El secreto de entrenar descalzo: cómo mejorar el entrenamiento y la salud
Cada vez son más las personas que deciden dejar sus deportivas y entrenar descalzos. ¿Una moda pasajera o una nueva forma de hacer ejercicio? Son muchos los expertos que afirman que entrenar descalzo tiene innumerables beneficios tanto para el entrenamiento como para la salud. Todos ellos, a pesar de ser múltiples y variados, mantienen unas mismas conexiones que les hacen indiscutiblemente provechosos. Aunque esta tendencia es relativamente nueva, ya cuenta con muchos adeptos, como deportistas de élite y aficionados. Hoy en COOL te vamos a contar y detallar algunos de los beneficios de entrenar descalzo. Quédate con nosotros y sigue leyendo.
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Si vas a seguir esta tendencia, deberás adaptarla progresivamente. Se recomienda empezar por entrenamientos sin impacto como las sentadillas, pesos muertos, elíptica, etc. A partir de ahí, podrás ir generado un ‘estrés positivo’ en el pie con pequeños impactos, como por ejemplo saltar a la comba, que sería el siguiente paso para seguir fortaleciendo la musculatura de esa zona.
Beneficios de entrenar descalzo
Fortalecimiento de los músculos del pie
Tanto las manos como los pies son una vía indispensable de entrada de información al sistema nervioso central. Esto se traduce en que todos los estímulos, que se produzcan a través del apoyo de las manos y de los pies se convierten en contracciones del resto de musculaturas.
Todo ello se traduce en que los músculos del pie y tobillo experimentan un gran fortalecimiento. Pisar descalzo te permitirá ejercitar en mayor medida los músculos de los pies.
Mejora la pisada
Por norma general, los pies se amoldan a las características de las zapatillas. Y generalmente, al andar o realizar ejercicio, apoyamos en mayor medida el talón, por lo que se ve expuesto a un mayor impacto y riesgo de sufrir posibles lesiones. Sin embargo, al entrenar descalzo, obtendrás un cambio y mejora en el punto de apoyo de la pisada.
Mejora las articulaciones y los ligamentos
Las articulaciones constituyen puntos de unión entre diferentes elementos del sistema óseo. Permiten la realización de movimientos mecánicos y proporcionan elasticidad al cuerpo.
Por su parte, los ligamentos son los encargados de la unión entre los huesos. El hecho de entrenar descalzo moviliza y libera las articulaciones, fortaleciéndolas y mejorando los ligamentos.
Alinea la columna vertebral
El calzado reduce la percepción del pie al pisar, se pierde información sensorial útil. Uno de los beneficios de entrenar descalzo es que nuestro sistema nervioso obtiene información más precisa. Esto nos ayuda a alinear la columna vertebral y enderezarla, ya que se produce una mayor estimulación de los músculos de la planta del pie, obteniendo una mejor postura.
Aumenta la fuerza
Entrenar descalzo otorga una mayor activación a los músculos. Esto da lugar a un desarrollo mayor de fuerza en los músculos de piernas y cadera. Además, al estar conectadas todas las musculaturas, las intrínsecas del pie con el resto (del tobillo, la rodilla, la cadera), conseguirás mejorar el equilibrio y la estabilidad, por lo que disminuirás el riesgo de sufrir caídas y torceduras.
Mejora la propiocepción
Se entiende por propiocepción la capacidad del organismo para saber la posición de cada una de las partes del cuerpo. Esta función nos ayuda con la coordinación, el equilibrio y actúa ante posibles señales de peligro que lleguen al cerebro.
También nos protege de lesiones haciendo que nuestro cerebro reaccione rápidamente enviando órdenes a las zonas involucradas para prevenirlas. El entrenar descalzo, al aumentar la percepción de las sensaciones y la información enviada al cerebro, consigue una mejoría en la propiocepción.
Mejora la calidad del entrenamiento
Pisar el suelo directamente con la planta del pie produce una mayor activación muscular y hace que se vean involucrados más músculos de nuestro cuerpo, lo que mejora el entrenamiento de fuerza como el levantamiento de peso o las sentadillas.