Todo sobre la ortodoncia invisible más demandada

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Ana Márquez
  • Ana Márquez
  • Mi sueño era convertir mi pasión en profesión, y lo conseguí. En cuanto terminé la carrera de periodismo entré en el mundo editorial y no he parado de escribir sobre moda, belleza, cine y estilo de vida para importantes cabeceras como COOLthelifestyle. Me encanta aprender y enseñar, tanto que soy docente de Periodismo Digital y Redes Sociales en Condé Nast College. Y como curiosidad, añadir que soy imagen de una crema facial de una conocida marca y es posible que me encuentres en algún 'beauty stand'.
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Una sonrisa alienada y blanca es la estética dental perfecta. Y hoy en día quien no tiene una boca bonita es porque no quiere. La ortodoncia invisible, o Invisalign, corrige la posición de los dientes de manera casi imperceptible. Hablamos con una ortodoncista para que nos cuenten todo lo que hay que saber sobre este tratamiento que está desbancando a los brackets por ser más cómodo y fiable.

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Invisalign es un sistema de ortodoncia invisible que lleva ya más de 20 años en el mercado. «Empezó haciendo cosas muy sencillas pero con el tiempo ha ido ganando protagonismo», explica Natalia Checa, odontóloga, especialista en ortodoncia.

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El éxito de este tratamiento se debe no solo a la parte estética, ya que apenas se aprecia, sino a que es «mucho más cómodo, puedes beber con él puesto y quitártelo para comer, además no produce rozaduras».

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La ortodoncia invisible funciona gracias a «una secuencia de alienadores que generan un pequeño movimiento de los dientes, corrigiendo poco a poco la posición de los dientes hasta llegar al objetivo final», explica la ortodentista y añade que con este sistema «puedes ver el diseño final de la dentadura antes de empezar gracias a un sofisticado programa de software».

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«El 99% de las maloclusiones se pueden tratar perfectamente con Invisalign«, explica la doctora que trata a niños desde los 6 años hasta adultos de cualquier edad. Los casos en los que no se puede usar la ortodoncia invisible es cuando se presentan problemas de hueso, «como una mordida cruzada».

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Natalia Checa es ortopediatra y explica que el Invisalign se puede colocar sin que el niño tenga los dientes definitivos. Sin embargo, en el caso de los brackets hay que esperar hasta que haya hecho todo el cambio. De este modo, el niño puede llegar a la adolescencia con la sonrisa perfecta.

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Para los adultos, los alineadores de Invisalign son menos agresivo que los brackets, pues este último sistema «descoloca para volver a colocar». La doctora explica que, mientras con la ortodoncia convencional los movimientos son más bruscos, con Invisalign todo es más gradual por lo que es muy recomendado en «pacientes que tengan pérdida de hueso o problemas periodontales».

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Cada semana hay que cambiar el alineador y «es aquí cuando se puede sentir cierta molestia», explica Natalia e insiste en que hay que llavarlo el máximo de tiempo (22 horas al día) para que el tratamiento no se alargue más de lo previsto, que suele ser entre 18 y 24 meses, dependiendo del caso.

Las revisiones se suelen hacer cada mes, sobre todo en niños es muy importante porque «a veces sucede que el alienador de una semana para otra deja de encajar porque se le ha caído un diente y tenemos que volver a hacer el estudio con el fin de diseñar nuevos alineadores. Es un sistema más caro que que los brackets, pero lo bueno que tiene Invisalign es que podemos pedir alineadores ilimitados durante todo el tratamiento».

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