Madrid se ha convertido en los últimos años en un imán para el capital extranjero, y especialmente para los inversores mexicanos que buscan, además de rentabilidad, un estilo de vida vinculado al lujo, la cultura y la seguridad patrimonial. Carlos Gómez, fundador de Vivla, la empresa pionera en copropiedad inmobiliaria de lujo, ha revolucionado la forma de invertir en Madrid: dos pisos de alta gama ya han sido coadquiridos por 16 inversores mexicanos, con participaciones de 458.000 € y 610.000 € cada uno.
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La copropiedad surge como respuesta a la creciente complejidad del mercado inmobiliario: precios altos, tipos de interés complicados y una demanda creciente de vivienda flexible. Carlos Gómez, CEO y cofundador de Vivla, subraya que este modelo permite que varias familias sean propietarias de una misma vivienda, accediendo a un activo de lujo sin necesidad de comprar el 100% de la propiedad.
«Dentro de esa sociedad metemos las casas y los propietarios se convierten en accionistas, con lo cual tienen un título de propiedad real. Está escriturado ante notario, elevado a público, y les da acceso al disfrute de la vivienda con todos los servicios incluidos, como si fuera un hotel cinco estrellas», detalla Gómez.
Hasta ahora, Vivla se había centrado en destinos vacacionales, desde Baqueira hasta Menorca, con un éxito notable: 90 millones de euros en activos bajo gestión y 40 millones de facturación anual. Pero Madrid representa un cambio de escala: un mercado urbano, caro y competitivo, pero con un enorme potencial de crecimiento y un interés creciente de compradores latinoamericanos.

Luis Ruelas, director del área inmobiliaria de Alterna Consulting en España, apunta que la ciudad ofrece oportunidades únicas para los inversores mexicanos, y habla con conocimiento de causa porque él es mexicano. «Cuando hablamos con ellos, no necesitas explicarles demasiado. Conocen bien el concepto de copropiedad, porque es habitual en México y Estados Unidos. Madrid, por idioma, cultura y estabilidad económica, se está convirtiendo en uno de sus destinos favoritos de inversión inmobiliaria”, afirma Ruelas.
«Estamos vendiendo en Justicia a 17.000€ el metro cuadrado y en Hermosilla a 16.500 €»
El interés se materializa en dos propiedades ya adquiridas en Madrid, ubicadas en zonas prime: Justicia y Hermosilla. «Estamos vendiendo Justicia a 17.000 € el metro cuadrado y Hermosilla a 16.500 € el metro cuadrado. Son pisos en Madrid de lujo, con tres dormitorios mínimo, luz natural, materiales premium, obras de arte y un diseño exclusivo que refleja el alma de Madrid”, explica Gómez.
«Los precios de cada participación en estos pisos en Madrid, oscilan entre 485.000 € y 610.000 €»
Los precios de las fracciones, es decir, de cada participación en estas viviendas, oscilan entre 485.000 € y 610.000 €, lo que permite a los compradores acceder a un inmueble de primera línea a un costo significativamente menor que comprar la propiedad completa. «Es sorprendente que este cliente no pelea el precio. Lo que quiere es el tope de gama», añade Gómez sobre estos pisos en Madrid.
El modelo de Vivla no sólo se centra en la inversión. Permite que las casas estén ocupadas durante todo el año, rotando entre las familias propietarias y asegurando que los inmuebles generen actividad económica constante en la ciudad. «Muchos lo veis desde un punto de vista social o urbano: cientos de casas vacías podrían tener hasta ocho familias rotando su uso, manteniendo la ciudad viva, generando impuestos y dinamizando la zona”, comenta Gómez.

Además, los clientes cuentan con una red de intercambio global: gracias a la alianza con otros, pueden cambiar su estancia en Madrid por propiedades de lujo en cualquier lugar del mundo. «Ya no sólo me compro una casa en Madrid, me compro algo que me permite viajar a otros destinos del mundo», señala Gómez.
«Los inversores mexicanos buscan un refugio tangible para diversificar su patrimonio y no depender de los mercados financieros»
Para los inversores mexicanos, Madrid ofrece seguridad y previsibilidad. «Gran parte de su patrimonio está concentrado en real estate. Buscan un refugio tangible para diversificar su patrimonio y no depender de los mercados financieros. Y lo hacen en un mercado ultra seguro, con la percepción de que los precios de las viviendas pueden doblar en los próximos diez años”, explica Gómez.
Finalmente, Ruelas añade que este interés no es anecdótico. «Estuvimos en un tour por ocho ciudades de México, visitando más de 300 familias, y la respuesta fue unánime: quieren invertir en Madrid. La fórmula de copropiedad se adapta perfectamente a sus necesidades de inversión y estilo de vida».
Con Vivla, Madrid deja de ser sólo un centro político y cultural. Se convierte en un destino premium, donde los mexicanos encuentran seguridad, diseño, exclusividad y la posibilidad de disfrutar de la ciudad con la flexibilidad que demanda la vida contemporánea.
Casa de Justicia
La vivienda está valorada en 4,5 millones de euros. Está en la primera planta de una finca clásica en el Barrio de Justicia, de 247 metros cuadrados. Tiene tres dormitorios, techos altos de 3,4 metros de altura, está domotizada… Cada propietario (ocho en total) ha pagado 610.000 €.

Casa de Hermosilla
La vivienda, de 175 metros cuadrados y tres dormitorios, está valorada en 3,5 millones de euros. La reforma integral ha sido llevada por Mónica Diago. Cada propietario (ocho en total) ha pagado 485.000 €.
