Milán es una de las ciudades más modernas de Italia. Probablemente sea la urbe con más rascacielos y edificios contemporáneos. En Milán se respira futuro. Uno de esos edificios futuristas, uno de los proyectos de arquitectura más icónicos de la capital mira al futuro, buscando la sostenibilidad. Con esta filosofía nace el proyecto del arquitecto Stefano Boeri, así nace Bosco Verticale.
Bosco Verticale es, literalmente, un bosque vertical. Es un proyecto que surge en 2014 que ayuda a la supervivencia de las grandes ciudades. Busca limpiar el aire gracias a la naturaleza, y lo hace llenando sus magníficos edificios de plantas. Esa es una buena manera de resumirlo, pero hay más allá.
Bosco Verticale nace Porta Nuova Isla, en el Centro Direzionale de Milán, una de las zonas más nuevas de la ciudad. El proyecto está formado por dos torres, dos edificios con más de 100 apartamentos y en ellos encontramos 11.000 plantas, 5.000 arbustos, 300 árboles pequeños y unos 500 grandes. Un auténtico bosque en altura. La cifra interesante es que todas estas plantas transforman unas 25 toneladas de dióxido de carbono en oxígeno, según comentan revistas especializadas. Esta es una buenísima noticia.
Bosco Verticale es un proyecto que mira al futuro aportando un mundo mejor. Entre todas esas plantas hay 2.000 especies diferentes, y todas ellas están repartidas en cada una de las terrazas de los apartamentos, con el objetivo de reforestar la zona pero desde las alturas.
Hay quien explica que el Bosco Verticale se inspiran en los Jardines Colgantes de Babilonia, y podría ser. Pero también la Torre Guinigui, en la localidad italiana de Lucca, una torre de 45 metros de altura que alberga en su parte más alta un bosque.
Además de ayudar a generar dióxido de carbono, el Bosco Verticale también promueve otros beneficios para la vida: protege de la radiación solar, gracias a las hojas de sus árboles; ayuda a generar un microclima especial que, por toda la naturaleza que encontramos-en contenedores de cemento con material impermeable-, provoca más humedad; protege del viento pero también atenúa la contaminación acústica. Las plantas son buenas para todo.
¿Algunas de las especies que encontramos? Encinas, espino blanco, madroño, retama negra, peral silvestre, fresno de flor, ceanoto, plumbago azul, hipérico calicino, pero corvino, roble pubescente… Uno de los bosques más bonitos de Milán.