En verano tenemos que seguir cuidándonos y la forma más sencilla de hacerlo sin renunciar al estilo de vida que implica esta estación es intentando buscar alimentos o soluciones que podamos incluir fácilmente en la rutina. Una de ellas, es buscar alimentos que incluyamos en nuestra dieta para conseguir el menos es más es decir, menos grasa y más proteína. Y uno de esos alimentos es el queso cottage. Te explicamos por qué es un superalimento del verano y cómo puedes incluirlo en tu dieta.
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¿Qué es lo que tiene el queso cottage que siempre aparece recomendado en las redes sociales? Utilizamos estas como portal para acercarnos a los consejos de los nutricionistas y para acceder a nuevos tips de estilo de vida. Con cuidado, eso sí, porque siempre conviene acceder a consejos de los profesionales para descubrir los beneficios reales de ellos. Sobre todo en lo que a alimentación se refiere.

Claro que con el queso cottage no iba a ser ninguna excepción. La fiebre empezó hace unos años y todavía se mantiene. El éxito de este alimento lo resume la fórmula que muchos han catalogado como el «menos es más» . El queso cottage tiene sus claros y oscuros y, si bien es cierto que incluirlo en la dieta supone un gran aporte nutricional, como todo, abusar puede revertir el efecto deseado.
Una gran fuente de proteínas
Por lo que el queso cottage ha ganado tanto valor en los últimos años es por ser una auténtica fuente de energía y por su sabor y versatilidad. Y es que da igual si lo quieres comer en una tostada, dentro de una ensalada o como postre con algo más dulce. Con una textura cremosa, ligera, fresca y untuosa. No por ello va a huir de la lupa de los profesionales.
En el libro Tecnología Láctea Latinoamericana, publicado por el profesor Juan Sebastian Ramirez Navas, miembro grupo de investigación, Grupo de Investigación Ciencias Básicas y Clínicas de la Salud de la universidad Javeriana de Colombia, y el químico Anthony Arenas-Clavijo, se recogen algunos de los grandes beneficios de este alimento.

Empezando por su perfil nutricional, el queso cottage recoge un alimento bajo en grasas y calorías, pero rico en proteínas y minerales esenciales como calcio y fósforo, lo que lo convierte en una opción saludable para diversas dietas. Esto lo hace el aliado perfecto para sumar en la dieta de quienes quieren llevar un estilo saludable o están entrenando y quieren ganar músculo y reducir grasa, para lo que sabemos que la alimentación es un punto completamente determinante.
Y siguiendo por su versatilidad. Porque este queso tienen cabida en todo tipo de elaboraciones, siendo las principales y más sencillas su inclusión en:
- Tostadas con queso cottage, aguacate y huevo: consigues el equilibrio perfecto de proteínas, grasas saludables, carbohidratos y vitaminas A, E, K, B12 y minerales como calcio, hierro y magnesio para empezar la mañana con energía.
- Ensaladas: conseguirás aumentar el contenido proteico y mantener la sensación de saciedad durante mucho más tiempo
- Snacks: una alternativa saludable para «dipear» en las barbacoas o los picoteos.
Controla el consumo y la elaboración
Tener buenas propiedades no implica ser bueno para todo el mundo, ¡así que presta atención a cómo consumirlo! Pese a ser tildado cómo un superalimento, debemos moderar su consumo y, sobre todo, prestar atención en el método de elaboración.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) publicó, «se recomienda evitar el consumo de quesos elaborados con leche cruda, como las variedades tradicionales de queso Feta o el cottage cheese» por riesgo de listeriosis en mujeres embarazadas. También es recomendable que lo eviten personas con hipertensión o retención de líquidos por su contenido en sodio, así como aquellos con cierta incompatibilidad con los lácteos.
Tranquilidad, esto no quiere decir que tengamos que borrarlo de la dieta, solo saber cuándo y cómo es aconsejable su consumo. Volviendo al libro Tecnología Láctea Latinoamericana vemos que también coinciden en que el método de elaboración es crucial para determinar la calidad de sus beneficios. Porque, en este caso, la calidad nutricional y sensorial del queso cottage puede variar según los métodos de elaboración y los ingredientes utilizados.

Lo primero, elige una buena versión del producto:
- Bajo en grasa y sin azúcares añadidos: Asegúrate de que en la etiqueta diga light o bajo en grasa si buscas controlar calorías.
- Bajo en sodio: Algunas versiones tienen mucha sal. Busca opciones con menos de 150 mg por porción (100 g).
- Sin aditivos innecesarios: Que contenga solo leche, cultivos lácticos y sal.
Y no lo incluyas en la dieta todos los días. Trata de moderar su consumo a porciones entre 100 y 150 g por toma y de dos a cuatro veces por semana, dependiendo de tus necesidades proteicas.