El arte, la moda y la música forman gran parte de la oferta cultural de la ciudad de Nueva York. Junto a Los Ángeles, se ha convertido en la meca de los artistas a la hora de vivir pero, seamos honestos, para vivir y sentir la vibración de la ciudad, la Gran Manzana es el lugar perfecto. Muchos cantantes como Alicia Keys han escogido este lugar para vivir y el último ha sido el cantante Bad Bunny.
El cielo de Nueva York es una de las opciones perfectas para vivir y por eso todos escogen imponentes penthouses con todas las comodidades posibles, convirtiéndose en un edén salpicado por asfalto. Manhattan es querida por muchos y odiada por otros tantos, pero el cantante latino número 1 del mundo es amante de la ciudad, por lo que ha decidido establecer la ciudad como un lugar parcial para vivir.
Bad Bunny no se corta en mostrar sus excesos y a sus 30 años tiene una gran fortuna que no duda en gastar en lujos. La vivienda está ubicada en Chelsea, uno de los mejores barrios de la ciudad que, además, está en auge por los exclusivos espacios ubicados en el interior de sus edificios.
El penthouse del cantante cuenta con una superficie de 422 metros cuadrados con enormes ventanales con vistas panorámicas a la Gran Manzana. Diseñado en modo dúplex, el ático tiene cuatro dormitorios y cuatro baños. Además, también cuenta con cuatro enormes terrazas que completan la vivienda, sumándole otros 400 metros cuadrados. Techos de casi cuatro metros de alto, que se acompañan de suelos de roble y paneles de madera personalizados.
Desde el lobby el cantante tiene acceso directo a su ático, sin tener que pasar por ningún tipo de pasillo. Este fabuloso ático es conocido como Jardim, y tiene 11 pisos con solo 36 viviendas. Fue construido por el arquitecto brasileño Isay Weinfeld en 2019 para convertirlo en una residencia totalmente privada.
Los ventanales rodean la casa y eso es un plus, puesto que entra luz natural desde que sale el sol. El concepto es abierto y eso se nota en los espacios comunes, puesto que la sala de estar tiene una gran amplitud, además de tener unas paredes ornamentadas con obras de arte y tiene una puerta directa a una de las terrazas, que cuenta con una estancia para disfrutar con amigos o ver el atardecer de la ciudad con un cóctel.
Los baños son amplios, pero el de la suite principal es el que más destaca, con casi cuatro metros de largo. Todo ello se complementa con una piscina que se encuentra en una de las varias terrazas de la construcción, apta para varias personas y que, además, cuenta también con un lugar colindante para tomar el sol e incluso poder hacer barbacoas. Una de las grandes joyas que esconde Nueva York y por la que Bad Bunny paga 150.000 euros.