Sin entrar en la crisis de pareja más mediática del año, la de Chiara Ferragni y Fedez, pues eso corresponde a medios especializados del cuore, nos adentramos en la mansión que se compraron en Lago di Como, al norte de Italia, a finales del año pasado. Se encuentra en un encantador pueblo de calles empedradas, en Pognana Lario, a orillas del lago. Muy próximo a ellos, se halla la casa de George y Amal Clooney. La influencer eligió esta como su segunda casa porque, en palabras de ella, «aquí puedes sumergirte en otra dimensión a solo una hora de Milán». Tras una reforma integral, la mansión actualmente está valorada en cinco millones de euros.
Villa Matilda, que así es como bautizaron a la casa, en honor a la perrita bulldog francés que tenía la pareja, fue reformada por el estudio de arquitectura y decoración 13.1, cuyo lema es el de «traer sensaciones, recuerdos y referencias culturales en un armonioso diálogo».
Filippo Fiora y Federico Sigali son los responsables de 13.1 y explican que el objetivo de este proyecto era hacerlo hermoso y, además, funcional tanto en espacios como en mobiliario.
Beige, marfil… colores que favorecen el bienestar
La vivienda es una construcción de 470 m2 distribuidos en dos plantas y mantiene la esencia del original, con grandes ventanales para aprovechar al máximo la luz del sol y unir el exterior al interior. De hecho, desde el salón se puede acceder directamente al lago. Las ventanas, como no podía ser de otra manera, están enmarcadas con madera, la tendencia más top en edificios de lujo.
En la reforma, se mantuvieron las paredes de barro blanco del exterior, restauraron el suelo original y algunos espacios fueron unificados para hacerlos más grandes.
En cuanto a la decoración, la pareja escogió colores en tonos neutros como el marfil, el beis y crema, y conservaron ciertos elementos como una librería, que se halla en el salón.
Fue la propia Chiara la que hizo un House Tour en sus redes sociales nada más estrenar la casa y explicó que cambiaron los cristales de la librería por espejos con el fin de que el lago se reflejara en ellos.
Para la habitación de los pequeños, Leone y Vittoria, rompieron con la tonalidad neutra de la casa e incluyeron colores más vibrantes, como el azul y el rojo. Eso sí, respetaron el estilo señorial gracias al papel de la pared.
Impresionantes vistas al lago
En el exterior, en el jardín, descansa un invernadero y una piscina infinita que parece fundirse con el lago. Además, cuenta con embarcadero privado. Como se puede ver en la foto, la casa se integra armoniosamente con el paisaje, gracias al uso de materiales naturales y colores suaves, y la terraza ofrece vistas panorámicas tanto al lago como a las montañas.
