Sabes que son confortables, envolventes y poseen un aspecto extremadamente pulcro y limpio. Las sábanas de algodón egipcio son de un tejido cuyo valor es conocido en todo el mundo por su extraordinaria calidad, ¿pero sabes lo que las hacen tan especiales? Te contamos todo lo que tienes que saber sobre el rey de los algodones.
El algodón egipcio destaca sobre otros tipos de algodón, sobre todo a la hora de crear ropa de cama. El principal motivo es que es muy absorbente, lo cual permite obtener colores vibrantes y duraderos. Además, con cada lavado no solo no pierde calidad, sino que se hace más suave y con un acabado más perfecto.
Un control exhaustivo
Desde 1926 existe un estricto control en Egipto sobre la producción de su algodón, asegurando que estas semillas no se mezclan con otras de peor calidad. Asimismo, desde 2001, el nombre del algodón egipcio está protegido a nivel internacional bajo la denominación ‘Egyptian CottonTM’.
Esta denominación asegura que dicho algodón se fabrica a partir de una variedad llamada Gossypium Barbadense que crece junto al río Nilo. Se recolecta a mano para garantizar un mayor nivel de pureza y, además, al no sufrir ningún daño permite producir fibras más largas y finas.
Algodón egipcio de 600 hilos, el algodón premium
Dada a las características mencionadas sobre la producción de este algodón, el egipcio tiene un número más elevado de hilos por centímetro cuadrado. Es en este punto donde hay que distinguir la calidad de los tejidos, pues hay sábanas de 200, 300 y 600 hilos, siendo el de mayor calidad este último.
Ahora bien, qué es mejor, ¿sábanas blancas o tintadas? Los expertos aseguran que un tejido blanco siempre es más puro que uno teñido pues conserva las propiedades orgánicas y naturales de la fibra de algodón prácticamente inalteradas. De ahí, que los hoteles siempre apuesten por las blancas, aunque las de color sean vibrantes.
¿Percal o satinado?
La diferencia está en la forma en que se organizan los hilos en el tejido y, por tanto, el acabado es diferente. Mientras que el percal es suave y ligero, perfecto para los meses de verano, el satén es más pesado y cálido, aunque también sedoso. Ambos son ideales, pero cumplen diferentes propósitos.
Si bien el algodón egipcio es la materia prima de las mejores sábanas del mundo, también lo es para el resto de la ropa de la casa, como toallas y manteles… Y también en el mundo de la moda.