Cómo llevamos a cabo las acciones que determinan nuestras rutinas de higiene y belleza son determinantes para cuidar del bienestar de nuestro cuerpo. Por ejemplo, la salud de nuestro cabello la determinamos en la forma en la que nos lavamos el pelo. En la determinación y atención que ponemos a cada uno de los pasos de este ritual de belleza, que realizamos de forma casi automatizada. Aunque parezca irrelevante, patologías como el picor de cabeza, la caspa e, incluso, la dermatitis pueden ser una consecuencia de esta automatización. No es algo al azar, nos lo explican así los estilistas de Salón Dotti.
- Cómo cuidar el cabello según su textura: liso, ondulado o rizado
- El prelavado capilar y su capacidad para hacer que el pelo te dure limpio más tiempo
Hay una gran cantidad de factores que afectan al picor persistente de cabeza. Pese a que «la principal causa de picor es por dermatitis seborreica, una inflamación del cuero cabelludo causada por el crecimiento de un hongo natural de la piel», afirma Cristina Díaz, jefa de estilistas y encargada de Salón Dotti. Hay factores que, más allá de provocarlo, intensifican sus efectos. Algunos son derivados de reacciones alérgicas, el estrés o la ansiedad o un mal uso de la formulación del champú. Pero, más allá de entender el picor de cabeza como consecuencia de una patología, su origen también puede derivar de un mal hábito en el lavado del cabello.
Presta atención en el lavado
El cuidado capilar debe acarrear un equilibrio entre belleza y salud, primando en nuestra rutina aquellos pasos y productos que velen por el cuidado en profundidad de nuestro cabello. Al determinar el paso a paso de cómo debe ser una correcta rutina capilar Cristina Díaz puntualiza que «lo primero es una buena aplicación de producto sobre el cuero cabelludo». Para ello debemos «repartirlo muy bien por toda la cabeza, y hacer un masaje con la yema de los dedos suavemente durante el lavado, evitando usar las uñas». Siguiente paso y más importante: el aclarado.
La correcta eliminación de todos los residuos que dejan los productos de limpieza la conseguimos incidiendo correctamente en el aclarado. Alejandro Calvo, estilista de Salón Dotti, matiza que «un mal aclarado hace que haya una acumulación de residuos de los propios productos que utilizamos impidiendo que el cuero cabelludo respire correctamente, lo que puede generar sensación de pesadez, irritación, picazón o sensación de sequedad».
«Siempre recomendamos enjuagar con abundante agua tibia durante al menos 1 o 2 minutos poniendo atención en nuca, detrás de las orejas y en las raíces y finalizando siempre con agua fría para cerrar cutículas y calmar la piel», afirma Cristina Díaz.
El estado de la ducha es fundamental
Al igual que ocurre en cualquier acción que llevamos a cabo, el estado de todos los materiales o herramientas que usemos en el lavado del cabello es fundamental. En este caso, unas correctas condiciones de la ducha garantizarán unos resultados reales en el lavado. Y cuando hablamos de malas condiciones «nos referimos a que la alcachofa está oxidada, tiene exceso de cal, moho o algún tipo de suciedad, claro que puede afectar porque te puede generar hongos en el cuero cabelludo». O a otras referentes con la efectividad del agua en el aclarado, relacionadas con «la falta de presión del agua, si es insuficiente o muy débil, hace que el aclarado no sea efectivo, lo que hace que se acumulen residuos en el cuero cabelludo. Y si el agua contiene cloro o contaminantes puede alterar también el pH del cuero cabelludo generando picor» afirma Alejandro Calvo, estilista de Salón Dotti.
Exfoliar el cuero cabelludo siempre es un ‘must’
Cuando exfoliamos la piel, retiramos las impurezas o los residuos acumulados. Esto mismo se da en el cabello. Hay dos tipos de exfoliaciones. Por un lado, la exfoliación química la encontramos en los champús de limpieza profunda y esta «se puede utilizar a diario o semanalmente para retirar el exceso de sebo o de laca o de polución». La segunda opción es la exfoliación mecánica que se lleva a cabo mediante los peelings. «Esta se usaría en el caso de que haya un exceso de piel o de producto incrustado al cuero cabelludo. Los peelings los solemos recomendar antes de un tratamiento capilar para limpiar muchísimo mejor el cuero cabelludo y mejorar la efectividad del tratamiento posterior, ya que lo oxigenamos», afirma Cristina Díaz. Un protocolo que es especialmente recomendable como paso previo antes de aplicar, por ejemplo, una ampolla anticaída o de fortalecimiento y que llevan a cabo mediante sus ceremonias de Shu Uemura.
«Esta ceremonia exfoliación capilar con un cepillo con púas duras que utilizamos para masajear el cuero cabelludo y estimular la exfoliación y circulación del cuero cabelludo. Es ideal no sólo para una limpieza profunda del cuero cabelludo, sino que además tiene un efecto relajante, que viene fenomenal para liberar el estrés», afirma Miriam Bermejo, directora general de Salón Dotti.
Evita productos de limpieza en seco
Los champús en seco siempre pueden ayudarnos a salir de un apuro en momentos en los que nos vemos el cabello con un exceso de grasa. Sin embargo, su uso prolongado «puede afectar al picor especialmente si se usa con mucha frecuencia, ya que obstruye los folículos pilosos, se acumulan más residuos en el cuero cabelludo y puede generar sequedad», explica Cristina Díaz.
«Para que un champú en seco respete el pH del cuero cabelludo y no cause irritación ni picor, debe tener una fórmula suave, equilibrada y diseñada con ingredientes que no alteren el microbioma ni sequen excesivamente la piel haciendo que el pH esté balanceado entre un 4.5-5.5 que es el pH natural del cuero cabelludo, mantener este rango ayuda a preservar la barrera protectora en la piel», añade.