La arquitectura cada día nos sorprende un poco más. Podemos encontrar casas que se mueven dependiendo del sol o incluso salones giratorios que son capaces de orientarte a cualquier zona de la casa. Hemos encontrado una casa inusual en el corazón de California, un espacio que, en sus inicios, no estaba planteado para ser una casa giratoria, sino que sus dueños querían un concepto curvo que ampliara las vistas sobre un horizonte de naturaleza. Al y Janet Johnstone, así se llaman sus dueños y los que idearon este concepto, vieron cómo el proyecto evolucionaba y decidieron trazar nuevos planos para dar vida a esa oscilación. Descubrimos una de las construcciones más curiosas de California, la casa giratoria más famosa del mundo, y que está a la venta.

Sobre el diseño, se puede observar que hay muchas influencias, tanto externas como internas, que representan esa esencia de los 2000 y su venta se efectúa por primera vez, habiendo tenido unos dueños únicos, por un precio de cinco millones de dólares. Esta propiedad se define como única e innovadora, a la vez que exhibe una increíble combinación de lujo, funcionalidad y avances tecnológicos. Gracias a un potente motor que acciona unas ruedas motrices sobre un riel de acero, la segunda planta puede rotar completamente, en ambas direcciones, en un espacio de tiempo que va de los 33 minutos a las 24 horas, según prefieran los operarios.



En el interior, la casa tiene una superficie de casi 450 m², cuatro dormitorios y tres cuartos de baño. La primera planta incluye una cocina, dos garajes y un baño completo, y podría ser utilizado como un piso independiente, de acuerdo con el anuncio. Arriba, los compradores interesados encontrarán el dormitorio principal, tres dormitorios adicionales, otra cocina y la sala de estar. La casa incluye también un sótano terminado. Con unas vistas panorámicas, el volumen superior está rodeado de ventanales que van del suelo al techo. Desde el interior, los huéspedes pueden ver el océano Pacífico, el centro de San Diego, el puente Coronado, la montaña Cowles, el monte Palomar y las montañas Cuyamaca. Por supuesto, gracias a su capacidad de rotación única, estas vistas se pueden disfrutar desde cualquier habitación de la casa.

Tras diseñar la casa, la pareja optó por construirla ellos mismos, a pesar de no tener formación formal como constructores o arquitectos. Aunque suene peligroso, los propietarios contrataron a ingenieros para que revisaran el trabajo y garantizaran la integridad estructural de la casa. En los años transcurridos desde su finalización, el edificio ha recibido cobertura en diversos medios estadounidenses, convirtiéndose en una de las construcciones más famosas de este tipo. No es la única casa giratoria del mundo, pero sí una de las más conocidas.