Casas, pisos o mansiones millonarias es uno de los expertise que tenemos en COOL. Hemos hablado de muchas de ellas, desde la simplicidad de su diseño, con una arquitectura de líneas limpias y formas superpuestas, pasando por oros, exteriores barrocos e interiores de lo más ostentosos. Desde Dubái hasta Estados Unidos, cada vez se habitúa más el lujo, puesto que las fortunas siguen creciendo y un bien inmueble puede ser una gran inversión a rentabilizar con los años. Hay joyas escondidas y Asia las tiene, concretamente en La India. Conocemos Antilia, la casa más cara del mundo.
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Hace no mucho, pudimos ver el compromiso del hijo de uno de los hombres más ricos del mundo, Mukesh Ambani, quien reunió a las grandes fortunas del mundo como Elon Musk o Mark Zuckerberg, además de cantantes que representan la realeza musical como Rihanna, la cual actuó en la preboda de este reciente matrimonio.
Ambani, de 66 años, es actualmente el décimo hombre más rico del mundo con un patrimonio neto estimado en 115.000 millones de euros, según Forbes. El empresario es presidente, director general y el mayor accionista de Reliance Industries, la mayor empresa india de carácter privado, con intereses en el sector petroquímico, petrolero, gasífero, telecomunicaciones, comercio minorista y servicios financieros. También es propietario de la casa más grande del mundo.
Está claro que la extravagancia va con la esencia de la familia, puesto que además de celebrar esa gran boda, al magnate quiso una residencia a la altura de su fortuna y construyó su mansión sobre un edificio, denominándolo como Antilia Tower, nombre que hace referencia a una isla del Océano Atlántico. Su coste es desconocido, pero se estima que invirtió más de mil millones de euros en realizar su sueño. Está claro que fue cara, pero tiene una estimación en el mercado que la coloca sólo por detrás del Palacio de Buckingham.
La peculiar casa fue diseñada por el estudio de arquitectos Perkins + Will que invirtió 7 años en levantar esta torre de 173 metros de altura y más de 37.000 metros cuadrados de superficie. El edificio, que tiene 27 plantas, fue construido para resistir terremotos de magnitud 8 en la escala de Richter. El interior es algo muy importante y, sobre todo, en La India, donde lo que refleja tu decoración es sinónimo de la fortuna que tienes.
El estudio Hirsch Bedner Associates, también norteamericano, fue el encargado de realizar interiorismo, donde se han seguido las pautas del Feng Shui y la decoración hindú.
Su originalidad le precede, puesto que es de las pocas construcciones en el mundo que ha conseguido combinar la estética local, con espacios verdes abiertos y jardines verticales, para terminar con interiores de techos altos y estancias rodeadas de cristaleras, para aprovechar al máximo la entrada de la luz al espacio.
Si la casa más cara del mundo por fuera es estridente y ostentosa, lo que se encuentra en el interior ya define de forma apropiada estas dos palabras con las que comenzamos esta frase. Contiene varias piscinas, alternadas por sus diferentes pisos, cine privado, salones de baile, varias bibliotecas, un gimnasio, tres helipuertos, un templo para rezar, además de un aparcamiento subterráneo de seis plantas con capacidad para 160 vehículos.
Por si no fuera suficiente, el magnate quiso construir una sala donde se fabricara nieve artificial y simula el invierno que puedes tener en Europa o en Estados Unidos.
Aunque muchos piensen que el magnate tiene una gran colección de casas, no es así. Invirtió gran parte de su fortuna en realizar esta casa, puesto que es su única residencia conocida y en la que pasa la mayoría del tiempo. Es complicado mantener una casa así y, para ello, hay 600 personas trabajando sólo para conservar el hogar. Además, que todo el mundo use el mismo ascensor es algo que no entraba en sus planes, así que construyó nueve para que cada uno vaya a un piso en concreto y la movilidad por el espacio sea más ligera. Un todo que hace que la casa más cara del mundo esté valorada en 2 billones de euros.
