Hemos hablado en varias ocasiones del Grupo Nomo porque consideramos que es uno de los grupos más interesantes en el mundo gastronómico. Nació en Barcelona, pero ya encontramos locales en rincones tan fantásticos como el Far Nomo en Llafranc o Nomo Náutic, en San Feliú de Guixols. Hemos hablado de sus clásicos y también de sus últimas aperturas, siendo la última la que ha realizado en la ciudad de Girona. Abre sus puertas Nomo Girona, y nosotros estamos deseando viajar para conocerlo pues el enclave de este nuevo restaurante no puede ser más especial. ¿Dónde? En los Jardines de la Mercè.
Esta casa señorial de 1900 alberga la séptima apertura del grupo gastronómico. Un restaurante al que se llega por su calles empedradas, que en sus fogones sigue teniendo el sello de la cocina de Naoyuki Haginoya. Aunque eso sí, disfrutar de sus platos en este jardín protegido convierte cualquier comida o cena en Nomo en un momento incomparable. Siempre nos gusta disfrutar de rincones bonitos que realzan cada uno de los platos y vinos que comemos y bebemos. Y todo en un entorno en el que el blanco y el negro son los colores protagonistas. Las paredes en color oscuro reflejan la luz del jardín. El suelo, llamativo, está en baldosas que recrean el tablero de un ajedrez. Las mesas son de mármol blanco. Las sillas, de madera natural.
Y hablamos un poco de la comida. Si en el resto de restaurantes destacan las tapas japonesas, aquí pasa lo mismo. Porque las tapas fusión son sello de la gastronomía de Nomo. ¿Algunos ejemplos? El yaki hotate to foie, un pincho de vieira a la plancha con foie del Empordà, espinacas y salsa teriyaki; la Okonomi omelette, la clásica tortilla japonesa con pulpo y salsa okonomiyaki o la sukiyaki croquette, croquetas japonesas de rabo de toro. Todo presentado en una vajilla sencilla y en mesas de madera que no se visten con mantel.
No son los únicos platos que podemos disfrutar en Nomo, pero en este caso cabe destacar el entorno. Porque importa mucho. Y es que los dueños querían no solo resaltar la belleza del lugar si no dejarlo intacto para que se siga palpando donde estamos. Resaltar y respetar. Por eso la madera y los materiales naturales predominan en el mobiliario.
En la terraza hay lo mínimo, para darle importancia a lo que comemos y al jardín. Un lugar que es uno de los restaurantes más románticos de Girona. Y que va a convertirse en el place to be de la ciudad de Girona.