Un restaurante en China escondido en una obra de arte. Para descubrirlo habrá que trasladarse hasta Mile City, en el sudoeste del país, a unos edificios hechos con ladrillo rojo que se elevan con formas sinuosas en el horizonte. Esculturales, en realidad no se hicieron éstos para que nadie viviese. O trabajase. El artista chino Luo Xu las creó como unas interesantes esculturas que acaban de ganar vida en su interior con un elegante restaurante.
Conocida como Dongfengyun Art Town, esta pequeña ciudad roja fue construida en 2014 para albergar una bodega, un museo, un hotel y el recientemente abierto restaurante ‘50% Cloud Artists Lounge Restaurant’, ubicado en las estructuras cónicas que nacieron como una pieza de arte decorativa. Ha sido en su interior donde el estudio ‘Cheng Chung Design‘ (CCD) ha recreado los paisajes locales y las estructuras que parecen flotar en el cielo.
Los edificios, de 550 metros cuadrados, son conocidos así precisamente porque parecen flotar en el cielo y por una apariencia que recuerda a una nube. A pesar de la pesadez de su materialidad, el complejo no tiene ni una sola barra de acero o clavos. Construido sobre suelo rojo y completamente compuesto de ladrillos rojos locales, la instalación se mezcla con la naturaleza colindante.
Sus fachadas sólidas, contornos curvos y volúmenes se han repetido en el interior de este restaurante en China. Así, al entrar, un sutil estilo Art Decó mantiene la identidad de estas esculturas gigantes. Para acceder al restaurante unos escalones de entrada se despliegan a lo largo de una ladera en forma de terrazas, un guiño a la forma de cultivar local, y un gran arco de metal abre el espacio e invita a entrar.
En los interiores de este restaurante la luz juega un papel fundamental, que se cuela por huecos abiertos en los tejados enfatizando la rugosidad de las paredes de ladrillo. Además, en honor a la forma de nube que le da nombre, si se eleva la vista se podrá disfrutar del movimiento del mismo cielo.
Buscando hacer sentir a los huéspedes las bóvedas de ladrillo mientras cenan, la atmósfera respeta fielmente la historia del edificio. Respetuoso, el estudio ha replicado las formas curvas del edificio. Con materiales nobles que endulzan el industrial espacio, se consigue un lugar acogedor en donde todas las piezas han sido tratadas como obras de arte e integradas en la propia naturaleza del lugar.
Por supuesto, se han incluido obras de arte propiamente dichas, que representan la sabiduría de la gente local, haciendo que el arte se respire en cada rincón. En definitiva, lo que aquí se ha creado es un restaurante que promete ser una experiencia multisensorial.
