La conexión entre el ejercicio físico y la salud mental
La conexión entre la mente y el cuerpo representa la superposición entre la salud mental y la física. Todos sabemos que el ejercicio físico aporta innumerables beneficios a nuestra salud. Pero, muchos de nosotros pensamos que la mente y el cuerpo son dos cosas separadas. Incluso los tratamos individualmente, consultando a un médico para cuestiones físicas y a un psicólogo para las mentales. Sin embargo, la ciencia está encontrando cada vez mayor superposición entre los dos. Hoy en COOLthelifestyle hablaremos en profundidad sobre la conexión entre el ejercicio físico y la salud mental junto a Endika Montiel, uno de los mejores técnico nutricionista y personal trainer de España.
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El célebre escritor inglés William Hazlitt dijo que «cuanto más ejercicio hacemos, más podemos hacer.» ¿Estaba en lo cierto? ¡Desde luego! Nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento y la actividad, así como para la producción y el consumo de la energía. Estos factores permiten el desarrollo de las distintas funciones fisiológicas y metabólicas.
«La actividad física practicada de forma habitual ayuda a combatir factores de riesgo como el sedentarismo o el exceso de peso y, al mismo tiempo, produce diversos efectos positivos sobre el organismo. De hecho, no existe ninguna otra estrategia que produzca tantos y tan importantes efectos beneficiosos sobre la salud como la actividad físico-deportiva», afirman los expertos de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED).
¿Existe realmente la conexión entre el ejercicio físico y la salud mental?
«Hoy, quienes trabajamos en la prevención de la salud, entendemos más que nunca este vínculo. El músculo no solo es un tejido, el músculo es un órgano endocrio. Su estímulo nos permite liberar endorfinas, moléculas y neurotrasmisores que tienen un impacto directo en nuestra salud mental«, explica Endika Montiel.
¿Qué sentimos después de realizar deporte?
Todo aquel que hace ejercicio con regularidad habrá notado que tras la sesión de entrenamiento, experimenta una sensación de bienestar muy particular, un aumento de energía al mismo tiempo que una sensación de relajación placentera.
¿A qué se debe esta sensación?
Múltiples estudios, entre ellos el que realizó Harvard Health Publishing, muestran que hacer ejercicio puede ser efectivo incluso para aliviar la depresión. Dicho estudio declara que «el ejercicio estimula la liberación de proteínas que hacen que las células nerviosas crezcan y establezcan nuevas conexiones. La razón por la que nos sentimos mejor cuando hacemos ejercicio se debe a la mejora de nuestra función cerebral«.
Cuando hacemos ejercicio, nuestro cerebro segrega unas sustancias llamadas endorfinas, también conocidas como “antidepresivos naturales”. Estas sustancias tienen una estructura parecida a la de los derivados del opio, con un efecto relajante y analgésico, pero sin los efectos negativos de éste.
La parte de nuestro cerebro encargada de procesar las emociones, el “cerebro emocional”, contiene multitud de receptores para estas sustancias, por lo que, cuando hacemos ejercicio, nuestro cerebro emocional recibe más cantidad de endorfinas, estimulando los centros de placer y provocando con ello una sensación de calma y bienestar, tanto física como mental.
¿Cuántas veces es recomendable entrenar para sentirnos bien?
«Tenemos que diferenciar a principiante de intermedio y avanzado. A los principiantes se les recomendaría hacer dos días de ejercicio a la semana durante el primer mes. Es importante que no entrenen más de dos días aunque tengan tiempo y capacidad porque de lo que se trata es que vean que han cumplido una meta, que no es difícil ir a entrenar y que pueden llevarlo a cabo. El error está en pasar de cero a cien porque el resultado será negativo. Sin embargo, el hecho de entrenar dos días, tendrá un gran impacto«, explica Endika Montiel.
Además, añade que «en cuanto a los intermedios, deberían entrenar entre tres y cuatro veces. Los avanzados entre cuatro, cinco y seis días. Estos últimos pueden llevar su rendimiento a un nivel superior de exigencia en cada entreno, permitiéndoles entrenar solo cuatro veces y descansar tres».
¿Cuánto tiempo dedicado al deporte haría pensar que se está convirtiendo en obsesión?
«La obsesión nace con la constancia. A mi parecer, creo que malinterpretamos esto, ya que pensamos que constancia es no poder fallar, buscar la perfección, entrenar todos los días de la semana y no descansar. Lo único que conseguimos con esto es obsesionarnos. En cambio, la constancia bien llevada ayudará a entender que si un día no puedes entrenar no pasa nada, que hay semanas donde podrás ir cinco veces y otras solo tres«, manifiesta Endika Montiel.
«Por otro lado, tenemos la obsesión estética. En mi nuevo libro intento mostrar cómo esto nos condiciona tanto que nos atrapa en una realidad imaginaria dónde nunca te verás bien y siempre querrás más. Esta obsesión te hace preso de tus decisiones y acciones, y como consecuencia acabas cayendo en el lado oscuro del Fitness «, declara Endika Montiel.
Actividad física en trastornos mentales graves
¿Qué pasa con las personas que ya tienen afecciones más graves como la depresión o la inestabilidad emocional? ¿Para ellas el ejercicio puede ser beneficioso a la hora de reducir sus síntomas? Hay muchas preguntas sobre el efecto del ejercicio en trastornos mentales graves, y para resolver dudas frecuentes hemos analizado diversos estudios. Hemos llegado a una conclusión: el ejercicio es efectivo en tratamientos a largo plazo.
Según explica Dr. Miller en un estudio de Harvard Health Publishing : «No está claro cuánto tiempo necesitan hacer ejercicio, o con qué intensidad, antes de que la mejora de las células nerviosas comience a aliviar los síntomas de la depresión y la inestabilidad emocional. Deberían comenzar a sentirse mejor unas semanas después de empezar a hacer ejercicio. Pero este es un tratamiento a largo plazo, no una solución única. Es aconsejable escoger un deporte que puedan sostener con el tiempo, porque si hacen algo que les gusta querrán seguir haciéndolo», explica Dr. Miller un estudio de Harvard Health Publishing.