Ranchos, mansiones y casas de lo más curiosas. Todo esto es lo que podemos encontrar por las colinas y extensos campos que componen el estado de California. La excentricidad está servida y la personalidad individual de cada una marca una visión. En el condado de Santa Bárbara, California, se encuentra uno de los ranchos más famosos de la historia del pop, Neverland, la mansión privada de Michael Jackson, convertida parcialmente en parque temático y que se convirtió en el sueño visionario del artista pop.
Neverland se hizo muy conocido, no solamente por su dueño, sino porque estuvo fuera del alcance de las cámaras durante muchos años y se convirtió en un espacio hermético. Posteriormente, cuando los medios de comunicación pudieron visitarlo y descubrieron el mundo de fantasía que había en su interior, se hizo conocida por ser la única mansión del mundo que contaba son su propio zoo, e incluso con un parque de atracciones.
Adquirido por el cantante en el año 1988, recuerda al mundo de Peter Pan, puesto que su entorno proporcionaba un ocio constante y hacía que sus visitantes no olvidaran al niño pequeño que llevaban dentro. Además, era el personaje favorito del cantante. El rancho californiano fue construido en estilo Tudor entre 1977 y 1982 por el promotor inmobiliario William Bone e inicialmente, hasta que se le cambió el nombre, se llamó Sycamore Valley Ranch.
El proyecto se realizó sobre un terreno de más de mil hectáreas, en la que se construyeron veintidós edificios. Los más conocidos son la residencia principal, una mansión de dos plantas y 12.000 metros cuadrados de estilo normando francés, al que se añaden las dos casas de invitados.
Michael Jackson descubrió el rancho por primera vez en 1983, durante el rodaje del vídeo Say Say, que protagonizó junto al ex Beatle, Paul McCartney, que se alojaba en la finca. Al enterarse de que el rancho estaba en venta, Jackson no dudó un momento y decidió adquirirlo por 19 millones de euros.
Michael Jackson quiso construir un refugio de diversión y ameno, por lo que Neverland comenzó a desarrollarse con el objetivo de convertirse en un icono eterno. Un parque de atracciones con una noria, una pista de karts, un grandioso cine, varios campos deportivos, graneros, instalaciones para animales, e incluso un zoo privado con animales exóticos.
Estas no son las únicas atracciones del recinto, puesto que también construyó un tren de vapor que recorre todo el rancho, que se complementa con una estación de ferrocarril y un pequeño parque de bomberos. El rancho también está decorado con un gran jardín inglés, una barbacoa cubierta e instalaciones para fiestas, piscina y cine privado.
Jackson no construyó esta mansión de forma egoísta, puesto que alojaba allí a muchos amigos y familiares, además de colaborar con asociaciones sin ánimo de lucro, para alojar u organizar visitas para niños enfermos o necesitados.
Muchas estrellas de Hollywood también encontraban el lugar muy apacible y su privacidad permitió celebrar la boda de su gran amiga Liz Taylor y, gracias a esto, la revista People pudo fotografiar varios espacios del proyecto más personal de Jackson. Después de ello vino la entrevista que hizo con Oprah Winfrey, una de las más personales y el 14 cumpleaños de la estrella de las redes y socialité, Kim Kardashian.
Con la muerte del cantante, en 2009, el espacio experimentó una renovación. El espació acogió muchos momentos e incluso fue un pilar muy importante para los dos hijos de la estrella del pop, Prince y Paris Jackson. Un bucólico entorno que terminó poniéndose a la venta por 94 millones de euros.
Durante muchos años, fue imposible vender el recinto y estuvo entrando y saliendo del mercado, de forma constante e incluso llegaron a cambiarle el nombre, por la denominación original del espacio Sycamore Valley Ranch. El comprador de la propiedad es el multimillonario Ronald Burkle, copropietario del equipo de Hockey Pittsburgh Penguins, cofundador de la firma de inversión Yucaipa y amigo cercano de Michael Jackson. Su precio final de compra fue de 18 millones de euros.