¿Mito o realidad?: Las duchas con agua fría son más beneficiosas que las calientes
Si alguna vez te has preguntado si salir del baño con las piernas al rojo vivo por culpa de tu afición al agua muy caliente es perjudicial para tu cuerpo, hoy en COOL the lifestyle aclararemos tu duda. Pero, antes de nada debes de saber que el agua a diferentes temperaturas puede ayudarte sobre muchas partes del cuerpo, sea agua caliente o fría. Es decir, las dos tienen beneficios aunque son completamente diferentes. Sigue leyendo para descubrir cuál de las dos duchas, si con agua fría o caliente, es la más beneficiosa para nuestra salud, cuerpo y cabello.
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¿Por qué es bueno ducharse con agua fría?
Ducharse con agua fría tiene más beneficios que riesgos. No obstante, hay ciertas ocasiones en las que no se aconseja darse un chorro de agua fría. Sobre todo, debería evitarse si ya tienes frío, ya que el agua fría no ayudará a entrar en calor rápidamente. Además, entendemos que tu elección entre una u otra venga determinada por la estación del año en la que estemos.
La ventajas de ducharse con agua fría o más fría de lo normal son infinitas, entre ellas:
- Mejora el sistema inmune con la activación general del sistema y la mejora del metabolismo
- Despeja y activa la mente y el cuerpo
- Mejora la oxigenación
- Sirve como anti inflamatorio y alivio del dolor
- Ayuda a conciliar el sueño
- Previene la caída del pelo y aporta mayor brillo. Con el agua fría sobre la piel no se pierde grasa cutánea y tonifica la piel
¿Por qué es bueno ducharse con agua caliente?
Antes de hablar sobre los beneficios de ducharse con agua caliente es importante mencionar que no es recomendable el agua caliente todos los días sino en momentos puntuales. Lo normal y más recomendable para la ducha de diario es hacerlo con agua templada a una temperatura de entre 25-30 grados. El contraste de temperaturas mejora el retorno venoso y disminuye la inflamación en las extremidades.
- Se abren los poros de la piel y se facilita así la limpieza
- Eliminamos toxinas
- Nos ayuda a conciliar el sueño mejor
- Con ella se relajan los músculos
- Ayudamos a nuestras vías respiratorias que de manera natural las descongestionamos con el vapor del agua. En caso de encontrarse resfriado aliviamos los síntomas.
- Ayuda a reducir la ansiedad
Beneficios de ducharse con agua fría y caliente a la vez
Muchos expertos defienden que alternar duchas de agua fría con duchas de agua caliente es la mejor opción. Pero, ¿por qué son tan beneficiosos los baños de contraste? Los contrastes de temperatura nos ayudan a relajar la musculatura y a estimular la circulación.
Aquellos que apuestan por este contraste aconsejan una rutina de 90 segundos que llenará de energía cada una de tus mañanas. La rutina que defienden estos expertos es la siguiente: después de lavar todo el cuerpo como lo haces habitualmente, aclara con agua fría y aguanta durante 30 segundos seguidos. A continuación, vuelve al agua caliente durante otros 30, para acabar de nuevo con el agua helada otros 30 segundos más.