de edificios arquitectónicos de lo más turísticos y de obligada visita. Miles de ejemplos que a todos se nos vendrían a la cabeza cuando hablamos de Madrid con el Palacio Real o el Palacio de Cibeles (antigua casa de Correos, reconvertido en Ayuntamiento), Sevilla, con su Palacio de Liria o el Parque de María Luisa, o Barcelona…
Hoy os vengo a hablar de esta última, una de mis ciudades favoritas porque a ella me une un vínculo personal, pero también profesional.
Barcelona para mí es una de las ciudades que mejor ha sabido encajar el paso del tiempo en lo que a obras arquitectónicas se refiere. Cuando pisas la ciudad, que cuenta con una estructura de cuadrícula, abierta e igualitaria según el Plan Cerdá de 1860, es fácil encontrarte con una iglesia del siglo XIV o con estructuras onduladas realizadas por ordenador que conviven en perfecta armonía, sin resultar extraño ni disfuncional porque estamos hablando de esta gran ciudad.
A la Sagrada Familia, que comenzó su construcción en 1882 y cuya finalización aún es un misterio, el Museo Picasso o el Park Güell ahora se une Villa Mayfair, una mansión de principios del siglo XX…
Mansión centenaria
Ubicada en plena Vía Augusta, una situación atípica para este edificio centenario, se erige Villa Mayfair. Construida en el año 1910 según diseño del arquitecto Enric Sagnier, la mansión está protegida por Patrimonio, y es no es para menos.
Se podría decir que se trata de una pieza única en el entramado de Barcelona, donde tuve el honor de presentar la colección ‘New York‘ en colaboración con Orac, de la que ya os hablé hace dos semanas.
Con un estilo que prevalece y con detalles modernistas, que corresponden al año de construcción, la villa cuenta con inspiración británica a petición de la familia de origen inglés a la que pertenecía por lo que, en su honor, ha sido bautizada con el nombre de Villa Mayfair.
Una edificación que parece haber quedado congelada en el tiempo. Y es que, además de ser discreta y elegante a partes iguales se encuentra rodeada por edificios que nada tienen que ver con su estilo arquitectónico. Una mansión que, pese a su magnitud, parece escondida tras la exuberante vegetación de su cuidado y romántico jardín.
Ahora, 111 años después, Cristina Rodríguez llega para reinventarla. Con un maravilloso gusto y estilo de interiorismo ha creado sin duda una de las casas más bonitas que he tenido el placer de visitar jamás.
Su ‘obra’ comenzó en noviembre del año 2015, cuando se enfrentó a un temido vacío que poco a poco fue rellenando con la exquisitez que confiere una vida dedicada al arte y al interiorismo.
Una gran rehabilitación de esta villa modernista que presenta un volumen de hormigón bajo el jardín muy contemporáneo al que han llamado ‘La Galería’ en el que se presentarán iniciativas creativas además de desarrollar eventos exclusivos de pequeño formato para poder sorprender a los invitados.
‘The Creation House’
Pero es que Villa Mayfair es mucho más. Villa Mayfair es un nuevo concepto. También creado por Cristina… ‘The Creation House’, una historia entre la ficción y la realidad.
Se trata de un proyecto, una propuesta, con una nueva fórmula: reinventar los espacios y crear comunidades alrededor del mundo que invita a vivir un nuevo esquema de creación y colaboración.
Para formar parte de ‘The Creation House’ hace falta talento, iniciativa, osadía, romanticismo y pasión. El cóctel perfecto para interpretar el espacio Mayfair…
El resultado puedo decir que se encuentra por encima de cualquier expectativa… Desde mi punto de vista ha conseguido su objetivo, sorprender y enamorar…
Entre mis favoritos, además de su cuidado jardín, que filtra la luz natural, destacaría que la piscina da acceso visual a la planta Galería a través de su fondo transparente, además del dormitorio principal, decorado con los mejores materiales, que, además, cuenta con una bañera en el espacio.
Un pequeño pero emocionante detalle que me hizo trasladarme al dormitorio de mi propia casa. Como amante del open concept y tras la reforma de mi propio hogar de la mano de mi amigo Manuel Espejo, me concedí el capricho de contar con este accesorio que me parece de lo más chic y una auténtica tendencia.
Sin duda un nuevo enfoque, ya que la bañera es sinónimo de descanso y de relax, al igual que igual que lo es la cama. Por lo que, en decoración, me parece un aliado perfecto.