Londres, por ahora, tiene el título de ser el Nueva York europeo. Y en parte lo es por la variedad gastronómica que hay en la ciudad. Además de restaurantes en los que la arquitectura es un ingrediente más. Por supuesto, cada temporada se suman más, pero hay algunos que siguen sin perder su puesto en los restaurantes más interesantes. Uno de ellos es Sketch, el restaurante para ver la vie en rose.
Sketch es uno de esos restaurantes que conoces sin haber estado. Porque acuñó el adjetivo instagrameable cuando Instagram no tenía tanta importancia. Es un salón de té en un palacio del siglo XVIII. ¿Y crees que abrió sus puertas hace poco? Pues no, lo hizo en 2002 cuando abrió sus puertas en Mayfair. Lleva 20 años siendo actual, algo que consiguen muy pocos locales.
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Pero es que es tan especial que merece la pena seguir hablando de él aunque haya pasado tiempo. Tiene muchas salas, todas distintas -muy distintas-, pero hay una que sobresale sobre el resto, la Gallery, en color de rosa. Una sala con sillones en terciopelo rosa tipo Charlotte, paredes en rosa chicle… Todas con obras del artista David Shrigley, «un telón de fondo único para las obras circundantes del artista», explican. En total, 94 dibujos en blanco y negro del artista. Nada mal.
¿Y por qué ese color? Lo explican ellos mismos: «En 1979, Alexander Schauss logró convencer a los directores de un instituto correccional naval en Seattle, Washington, de que pintaran de color rosa algunas celdas de reclusión para determinar los efectos que esto podría tener en los presos. Schauss nombró el color en honor a los directores del instituto correccional naval, Baker y Miller. Baker-Miller Pink demostró reducir el número de incidentes de comportamiento errático u hostil durante la fase inicial del experimento».
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Es, probablemente, el salón de té más especial de todo Londres. Y eso se debe a quienes han ideado este universo pink, en este caso, el interiorista Gahban O’Keeffe e India Mahdavi, quien reinventó la sala en 2014 convirtiéndola en la sala más instagrameable del mundo. ¿La inspiración? Hollywood. «Quise que el cliente se sintiera en una película», explica. Por esta razón es uno de los restaurantes más bonitos de Londres. Y del mundo.