No podemos negar que el verano, para muchos, es nuestra estación favorito del año. Será por el calor, será por el hecho de no hacer nada… Será porque la felicidad consiste en pegarse un baño, disfrutar de la brisa del amor y de una buena lectura en la hamaca. O de la brisa de las montañas y de tiempo con los que más queremos, sí somos de los que huimos de la playa. El verano es una estación, sí, pero también es un estado de ánimo.
Siempre queremos llevar looks que respiran verano, interiorismo que respire verano… Y hay casas que exclaman «verano» por sus cuatro costados. La arquitecta Cláudia Varjão lo sabe muy bien, y eso es lo que nos transmite en uno de sus perfiles de Instagram, Archi and Beyond, donde en sus casas parece que siempre se vive en plena temporada estival.
¿Algunos ejemplos? La Casa Aviv, en Tulum. Una construcción en tonos neutros, donde el aire y el sol es un mueble más de la casa. Abierta por todas partes, en la Casa Aviv siempre es verano. Su piscina, con una pequeña escalinata, casi parece ser una parte más de este porche convertido en salón exterior.
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La casa del fotógrafo Philip Dixon, que se recoge en este perfil de Instagram, es otro ejemplo. Todas aquellas casas que le dan importancia a la piscina formando parte de la zona principal, nos transmiten que para ellos el verano forma parte de su día a día. Da igual el mes. La casa, que bien podría estar en algún lugar como México o Marruecos, se encuentra en Venice Beach. Es habitual que sea lugar para campañas de fotografía. Quizás el artista la concibió para eso. Esta casa es resultado de más de 20 años de viajes.
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Esta casa construida por el arquitecto Pérez Palacios en México, es otro ejemplo de esa sensación de verano que se respira en algunos lugares. No necesariamente debe haber una piscina… Muchas veces esa sensación se construye cuando el exterior y el interior están sutilmente unidos. Por una ventana que se abre, por vegetación que se puede apreciar cerca, por colores neutros que unen una estancia con otra… Esta es una casa donde nos gustaría vivir todos los meses del año.
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La casa de Amanda Lindroth es otro ejemplo. ¿Qué otro elemento decorativo nos puede recordar todo el rato al verano? Los tonos azules: los mentas, los tonos turquesa… Los azules más pastel nos recuerda a las aguas de lugares como Menorca o Formentera, o a las aguas azules de las piscinas. Es imposible que un color así no nos lleve, de alguna manera, a la temporada estival. La interiorista Amanda Lindroth lo consigue con esta casa en la que nos queremos quedar a vivir para siempre. Por algo Archi and Beyond la recoge en su perfil. Estamos seguras de que la arquitecta también piensa lo mismo.
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